(Minghui.org) En la cultura tradicional China siempre se ha dado mucha importancia a la cantidad de virtud que posee una persona. Muchos textos antiguos suplican a sus lectores que ejerciten un carácter bondadoso y que hagan el bien. Pues de este modo, recibirán bendiciones y eludirán la mala fortuna.
En su tratado sobre la disciplina, Zhu Yongchun, un erudito de la dinastía Ming, advierte: “Cuando la virtud de alguien no se corresponde con su posición en la sociedad, el desastre es inevitable”.
Zhu, creía que para poder disfrutar de buena suerte en la vida, una persona debía de poseer una alta calidad moral. Lo ilustró con una analogía comparando la vida de una persona con la estructura de un edificio. Observó que la virtud debería ser como los cimientos de un edificio. Cuando éstos son sólidos, se puede construir encima de ellos: fama, poder y riqueza.
Construir una casa sin unos cimientos sólidos es peligroso, porque no ofrece ninguna garantía y tarde o temprano colapsaría. Zhu, pensaba que esto también se podía aplicar a la vida de una persona y que si alguien intentaba acumular fama, poder y riqueza, sin una base sólida en la virtud, le ocurriría alguna desgracia y lo acabaría perdiendo todo.
¿Nunca se han preguntado por qué algunos cantantes o actores desaparecen después de un breve instante de popularidad?, ¿por qué algunas personas pierden todo su dinero, rápidamente, después de ganarlo jugando a la lotería?, ¿o por qué algunos altos funcionarios cayeron en desgracia, incluso, más rápido de lo que habían ascendido al poder?
Todos estos son ejemplos claros de cómo la virtud de la persona no podía respaldar su posición en la sociedad. Muchos hablan de la ascensión y caída de estas personas demostrando una gran preocupación. Son pocos los que verdaderamente comprenden por qué estos beneficios inesperados, al final, acaban en tragedia.
Si lo que dijo Zhu es un hecho, carecer de virtud es tan peligroso como caminar en zancos por el borde de un precipicio. Ya que uno acabará cayéndose tarde o temprano.
La historia china contiene muchos ejemplos de funcionarios de alto nivel de la corte imperial que cayeron porque carecían de virtud y abusaron del poder que se les concedió.
Por ejemplo, en una ocasión, a Lai Juncheng, policía secreto de la dinastía Tang, el emperador le concedió plenos poderes para investigar a cualquier funcionario de la corte imperial.
Entonces, Lai y sus hombres fabricaron evidencias para elaborar y acusar con engaños a muchos funcionarios leales al emperador. También es conocido por ser el inventor de muchos métodos de tortura y de artilugios con los cuales obtener confesiones de los acusados. El poder de Lai y la crueldad que exhibía le hicieron convertirse en el funcionario más temido y odiado de su tiempo.
Sin embargo, no tardó en recibir su justo castigo después de que fallara su conspiración contra la hija del emperador. Intentó tenderle una trampa pero falló y fue ejecutado por alta traición. Despellejaron su cadáver y después le extrajeron los órganos.
El funcionario de la dinastía Ming, Yan Song, repitió el error de Lai. Después de convertirse en funcionario de la corte imperial, formó rápidamente su propio grupo paralelo al órgano gubernamental. Se fue deshaciendo de aquellos que le desagradaban y ganando cada vez más control dentro del gobierno, ya que contaba con el beneplácito y la completa devoción del emperador, porque decía practicar el Taoísmo.
Yan y su hijo, usaron su poder para ganar dinero y asesinar a mucha gente inocente. En cuanto perdió la confianza del emperador, su hijo fue decapitado. También se le despojó de su poder y se convirtió en un indigente. Murió poco tiempo después.
Hemos visto la misma tragedia repetirse, una y otra vez, a lo largo de la historia. Las épocas y los personajes quizás cambien, pero el guión permanece inalterable.
Hay algunos oficiales del partido que han seguido estrictamente las políticas de la persecución a Falun Gong, una práctica espiritual para mejorar cuerpo y mente, tomando partido activamente. Ellos han saqueado, arrestado, detenido, torturado, acusado con mentiras, e incluso asesinado un número incontable de practicantes inocentes.
Algunos funcionarios del comité central del partido comunista, entre ellos: Zhou Yongkang, Bo Xilai, Li Dongsheng y Zhou Benshun, se convirtieron en la fuerza motriz que impulsaba la persecución y en los secuaces de Jiang Zemin, el máximo dirigente del partido.
Aceptaban sobornos y se volvieron cada vez más corruptos mientras ejecutaban las directrices de Jiang. Se creían poderosos, pero carecían de virtud y de valores morales. De hecho, perseguir implacablemente a Falun Gong fue lo que les hizo ascender velozmente. Pero eso no duraría, poco tiempo después, comenzaron a caer uno tras otro.
Algunos de los funcionarios del partido no solo perdieron su poder sino que tuvieron que afrontar consecuencias más graves. Por ejemplo, Li Fuguo del departamento de policía del distrito de Caofeidian, de la ciudad de Tangshan, fue ascendido a director en 2013, por liderar las iniciativas locales favoreciendo la persecución contra los practicantes de Falun Dafa, desde 2006.
Pero, no habían pasado ni siquiera tres años desde su nombramiento, cuando le diagnosticaron leucemia. Murió dos meses después, solo tenía 47 años.
Li Fuguo fue el cabecilla de la división de seguridad doméstica del distrito desde 2006 a 2013, y participó en casi todos los casos que comprometían a practicantes de Falun Gong. Tan pronto como ascendió a subdirector, arrestó a la Sra. Li Enying, practicante, y la encarceló en el campo de trabajos forzados de Shijiazhuang, donde fue torturada hasta casi perder la vida. Aunque le concedieron la libertad condicional por motivos médicos, falleció en algo menos de dos semanas después de ser liberada.
En 2012, un día cualquiera, Li Fuguo y algunos de sus hombres, tendieron una trampa al Sr. Zheng Xiangxin, haciéndose pasar por clientes de su tienda. Le arrestaron y saquearon su casa el mismo día. Sentenciaron al Sr. Zheng a 10 años de prisión por sus creencias y fue víctima de torturas durante su encarcelamiento.
Al Sr. Zheng, le fracturaron el cráneo durante una paliza, y acabó sufriendo una conmoción cerebral. Como resultado, ahora está ciego y vive en un estado de confusión. No puede pensar con claridad y sufre incontinencia.
Li Fuguo, ha sido el causante de la miseria de muchos practicantes y sus familias dentro de su jurisdicción. Su falta de virtud fue lo que le condujo a la muerte después de convertirse en director.
Una persona con poca virtud quizás parezca salir adelante y ser un ganador en algunas ocasiones, pero no podrá permanecer en esa posición por mucho tiempo. Uno no puede depender de sus contactos internos, de maquinaciones o de la brutalidad para mantener su posición en la sociedad.
Algunas personas pueden excusarse diciendo que solo están haciendo su trabajo. Sin embargo, como decían los antiguos sabios: “Tender una trampa a un hombre inocente no se diferencia de asesinarle con un cuchillo”.
Cuando los funcionarios del partido cumplen con su trabajo torturando hasta la muerte, por su fe, a ciudadanos inocentes, o cuando los médicos militares sustraen órganos a practicantes de Falun Gong vivos, ¿En qué se diferencian de los asesinos comunes?
Todo aquel que se haya involucrado en la persecución a Falun Gong no tendrá escapatoria. Se les hará responsables de los crímenes que cometieron. Es simplemente justicia, que un asesino restituya las vidas que ha sesgado y el daño que ha hecho a otros en base a las leyes de la naturaleza, de la moralidad y de la sociedad civil.
¿Como puede alguien que no tiene suficiente virtud mantenerse alejado de la desgracia? Es sencillo, tiene que darle importancia a la virtud y hacer cosas buenas.
Muchos, muchos hombres sabios han dado consejos de este tipo: “Si alguien tiene virtud, obtendrá beneficios”, “Si tu virtud aumenta tu suerte mejorará”, “Uno construye una buena base para que le ocurran cosas buenas durante su vida si da importancia a la virtud”, “A gran virtud, grandes expectativas”, “Una familia formada por buenas personas recibirá abundantes bendiciones”, etcétera.
Las bendiciones solo pueden nacer de la virtud y la bondad. Aquel que hace el bien continuamente acumulará virtud y tendrá buena fortuna. Solo cuando una persona es recta, honesta, y bondadosa, puede soportar la pesada carga que suponen la fama, el poder y la riqueza.