(Minghui.org) La antigua sabiduría china dice: "Un maestro debe no sólo impartir conocimiento, sino también ser un ejemplo de virtud". Si bien los profesores tienen la responsabilidad de enseñar conocimientos y habilidades prácticas, ellos también deben legar los principios morales y los valores tradicionales de nuestra cultura.
Sin embargo, con la rápida decadencia de la moralidad en China, toda la gente está preocupada por el dinero y el interés propio. Muy pocos estudiantes prestan atención durante la clase, por lo que el trabajo de los profesores para preparar sus clases es deficiente. Ellos piensan: "Aún si hago grandes planes y enseño muy bien, nadie escucha en la clase. ¿Por qué perder mi tiempo?".
¿Cómo pueden los profesores enseñarles a los estudiantes de manera eficaz, si ellos mismos tampoco conocen su materia? Los estudiantes encuentran que las conferencias son aburridas y se vuelven aún menos interesados, es un círculo vicioso. De hecho, muchos universitarios graduados hoy en día no tienen la capacidad y madurez de mantener un trabajo.
Cuando me paro en frente de los estudiantes para dar una clase, a menudo me siento triste, porque no veo el futuro de nuestra nación en ese grupo de hombres y mujeres jóvenes. Muchas veces me pregunto: "Siendo una practicante de Dafa y una profesora, ¿qué puedo hacer para ayudar a recuperar los principios morales, y que los profesores puedan desempeñar su papel tradicional así como lo describieron los sabios antiguos?".
Verdad-Benevolencia-Tolerancia es como una luz en la oscuridad, que me ha guiado para ser una buena profesora, para que siempre haga lo mejor cuando enseñe, para ayudar a los estudiantes a ser amables y no preocuparse por sus intereses personales, y para enseñarles a ser más abiertos.
Haciendo mi mejor esfuerzo como profesora
Cuando empecé a enseñar, descubrí que no todos mis estudiantes tenían el mismo nivel académico. Muchos no tenían una base muy sólida y les costaba trabajo entender la materia que estaba enseñando. Para que realmente se puedan beneficiar de la clase, hice cambios, en la marcha, en mi plan de enseñanza, y mi carga de trabajo se multiplicó.
Les dije a mis estudiantes: "Estoy empezando desde los conceptos muy básicos y, si prestan atención en la clase, los entenderán. Incluso si aprenden una sola cosa en mi clase, estarán progresando". Utilizo un lenguaje sencillo e historias interesantes para explicarles conceptos abstractos y aplico ideas creativas para resolver problemas de la vida real. Así, desperté el interés de los estudiantes durante las clases.
Mientras cubrimos lo básico, comencé a agregar más materia durante las clases y, al final del semestre, los estudiantes sintieron que habían aprendido mucho. Un colega me dijo: "A los estudiantes les encantó tu clase. Muchos leen los manuales de tu clase durante mis conferencias". Le sonreí y le dije: "Les pediré que no lo hagan en otras clases".
Un estudiante me dijo antes de graduarse: "Su clase fue la única que nunca he cambiado en los cuatro años de universidad. ¿Por qué los demás profesores no pueden ser más como usted?". Otro estudiante dijo: "Cuando trabajamos con usted nuestra tesis, estuvimos repasando los materiales una y otra vez. A los otros profesores ni siquiera les importa. El profesor de mi compañero de cuarto sólo se reunió con él un par de veces antes de que exponga su tesis. Usted es una profesora estupenda".
Les digo a mis estudiantes: "No estoy aquí sólo para enseñarles lo que está en los manuales, que es un conocimiento limitado. Quiero enseñarles cómo pensar y cómo abordar problemas similares. Esto les será útil cuando se unirán a la fuerza de trabajo. Si no les enseño bien, seré responsable de los errores que hagan más tarde. Ustedes también tienen que ser responsables y tomar seriamente lo que harán en el futuro".
Una estudiante me visitó unos años después de graduarse. Ella me dijo: "Recuerdo que la visité en su casa cuando usted acababa de tener un bebé, durante su permiso por maternidad. Revisó mi tesis conmigo una y otra vez mientras sostenía a su bebé recién nacido en sus brazos. Lo recuerdo vívidamente. Muchas gracias por toda su ayuda. Ahora que soy profesora yo misma, cuando me paro enfrente de mis alumnos, pienso en usted y trato a mis estudiantes de la misma manera".
He transmitido la verdad y la bondad a mis estudiantes y, a través de ellos, a muchas más personas.
Ampliando la mente de los estudiantes
Además de conocimientos y habilidades prácticas, trato de ampliar la visión de los estudiantes y les animo a tener una mente abierta. Este universo es inmenso, pero nuestra ciencia actual es muy limitada. El ateísmo y la teoría de la evolución han limitado el pensamiento humano y han hecho a los seres humanos más egoístas y arrogantes. Ellos hacen lo que les plazca, sin tener en cuenta a los demás o a la naturaleza.
De hecho, muchos de los hallazgos de la ciencia hoy contradicen el ateísmo y la evolución. En el curso de mi cultivación en Dafa, realmente he llegado a darme cuenta de lo pequeños e ignorantes que son los seres humanos. Suelo darles ejemplos sencillos a mis estudiantes para mostrarles cuán equivocado es el ateísmo. En este inmenso universo, hay infinidad de galaxias y planetas, ¿cómo podrían ser los seres humanos, las únicas criaturas de este universo?
Lo que enseño en mis clases es a menudo más allá de los manuales, y mis alumnos están muy interesados. Les dije: "La ciencia moderna es muy limitada, nunca podrán ver la imagen completa. No crean que lo que aprenden hoy nunca va a cambiar. Un día, mientras estén haciendo sus investigaciones, simplemente podrán encontrar que lo anterior es completamente equivocado. Los científicos e investigadores sabios deben tener una actitud humilde, una mente abierta, un temor sano de la naturaleza y una apreciación por todas las cosas".
Siendo amables y preocupándose menos por el interés propio
Dafa me ha enseñado a ser amable y considerada. He intentado seguir siempre los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Una vez, critiqué a una estudiante porque no ponía atención mientras hacía su trabajo de laboratorio y ella lloró. Después realmente lamenté lo que le había dicho. En verdad, ella tenía problemas, pero yo no había sido amable. Desde entonces, siempre me he recordado ser amable con los demás.
Hoy en día, es tan común que la gente luche por obtener beneficios personales. Una vez, mi supervisor se preparaba para solicitar una beca que iba a beneficiar a nuestro proyecto de investigación. Él no estaba contento con el borrador de lo que iba a exponer y me pidió que trabajara en él. Tuve sólo una noche para hacerlo, así que me quedé hasta las cuatro de la mañana y finalmente conseguí terminarlo. El supervisor estuvo muy contento con el texto final.
Ganamos el concurso y obtuvimos la beca, pero mi nombre era el último en los créditos. A un colega le pareció injusto: "¿Ya lo vio? Usted hizo todo el trabajo pero no le dieron mucho crédito". Sonreí: "No importa. Alguien tenía que hacer el trabajo". Hubo muchos incidentes como éste, pero nunca me preocuparon.
Uno de mis colegas me dijo: "Está haciendo un trabajo excelente. No le importan la fama o el interés propio, y es amable y honesta. Nunca conocí a alguien como usted, que siempre pone a los otros en el primer lugar". Le contesté: "Si usted ve lo amable que soy, usted sabrá lo bueno que es Dafa. Sólo intento vivir a la altura de los principios de Dafa".
Mucha gente, incluyendo algunos educadores, se pierde al competir por intereses y beneficios personales. Me siento como la flor de loto que crece en agua fangosa, pero permanece limpia y pura.
Soy sólo uno de los cientos de miles de practicantes de Dafa quienes, en nuestra conducta diaria, somos ejemplos vivos de la bondad de la Verdad-Benevolencia-Tolerancia.