(Minghui.org) El Maestro dijo:
“Aclarar la verdad, salvar a las multitudes de seres, eso es lo que quieres hacer. Aparte de eso, no hay nada que quieras hacer; sobre esta Tierra no hay nada que quieras hacer”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015).
Ya han pasado muchos años desde que comencé a practicar Falun Dafa, por lo que puedo ser considerado como un practicante veterano. He transitado con firmeza mi camino de cultivación, estudio el Fa por las mañanas y salgo a aclarar la verdad sobre Dafa por las tardes, llueva o truene.
Una mañana, al recitar 'Lunyu' de memoria, no pude recordar dos frases. Cuando fui a tomar Zhuan Falun, al agacharme, sentí un dolor punzante. De repente, era incapaz de ponerme de pie, y solo podía caminar unos pasos antes de tener que parar a descansar por el dolor. Me iluminé a que era necesario que enviara pensamientos rectos.
El Fa del Maestro nos ilumina en casos como este:
“En el presente, sea eliminar yeli o la interferencia de la maldad, todos son realizados por las viejas fuerzas, son todos la misma cosa, solo tienen otro nombre. Todo lo que hacen las viejas fuerzas, yo lo niego, no reconozco nada, aun menos que los Dafa dizi deban soportar estos asuntos de sufrimiento”. (Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013).
Así que me senté, crucé mis piernas, y puse mi mano en posición vertical frente a mi pecho.
Dije: “Soy un discípulo del Maestro Li Hongzhi. Solo sigo los arreglos de mi Maestro y no reconozco ningún otro. Aunque haya deficiencias en mi cultivación, la maldad no es digna de ponerme a prueba o interferir con mi cultivación. El Maestro y los dioses rectos me protegen. Me corregiré en base a Dafa. Si la maldad se atreve a perseguirme, será eliminada, desde el nivel micro al nivel macro. ¡Los factores perversos son completamente desintegrados!”.
Me sentí mejor después de pasar una hora y media enviando pensamientos rectos. Cuando llegó la hora del estudio del Fa grupal, decidí asistir. Le conté mi caso a mis compañeros practicantes. Me dijeron que no debía dejarme inquietar por esas falsas manifestaciones, y que así podría atravesar esa y cualquier prueba, con pensamientos rectos y una fe inquebrantable.
Miré hacia dentro, y encontré que no había sido diligente durante las pasadas festividades del Año Nuevo. Mis hijos vinieron a visitarme. Disfruté con su compañía, me aseguré de que estuvieran muy cómodos, pero olvidé mi misión. Aunque continué haciendo los ejercicios por las mañanas, dejé de estudiar el Fa y de enviar pensamientos rectos a la hora global. Durante todo este tiempo, solo estudié una lección del Fa cada día, y no le hablé a la gente sobre la verdad de Dafa.
Me encontré totalmente perdida cuando mi familia se marchó, aun así, intenté recuperar y compensarlo todo. No podía concentrarme cuando estudiaba el Fa o enviaba pensamientos rectos. Además, mi aclaración de la verdad se tornó ineficaz.
Después de reconocer mi problema, empecé a enviar pensamientos rectos intensamente, y dediqué más tiempo a hacer los ejercicios, sin prestar atención al dolor que sufría.
Cuando enviaba pensamientos rectos, añadía: “Soy el amo de mi cuerpo. Todo está bajo el control del Maestro. El espíritu perverso que me está persiguiendo debe ser desintegrado. No puedo dañar la imagen de Dafa por culpa de estos dolores. ¡Debo ser fuerte!”.
En la mañana del cuarto día, el dolor desapareció repentinamente mientras hacía el cuarto ejercicio. Experimenté lo que el Maestro describió en su poema:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”.
(Bondades entre el Shifu y los dizi de Hong Yin II ).
Experimenté el poder de los pensamientos rectos y del estudio del Fa, y aprendí que la cultivación es un asunto serio. No se puede bajar el ritmo ni por un momento. Los cultivadores no se toman días de vacaciones.