(Minghui.org) Debido, en su mayor parte, a mi apego a la lujuria, antes de convertirme en practicante de Falun Dafa siempre me encontraba en un estado de irritabilidad, pesimismo y depresión. Aunque intentara borrar, por todos los medios, este sentimiento lujurioso de mi mente, aún después de comenzar a cultivarme no noté demasiadas diferencias en este aspecto.
A menudo me preguntaba: “¿Sigo siendo todavía un practicante de Dafa?, ¿estoy cultivándome aún?, ¿qué puedo hacer?”.
Le pregunté a otro practicante, en el sitio donde estudiamos el Fa en grupo, cómo podía lograr eliminar la lujuria, pero en lugar de prestarme ayuda, se limitó a sonreirme.
Una mañana temprano, de repente me desperté sabiendo cómo podía deshacerme de la lujuria. La solución residía en seguir los principios del Fa y excavar hasta encontrar la causa fundamental del apego a la lujuria. De hecho, la raíz era mi deseo de compartir sensaciones hasta llegar a la satisfacción física, ¡nada más! Hasta aquel momento, ignoraba que todo aquello era el resultado de conceptos erróneos y materias adquiridas desde mi nacimiento, que nunca había dejado de alimentar y fortalecer.
En realidad, el deseo de perseguir los sentimientos del corazón no provenían de mi auténtico ser. Se adquiere, es algo material, se puede decir que es una vida, es ye de pensamiento, como un espíritu poseedor.
El Maestro nos enseñó:
“Pues el cuerpo humano tan bajo no tiene ninguna capacidad, aquello con lo cual encaja tu reino de pensamiento es lo que te manipula. Es decir, cuando las vidas de distintos niveles descubren qué quieres, a qué te apegas, justamente encajas con esas, entonces esas generan un efecto, y hasta te dirigen. Cuando la persona no está racional o explota con mal temperamento, los factores negativos generan efecto. Todo es vida, ese es simplemente perverso, ese es deseo, ese es odio, esos son cosas diferentes; así naturalmente generan efecto” (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).
Estudiar el Fa diligentemente
Estudiar el Fa con tranquilidad me hizo caer en la cuenta de que la lujuria, en realidad, no formaba parte de mi. Soy un practicante y vine a este mundo a asistir al Maestro en la rectificación del Fa. Mi auténtico ser está asimilado a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, así que es puro y sagrado. ¿Cómo podía dejarme dominar por esas materias putrefactas?
Este cuerpo carnal de los niveles bajos me fue concedido para que practicara la cultivación y salvara seres conscientes, no con el fin de que persiguiera la satisfacción física, ni ningún otro tipo sensaciones. Se me otorgó este cuerpo, pero solo para que lo utilizara como portador de mi auténtico “yo”, en este mundo físico.
Debía considerar este problema desde el mismo punto de vista que lo haría un dios o una pusa. Esto significaba saltar fuera del reino de conciencia humano. En cuanto observé las cosas desde la perspectiva de un dios no me resultó difícil solucionar el problema.
Después de iluminarme, reflexioné: “Soy un practicante de Dafa. Mi cuerpo carnal debe ser controlado por mi auténtico ser y asimilarse a Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Eso que persigue satisfacción y todo tipo de sensaciones no forma parte de mi y debe ser eliminado. Le pido al Maestro que fortalezca mis pensamientos rectos. Solo transitaré el camino arreglado por el Maestro Li Hongzhi”.
Mi campo dimensional se volvió mucho más claro y mi mente más despierta.
El Maestro dijo:
“De hecho, todo lo que no concuerda con Dafa y con los pensamientos rectos de los Dafa dizi es todo causado por la participación de las viejas fuerzas, incluso algunos factores no rectos de uno mismo; por esto es que tomo al envío de pensamientos rectos como uno de los tres asuntos principales que deben hacer los Dafa dizi” (Con respecto a la conmoción que causó el artículo sobre el Fu Yuanshen).
Las palabras del Maestro fortalecieron mis pensamientos rectos. Necesito enfocar toda mi atención al estudiar el Fa y rectificar cada uno de mis pensamientos.