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En el 12.º aniversario de la intromisión en la televisión estatal para transmitir la verdad sobre Falun Gong: Recordando a los héroes (Parte 1 de 3)

Sept. 28, 2016 |   Por Yuzheng

Minghui.org) Hace 12 años cuarenta minutos de programación dirigidos a informar sobre la realidad de la persecución que acosaba a Falun Gong, fueron transmitidos simultáneamente por ocho canales de televisión a 300.000 abonados de la ciudad de Changchun, en la provincia de Jilin. Cerca de 100.000 personas pudieron ver los programas “¿Autoinmolación o fraude?”, y “Falun Dafa se difunde por el mundo”.

Más tarde, también los vieron decenas de miles de televidentes de Songyuan, una ciudad cercana a Changchun.

En el 12.º aniversario de estos hechos remarcables, recordamos a los valientes practicantes que quebraron la abrumadora propaganda y la censura de la información en China, y mostraron a la gente de Changchun la verdad sobre Falun Gong.

Tabla de contenidos

1. Liang Zhenxing, fundador del equipo de intercepción

2. Un equipo de élite

3. La leyenda de Liu Chengjun

4. Euforia en la ciudad de Changchun

5. Héroes arrestados y torturados

6. Juicios absurdos

7. La historia los recordará

8. Muerte de los pioneros

9. La libertad no es gratis

Toda la ciudad de Changchun se sorprendió y alcanzó la euforia en la noche del 5 de marzo de 2002.

Ocho canales de televisión en Changchun fueron intervenidos para la transmisión simultánea de videos que aclaraban la verdad sobre Falun Gong. Los atónitos televidentes llamaron a sus conocidos para que encendieran sus televisores: “¿Sabías que la autoinmolación en la Plaza Tiananmen fue una escenificación? ¿Sabías que Falun Gong trascendió a todo el mundo? Todas las calumnias sobre Falun Gong no son más que propagandas inventadas por el gobierno…”.

“¡En hora Buena!”. Las personas estaban felices por los practicantes de Falun Gong. Algunos pensaron que la persecución había terminado y que la reputación de Falun Gong había sido restaurada.

Muchos practicantes también pensaron lo mismo, y salieron a las calles a contar los hechos detrás de la persecución y a distribuir material de información. Incluso los oficiales encubiertos que los vigilaban dijeron: “¡Gran trabajo! ¡Sigan así!”. Todos pensaban que el momento más oscuro había terminado, y se sintieron aliviados de poder respirar el aire de la libertad.

“Debes marcharte de inmediato”, le dijo un oficial militar a su amigo practicante de Falun Gong. Se había declarado la ley marcial y el ejército estaba en camino. Cada oficial de la ciudad fue enviado a buscar a los practicantes que se colaron en la señal de televisión y transmitieron los videos.

Los jefes de gobierno de la ciudad de Changchun y la provincia de Jilin, que se encontraban en el 15.º congreso popular nacional en Beijing, estaban aterrados y en pánico. Un mandato de Jiang Zemin, el entonces líder del partido comunista chino (PCCh) y director de la persecución a Falun Gong, ordenaba a las fuerzas armadas que arrestaran sin piedad a todos los involucrados. Liu Jing, por entonces viceministro de seguridad pública, voló a Changchun para supervisar la situación.

¿Por qué el PCCh entró en tal estado de pánico? ¿Qué los hizo reaccionar con tanta violencia? ¿Por qué este evento impactó tan profundamente en China y la comunidad internacional? ¿Por qué consideramos héroes a los practicantes de Falun Gong involucrados en la ruptura del bloqueo informativo de China?

Volvamos 12 años atrás y revivamos este inolvidable suceso.

Liang Zhenxing, fundador del equipo de intercepción

El cambio de un rico bueno para nada

Liang Zhenxing, exitoso agente de bienes inmuebles.

Liang Zhenxing era un exitoso agente inmobiliario con ingresos de cientos de miles de yuanes a principios de la década de los 90. (Nota del editor: el salario promedio de un profesor universitario por ese entonces rondaba los 500 yuanes)

En 1992, el Maestro Li Hongzhi, fundador de Falun Gong, enseñó públicamente la disciplina en Changchun, y miles de residentes locales pronto comenzaron a practicarla. La casa de Liang quedaba cerca de un sitio de práctica localizado en la Plaza de la Cultura. A menudo observaba a los practicantes haciendo los ejercicios sin importar el clima que hiciera y ganaron su respeto.

Finalmente, y por curiosidad, se unió al sitio de práctica una mañana invernal de 1996. No pudo creer que las enseñanzas fueran gratis. Los ejercicios lo hicieron sentir bien. Leyó Zhuan Falun, y los principios de Verdad – Benevolencia – Tolerancia le permitieron entender el verdadero propósito de la vida.

Abandonó la bebida y otros malos hábitos. Su matrimonio, que estaba a punto de desmoronarse, fue reparado. Liang Zhenxing se convirtió en una nueva persona. Contó a muchos parientes y amigos sobre Falun Gong y en poco tiempo se convirtió en uno de los encargados del sitio de práctica local.

La persecución a Falun Gong y la resistencia pacífica

Según una encuesta gubernamental, antes de 1999 había más de 70 millones de practicantes de Falun Gong en China. Su rápido crecimiento hizo temblar al partido comunista.

El 19 de julio de 1999, todas las fuerzas del orden se encontraban preparadas para el combate. Y el 20 de julio, el régimen comunista emitió una orden de arresto a escala nacional. Todos los medios de comunicación, incluyendo periódicos, radios, estaciones de televisión e Internet, comenzaron a difamar a Falun Gong.

El partido inventó todo tipo de mentiras para atacar e inspirar odio sobre la práctica.

“¿Qué deberíamos hacer?”, se preguntó Liang junto a muchos practicantes. Ellos sabían que Falun Gong era grandioso y que Verdad – Benevolencia – Tolerancia era una realidad que iban a sostener por el resto de sus vidas.

“Todos nos beneficiamos con Falun Gong. Ahora es nuestra responsabilidad protegerlo con la verdad y restaurar su reputación”, se dijo Liang.

En la década de los 90, la forma de conseguirlo era acudiendo a la oficina nacional de apelaciones en Beijing y registrar una queja. Al comienzo de la persecución, miles de practicantes iban a Beijing todos los días tratando de logarlo.

Pensaban que con sus corazones sinceros, mentes puras y esmerados esfuerzos por esclarecer la verdad serían capaces de cambiar la política del PCCh; resultó que fueron demasiado ingenuos.

El PCCh se basa en la violencia para mantenerse en el poder. Todos los practicantes que fueron a Beijing para apelar por Falun Gong fueron arrestados y enviados de regreso a sus localidades.

La policía esperaba en la oficina nacional de apelaciones para arrestar a practicantes. Liang y sus amigos estuvieron entre ellos. En el intento fueron encarcelados o enviados a campos de trabajo forzado, y todo sin los procedimientos debidos.

“Tres Mosqueteros” en el campo de trabajo

Liang Zhenxin se rehusó a renunciar a Falun Gong, sin importar cómo lo torturaran. En el año 2000 fue transferido al campo de trabajo forzado de Weizigou en Changchun, donde conoció a Liu Chengjun y a Liu Haibo, cuyas historias contaremos más adelante. Estos “Tres Mosqueteros” comenzaron a luchar juntos por la verdad y la libertad.

En cualquier parte del campo de trabajo que se difamara a Falun Gong, ellos se levantaban y clarificaban la verdad. Incluso frente a grandes reuniones en presencia de gobernantes locales y jefes del sistema judicial, los tres hombres hablaban con valentía defendiendo a Falun Gong. Todas las veces fueron severamente golpeados, pero persistían en hacer lo mismo una y otra vez.

Para incentivar el odio público sobre Falun Gong, el 23 de enero de 2001 el PCCh escenificó la infame “autoinmolación” en la Plaza Tiananmen. El régimen chino culpó a Falun Gong por instigar a los practicantes a inmolarse, y los medios de comunicación también lanzaron una nueva ronda de ataques.

La persecución empeoró. Jiang Zemin, el entonces líder del PCCh, emitió la directiva de que “matar a practicantes de Falun Gong no es un delito, y sus muertes serán consideradas como suicidio”. Se llevaron a cabo todo tipo de atrocidades sobre los practicantes, y los informes de sus muertes aparecían en la página web Minghui todos los días.

Liang Zhenxing y sus amigos estaban al tanto de que la autoinmolación era una de las mayores mentiras y que había engañado a muchas personas. “¿Cómo podemos lograr que las personas conozcan la verdad?".

A fines de 2001, Liang fue liberado. Ya en casa, vio el documental “Fuego Falso” en la página web de Minghui. El documental, premiado en el 51.º Festival Internacional de Cine y Video de Columbus, exponía todos los errores presentes en la autoinmolación, pasando por evidencias sólidas y un análisis riguroso. Contaba la verdad que las personas necesitan conocer.

Más tarde, y también en Minghui, Liang leyó un artículo que enseñaba cómo introducirse en una señal de televisión y transmitir videos a partir de un reproductor de CD. “Este es el enfoque que estaba buscando”, pensó Liang. “Es algo mucho más eficiente que entregar volantes y colgar carteles”.

Ahora Liang necesitaba un equipo capaz de llevar adelante la idea.

Un equipo de élite

Armando el grupo

Liang Zhenxing compartió su idea con sus compañeros practicantes en Changchun y buscó a la gente adecuada para realizar la tarea.

Zhou Runjun, una practicante de 52 años de edad, tuvo la misma idea al mismo tiempo. Así que alquiló una casa vacía para usar como base y ayudó a Liang a establecer el equipo.

Liu Weiming, de 32 años, era un profesional en la red de televisión por cable. Gracias a sus conocimientos de ingeniería eléctrica, se convirtió en la persona con mayores habilidades técnicas.

Zhang Wen, de 28 años, electricista profesional, asistió a Liu Weiming en la realización de planos detallados de las redes televisivas.

Lei Ming, de 26 años, el “pequeño hermano” del equipo, era un chef de la ciudad de Baishan, además de un excelente atleta capaz de correr muy rápido. En una oportunidad, en la Plaza Tiananmen, decenas de policías trataron de alcanzarlo luego de que desplegara un cartel de Falun Gong. Li atravesó sus líneas y escapó con éxito.

Li Dehai, de 31 años, era un agricultor de la ciudad de Tonghua. Su familia se preparaba para su boda antes de que la policía lo buscara y escapara hacia Changchun. Li también era un atleta y se convirtió en una fuerza importante dentro del equipo.

A partir de estos cinco miembros principales, el equipo se amplió a 18 miembros. A excepción de los seis antes mencionados, los nombres y detalles de los otros continúan siendo desconocidos.

Diferentes opiniones sobre qué hacer

“¿Debemos hacerlo?”. Muchos practicantes pensaban que las personas se iban a disgustar cuando interrumpieran sus programas de televisión y desarrollarían una impresión negativa sobre Falun Gong. Todos aquellos con opiniones diferentes hablaron en contra de la idea de Liang, por lo que éste se encontró bajo una gran presión.

Tang Feng, era un practicante de Changchun muy respetado por la mayoría de practicantes locales debido a su sólida cultivación y creencia inquebrantable. Todos aquellos que no estaban de acuerdo con Liang Zhenxing recurrieron a Tang para que hablara con Lian y discutiera la viabilidad de su plan.

Tang y Lian se encontraron en un concurrido mercado de agricultores. Luego de una larga conversación, Tang resultó conmovido por el espíritu compasivo y el coraje de Liang, y también estuvo de acuerdo que introducirse en la señal de televisión para transmitir videos informativos era una idea aceptable.

Más tarde, Tang compartió su entendimiento con resto de los practicantes y ganó el apoyo de todos.

Liang Zhenxing sabía que estaban haciendo lo correcto. El público tenía el derecho a saber la verdad. También conocía los riesgos y el precio que podría llega a pagar. Su familia, como resultado, también podía resultar perjudicada.

Sin embargo, leyendo los informes sobre muertes en la página de Minghui y pensando en las personas engañadas por las mentiras, Liang decidió dejar a un lado su paz y seguridad personal a cambio de un bien mayor.

Preparándose

Todos los miembros del equipo tenían la misma sólida voluntad.

Liang Zhexing estaba a cargo de proveer el equipamiento y las provisiones necesarias; Zhou Runjun cocinaba para todos y se ocupaba de otros asuntos prácticos; y Liu Weiming tenía la responsabilidad de entrenar a los miembros del equipo.

El 16 de febrero de 2002, Liang oyó que practicantes de la ciudad de Anshan, no muy lejos de Changchun, habían tratado de introducirse en una señal local pero fallaron. Liang y su equipo se preguntaron: “¿Tendremos éxito?”.

“Debemos aprender todas las técnicas necesarias. Mientras todos cooperemos bien, tendremos éxito”.

Ya era hora de ensayar.

El equipo se movilizó hasta una villa lejana. Zhang Wen y otros treparon por un poste eléctrico e interrumpieron la señal de televisión. Liu Weiming reprodujo un video de prueba y envió a algunos miembros a comprobar los resultados en algunas casas cercanas. Todos los canales mostraban el mismo video. El ensayo fue un éxito.

Arrestan a Liang

En febrero de 2002, casi todo estaba preparado. El día 27, Liang fue invitado por un amigo a reunirse con él en su empresa para hablar sobre negocios.

Era una trampa. La policía lo estaba esperando, y Liang fue secuestrado.

Liang sabía que sus planes secretos se habían filtrado, ya que después del ensayo no habían hecho nada más. Fue torturado por información, pero no dijo nada. Sin embargo, estaba preocupado por su equipo: “¿Estarán a salvo? ¿Podrán hacerlo bien? ¿Se enterarán las personas de la verdad?”.

La leyenda de Liu Chengjun

Poniéndose a la altura de las circunstancias

Muchos miembros del equipo se pusieron nerviosos cuando se enteraron del arresto de Liang. ¿Se encontraba bien? ¿Sería capaz de resistir las torturas? ¿Se descubriría su base? ¿Debían trasladarse o simplemente cancelar los planes?

Liu Chengjun, uno de los “Tres Mosqueteros”, no estaba preocupado. Conocía bien a Liang, y sabía que nunca delataría al equipo, sin importar qué.

Nunca hubo líder ni director oficial. Liang era el coordinador, y todos cooperaban en base al trabajo de equipo. De esta forma el equipo no colapsó por causa del arresto de Liang. Mientras que el equipo contara con un coordinador, los planes podían seguir adelante.

Liu Chengjun se levantó para la ocasión y se convirtió en el nuevo líder del equipo.

Asignando responsabilidades

En la noche del 3 de marzo, cinco días después de que Liang fuera arrestado, Liu Chengjun convocó a todos para una reunión. Dijo: “Un grupo de practicantes serán sometidos a juicio el 6 de marzo. Debemos permitir a las personas conocer la verdad sobre Falun Gong antes de eso y apoyar a los practicantes arrestados. ¿Podemos estar listos para el 5 de marzo?”.

“Por supuesto”. Y entonces se crearon cuatro subgrupos.

Liu Weiming accedió a estar a cargo de una de las ramas principales de Changchun

“¿Sun Changjun, puedes hacerte cargo de la otra rama principal?”, preguntó Liu Chengjun.

“Lo veo difícil. La otra rama no es fácil de controlar. Temo no poder manejarla. Además, tengo la tarea de escribir un informe sobre los detalles técnicos para Minghui, y todavía no alcanzo a terminarlo”, respondió Sun Changjun.

“Muy bien, entonces. ¿Zhang Wen, puedes hacerlo tú?”. “No hay problema”, respondió Zhang Wen, el electricista profesional.

“Li Dehai, tu puedes tomar a una persona, y yo tomaré a otra. Iremos a la ciudad de Songyuan. Estoy familiarizado con la situación de allí y nos haremos cargo de las dos ramas principales de la ciudad”.

“Lei Ming, tú puedes ayudar a Zhang Wen; y Chang Changjun, tu ayudarás a Liu Weiming”.

“Los demás estarán pendientes de nosotros con pensamientos rectos. El 5 de marzo, a las 7 p.m. nos introduciremos en estas cuatro ramas principales y comenzaremos a transmitir simultáneamente”.

El tiempo apremiaba. Los cuatro subgrupos probaron y volvieron a probar los equipos. Zhou Runjun se encargó de preparar los uniformes para que todos parezcan trabajadores corrientes.

“No se preocupen”, dijo Zhou Runjun, “Me encargaré de limpiar esta casa y despejarla, volverá a quedar vacía”. La casa, sin mobiliario, fue el hogar de todos los miembros del equipo.

La historia de Liu Chengjun

Liu Chengjun era ahora el coordinador principal.

Liu Chengjun (primero a la izquierda) y su familia. Su hermana, Liu Lin, está en el centro.

Liu Chengjun tenía 31 años en 2002. Era alto y fuerte. En su ciudad natal, Nong’an, solía ser un buscapleitos. Nadie se atrevía a enfrentarlo. Pero practicar Falun Gong lo cambió fundamentalmente, y pasó de ser un matón a un caballero que creía y vivía bajo los principios de Verdad – Benevolencia – Tolerancia. Su familia y amigos fueron testigos del poder de Falun Gong por medio de su transformación.

Después de que comenzara la persecución, Liu fue varias veces a Beijing para apelar por Falun Gong. En cada ocasión fue arrestado y encarcelado. El 1 de octubre de 2001, volvió a ir a Beijing. Esta vez, desplegó una bandera de Falun Gong en la Plaza Tiananmen y gritó “Falun Dafa es bueno” a los turistas.

Policías y oficiales encubiertos trataron de capturarlo, mientras él corría y gritaba. Luego de correr tres vueltas alrededor de la plaza, fue alcanzado.

Se rehusó a revelar su nombre a pesar de las torturas. Como forma de protesta, inició una huelga de hambre. Los policías ataron sus manos y pies a una cama y lo alimentaron de forma forzada. Lastimaron su rostro, nariz, boca y garganta.

Aún así, seguía intentando aclarar la verdad acerca de Falun Gong. Los policías se dieron por vencidos y le preguntaron: “¿Qué podemos hacer para que vuelvas a comer?”. “Quiero una copia de Zhuan Falun”.

Zhuan Falun es el libro principal de Falun Dafa. Cuando comenzó la persecución, el partido comunista confiscó y destruyó gran cantidad de copias del libro en todo el país, porque sabían que quien lo leyera conocería la verdad sobre Falun Gong y podría ver más allá de la propaganda difamatoria del partido.

Muchos policías se quedaron con una copia y la escondieron. Algunos la leyeron y cambiaron su impresión acerca de Falun Gong.

Poniendo su vida en riesgo, Liu Chengjun resultó triunfador; un policía le entregó una copia de Zhuan Falun. Más tarde fue liberado, debido a que por aquel tiempo había tantos practicantes apelando por Falun Gong en Beijing que todos los centros de detención, campos de trabajo y estaciones de policía se encontraban desbordados. Muchos practicantes se negaban a revelar sus nombres y algunos eran liberados.

Luego de su liberación, Lui Chengjun concluyó que apelar era inútil. Así que comenzó a producir volantes y folletos para clarificar la verdad por sí mismo. Cargaba todos estos materiales en su camioneta, y los distribuía a todo lo largo de la carretera 302, a las personas de su pueblo natal, Nong’an, y en los condados cercanos. Se ganó un apodo: “Camioneta”.

Corrió muchos riesgos y otra vez fue arrestado. En el centro de detención, la policía trató de golpearlo. Liu Chengjun, alto y fuerte, se paró ante ellos y dijo: “¡No se atrevan!”.

Se asustaron. Historias y rumores sobre Liu, verdaderos o falsos, comenzaron a propagarse dentro del centro: “Es capaz de tragarse un bollo de arroz de un solo bocado”, “Es el jefe de una pandilla del bajo mundo”, “Tiene conexiones con altos funcionarios del gobierno”.

En realidad, Liu Chengjun, no era capaz de volver a pelear. Solo quería asustar a los policías. Como se enseña en Zhuan Falun: “Siendo alguien que refina gong, debes, ante todo, ser capaz de no devolver el golpe al ser golpeado, ni devolver la injuria al ser injuriado, tienes que ejercer Ren”.

Desde el comienzo de su cultivación hasta el final de su vida, Liu Chengjun nunca se apartó de estas enseñanzas, incluso en los momentos en que fue brutalmente torturado.

Una fría noche de octubre, mientras todos dormían, Liu escaló un muro del centro de detención y escapó. En el centro temieron que los mandos superiores los hicieran responsables de lo ocurrido, así que dijeron que lo habían liberado.

Más tarde, Liu fue nuevamente arrestado mientras repartía materiales de Falun Gong. Fue encerrado en un campo de trabajo forzado, y aquí conoció a Liang Zhenxing.

Ahora adelantémonos a la noche del 5 de marzo, cuando Liu y sus compañeros practicantes estaban a punto de colarse en la señal de televisión.

Liu Chengjun y Li Dehai tomaron a dos practicantes y se dirigieron al condado de Qiangguo, en la ciudad de Songyuan. Allí pudieron introducirse sin problemas en la señal de televisión y transmitieron los videos de Falun Gong.

Ya de regreso a casa, vieron coches de policía correr con sus sirenas encendidas en dirección a la ciudad de Songyuan, desde donde acababan de partir.

Luego de retornar a Changchun, Liu Chengjun quería saber el resultado de la heroica acción, y salió a ver por si mismo. A la mañana siguiente regresó, estaba conmocionado. Con lágrimas en los ojos, dijo a todos los miembros del equipo: “¡¡Lo logramos!! ¡¡Gracias, a todos!!”.

“En todas partes las personas hablan sobre la verdad de Falun Gong, incluso en público, como en los autobuses. ¡La transmisión se sostuvo por más de 20 minutos en una de las ramas y 30 minutos en la otra! Toda la ciudad está en estado de shock”.

(Continúa en la Parte 2)