(Minghui.org) Crecí en una granja y en el pasado tenía muchas enfermedades. Después que comencé a practicar Falun Dafa desaparecieron, y pude trabajar nuevamente. Debido a que experimenté tantos cambios notables, a menudo les cuento a otros acerca de mis experiencias y de lo increíble que es la disciplina.
Trabajé como niñera y cuidé a un chico de 12 años. Desde que nació, no pudo hablar y prácticamente no escuchaba. Yo quería ayudarlo, así que repetí para él todos los días: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Transcurrieron dos semanas y nada pasó, por lo que le pedí ayuda al Maestro. Un mes más tarde, el niño pareció comprender lo que yo decía y de repente murmuró unas pocas palabras. Al principio, no hablaba con claridad, pero yo entendía lo que decía. Balbuceaba: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Estaba muy emocionada.
Sus padres quedaron estupefactos. Son extremadamente educados y ricos. Habían llevado al hijo a muchos médicos eminentes, pero ninguno pudo ayudarlo.
Hoy, el muchacho puede hablar. Porque su madre sabe que Falun Dafa es especial, también comenzó a practicar.
Mujer anciana despierta del coma
Un día de otoño de 2014 recibí una llamada telefónica urgente. "¡Date prisa! La tía está en el hospital. Está muriendo”. Corrí hasta el lugar. La anciana se desmayó y cayó mientras caminaba. A pesar que había recibido tratamiento de emergencia durante 24 horas, todavía estaba inconsciente. El médico le dijo a la hija: "Es muy mayor. No tiene sentido tratar de resucitarla. Deberías planificar su funeral”.
Me acerqué a la mujer y le dije al oído: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Para sorpresa de todos, abrió los ojos unos pocos minutos más tarde, nos miró y sonrió.
El médico estaba conmocionado y dijo: “¡Es increíble! ¡Esto es maravilloso! ¡Falun Dafa es grandioso!”.
Más tarde, la tía comenzó a practicar Falun Dafa. Su salud mejoró enormemente y pudo hacer los quehaceres domésticos.
Víctima de derrame cerebral se recupera
Uno de mis vecinos fue miembro del partido comunista chino por muchos años. Creía profundamente en el comunismo y obstinadamente se negaba a escucharme. Siempre que le hablaba de su naturaleza maligna, lo negaba con la cabeza.
Un día, tuvo un derrame cerebral. Tenía los miembros entumecidos, los ojos y la boca se deformaron y la mitad del cuerpo estaba paralizado. Lo visité y volví a hablarle sobre renunciar al partido. Esta vez estuvo de acuerdo. Fue capaz de levantar la mano que tenía paralizada y dijo: "Ahora renuncio al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Falun Dafa es bueno. Voy a seguir a Li Hongzhi, que enseña Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.
Comenzó a repetir: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Los síntomas del derrame pronto desaparecieron. Después de enterarse de la sorprendente recuperación del padre, su hija también quiso aprender la disciplina.