(Minghui.org) El 28 de agosto de 2016, fui a Beijing para cuidar a mi nieto. Luego regresé a mi hogar para estar allí durante uno o dos meses. He estado viajando ida y vuelta a Beijing de esta forma durante muchos años.
Recientemente, cuando regresé, traje algunos materiales informativos de Falun Gong en mi equipaje para repartirlos en Beijing, ya que aquí no estoy en contacto con otros practicantes. Los practicantes de mi ciudad natal enviaron pensamientos rectos para ayudarme a traer los materiales sin que surjan interferencias.
Como de costumbre, ese día fui a la estación de trenes según lo programando y pasé por el control de seguridad. Un miembro del personal anunció: “Pasajeros a Beijing, por favor formen una fila frente a la puerta de abordaje”.
Tan pronto como caminé hacia entrada, aparecieron varios policías y se pararon en frente de los pasajeros. Dijeron que necesitaban revisar los equipajes de todos los pasajeros una vez más, ya que las maletas de alguien no habían sido controladas durante el control de seguridad.
Tenía miedo y estaba nerviosa. Mi corazón comenzó a latir acelerado. ¿Qué iba a hacer? No podía marcharme y evitar que revisaran mis valijas, ya que todas estaban frente a los policías. Pensé: “Soy un practicante de Dafa. Los materiales en mi equipaje son para salvar personas, no llevo algo peligroso. Tengo que enfrentar esto de una manera digna. ¿A qué tengo miedo? Esta mentalidad de temor no me pertenece, voy a eliminarla”.
El Maestro nos enseña:
“Si tienes miedo, te capturan
Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban”.
(Por qué temer, de Hong Yin II)
También nos dijo: “Si cada Dafa dizi tuviera acciones y pensamientos rectos mientras hace las cosas, y pudiera ver la cosas con pensamientos rectos bajo cualquier circunstancia, ninguno de ustedes tendrá miedo al enfrentarse con la persecución. Si así es como son, ¡quién se atreverá a perseguirte!”. (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005)
Pensé: “El Maestro está a mi lado. ¡Nadie se atreve a perseguirme!”. Luego pedía al Maestro que proteja los materiales e hiciera que los policías no los vieran.
Empecé a enviar pensamientos rectos hacia los policías para eliminar cualquier factor negativo presente en otras dimensiones que pudieran causar que quieran detenerme.
Tenía cuatro valijas. Los policías revisaron tres de ellas y empezaron a revisar la cuarta, que tenía los materiales de Falun Gong. Abrieron el cierre y corrieron mi ropa. Los materiales estaban en el fondo y cubiertos. No tuve miedo, sino que mantuve la calma y continué enviando pensamientos rectos.
En ese momento, una mujer policía que estaba detrás de mí dijo al policía que estaba con mi maleta: “Esta bien. No busques más, déjala ir”. La mujer policía volvió a poner mi ropa en la valija y cerró el cierre. El policía me sonrió y le devolví la sonrisa diciendo: “Gracias”.
Escapé gracias a la protección del Maestro y de los pensamientos rectos. Comprendí que sea lo que sea que enfrentemos, debemos mantener nuestros corazones calmos y pensamientos rectos. Si creemos firmemente en Dafa y el Maestro, pueden ocurrir milagros. El Maestro nos ayudará.
A pesar de todo miré hacia adentro. Es la primera vez que revisan mis valijas antes de abordar un tren. Para un practicante, nada es coincidencia. Entendí que el Maestro se valió de esto para eliminar mi temor. Pensando en retrospectiva sobre mi cultivación, pude ver que mi mentalidad de temor me bloqueaba de tanto en tanto cuando trataba de salvar seres conscientes. Rara vez hablo cara a cara con las personas sobre la persecución. Siempre que lo hago, en el fondo de mi mente todavía tengo miedo, mirando hacia adentro, descubrí que este miedo me está retrasando. Sé que deriva de ser egoísta y de tratar de protegerme de la persecución.