(Minghui.org) Aunque comencé a practicar Dafa en 1997, no experimenté una gran tribulación hasta marzo de 2017. Si bien fue difícil, mi creencia en el Maestro y en el Fa fue fundamental para superar esta tribulación.
Sentí ardor de estómago después del almuerzo el 5 de marzo de 2017, pero no presté mucha atención. Sin embargo, el dolor empeoró y estuvo acompañado de náuseas y vómitos. Aunque el dolor se detuvo después de un tiempo, volvió intermitentemente en mi corazón, hígado, abdomen y parte baja de la espalda.
Mi apetito había desaparecido y no pude comer nada en los siguientes nueve días. Si trataba de comer, vomitaba e incluso vomité con el estómago vacío. También sentía dolor que aparecía y se quitaba usualmente en una hora. A veces me quedaba dormida mientras soportaba el dolor y tenía la mente clara después de despertar.
Sabía que esta tribulación era una prueba, así que tenía que ser firme y creer por completo en Shifu y en Dafa. Cuando estaba despierta, escuchaba las conferencias del Maestro y recitaba Hong Yin, para poder mantener pensamientos rectos. También hice los ejercicios tan a menudo como pude. No le tenía miedo a la muerte, pero tenía miedo de empañar la reputación de Shifu y Dafa.
Cuando me sentí más miserable, pensé en hacer el método bigu, lo que significaría que tendría que abstenerme de comida y agua. Desestimé la idea rápidamente, ya que Shifu dijo que la práctica de Dafa no involucra el bigu. Entonces, comí un poco y le pedí al Maestro que me ayudara, porque mi tiempo para morir aún no había llegado.
Además, seguí buscando mis apegos en mi interior. Por el estudio del Fa, estaba segura de que esto no era una enfermedad. Dije en mi mente que era la discípula del Maestro Li Hongzhi y una practicante veterana. Solo sigo el arreglo de Shifu y niego las viejas fuerzas y sus arreglos. Aunque tenía brechas, las corregía en el proceso de mi cultivación. Las viejas fuerzas no tenían el derecho de ponerme a prueba ni interferir conmigo.
Tomó un tiempo convencer a mi familia de mis razones para no ir al hospital, ayudándoles a entender que esto era un problema de cultivación.
Cuando el dolor fue insoportable, le dije al Maestro: "Maestro, ¿por qué no puedo soportar el dolor? Sé que tus arreglos para mí deben ser soportables. ¿Qué hice mal? Por favor dame algunos indicios. Lo haré mejor”. En ese momento, la energía se movió desde el área de mi abdomen inferior hacia mi cabeza. Cuando llegó a mi cuello, desapareció y todo mi cuerpo se liberó del dolor.
Después de ese día, volví a vomitar, pero el dolor había disminuido y era tolerable. Sabía que el Maestro había reducido mi tribulación y había sufrido un poco de dolor por mí. Yo tuve que hacer el resto y pasar la prueba.
Me recuperé después de dos meses y medio. Mi esposo, un médico de la medicina china, fue testigo de mi regreso a la buena salud sin ningún tratamiento.
Les dijo a mis parientes y amigos: "Cualquiera habría muerto por una falla orgánica después de siete días sin comer ni beber, pero sobrevivió después de nueve días. Lo hizo por creer en su Maestro y en Dafa y en el estudio y los ejercicios del Fa. ¡Es extraordinario!”.