(Minghui.org) Algunos practicantes de Falun Dafa comentan a menudo que no pueden concentrarse cuando estudian el Fa o hacen los ejercicios. Además, comparten que no pueden descartar los pensamientos cotidianos, y que enviar pensamientos rectos tampoco les soluciona nada. Recuerdo haber sufrido ese problema. A veces no conseguía eliminar mis pensamientos torcidos, y esto provocaba que mis apegos se fortalecieran. Creo que permanecí en este nivel durante mucho tiempo.
Recientemente, obtuve un entendimiento aún más profundo sobre esta cuestión mientras leía Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa, del Maestro.
Abandonando los pensamientos negativos
Empecé a cultivarme hace unos ocho años. Durante los tres últimos años, he estado aclarando la verdad sobre Falun Dafa, a toda la gente que encontraba por el camino, cuando me dirigía del trabajo a mi casa y viceversa. Sentía nervios, vergüenza y presión cada vez que me disponía a hacerlo. Sin embargo, todos estos pensamientos desaparecían en cuanto abría la boca y empezaba a hablar.
El Maestro nos enseñó:
“Ciertamente no reconoces aquellos malos pensamientos, así que por su puesto serán rápidamente eliminados. ¿No se refiere esto también a “la cultivación depende de uno mismo, mientras que el gong depende del maestro”? ¿Por qué les digo que no los reconozcan? Piensen todos sobre esto: ¿qué parte de tu cuerpo no eres tú? Tus manos se mueven como sea que tú quieras, tus brazos se mueven como sea que tú quieras, y tu cabeza se mueve como sea que tú quieras porque todos ellos son tú. ¿Entonces por qué no se tranquilizan esos pensamientos cuando tú quieres? Es porque esos no son tú. Tu ser verdadero es puro y limpio. Las cosas sucias son contaminación postnatal. Por eso es que deben ser eliminadas y descartadas en la cultivación, y esto es rechazarlas” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa).
Al leer este párrafo, pensé: “¡Oh! Entonces, el miedo que siento antes de empezar a hablar no soy yo. ¡Tampoco forman parte de mi verdadero yo, la excitación, la frustración y la depresión que experimento durante la aclaración de la verdad! Por lo tanto, todos los pensamientos que me interfieren cuando estudio el Fa, hago los ejercicios o envío pensamientos rectos no son yo. ¡Tengo que rechazarlos!”.
Antes, sentía que era agradable ver un rato la televisión o leer los mensajes en mi celular. Pero, no me daba cuenta de que mi verdadero yo no deseaba hacer eso en absoluto. Como no me opuse a este pensamiento inmediatamente, desarrollé el apego a ver la televisión y leer los mensajes en mi celular.
Después de comprender esta situación, cada vez que no lograba concentrarme, recordaba inmediatamente las palabras del Maestro sobre nuestros verdaderos yo, puros y limpios.
El Maestro nos dijo:
“Para practicar la cultivación, una persona se tiene que encontrar a sí misma y cultivarse a sí misma. Si eres capaz de distinguirte a ti y pensar, “estos no soy yo. Si tú quieres, piensa pues, pero yo mismo quiero alcanzar la tranquilidad. Veré cuánto tiempo puedes seguir corriendo desenfrenado de esta manera”; trátalos entonces como los pensamientos de otros” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa).
Seguí las instrucciones que el Maestro nos dio para rechazar los malos pensamientos, ¡y funcionó muy bien!
Siempre que voy a aclarar la verdad a la gente y mi miedo intenta detenerme, pienso: “Esto no soy yo. Mi yo verdadero es puro y limpio”. Entonces me tranquilizo rápidamente y aclaro la verdad sobre Dafa a la gente, sin apegarme al número de personas a las que pueda llegar a hablar. ¡Es un estado mental fantástico! Experimento una paz, una benevolencia y unos pensamientos tan hermosos como nunca había sentido.
Comprendí que si queremos cultivar nuestros pensamientos, tenemos que mirar dentro y diferenciar los malos pensamientos de nuestros verdaderos yo, para rechazarlos y eliminarlos. Esto nos ayudará a hacer las tres cosas bien.