(Minghui.org) Me gustaría compartir mi entendimiento de lo que significa, verdaderamente, seguir como un practicante las palabras del Maestro. Déjenme empezar compartiendo un relato de un aprendiz de artes marciales que aprendía en la cueva de una montaña.
Relato sobre el aprendizaje de las artes marciales
Alguien me contó un relato cuando era un niño sobre un aprendiz de artes marciales quien aprendía de su maestro en la cueva de una montaña.
Hacer fuego para cocinar
El maestro no le enseñó nada al comienzo. Simplemente le ordenó que hiciera fuego para cocinar.
Al inicio su maestro le dijo que quemara tallos de sorgo, pero que tenía que romperlos en pedazos pequeños, con sus manos desnudas antes de ponerlos en el fuego. Él hizo lo que su maestro ordenó.
Al principio le fue bastante difícil. Sus dedos y manos se hincharon y estaban tan adoloridas que difícilmente podía tolerarlo. Pero continuó haciendo lo mismo día tras día. Con el tiempo llegó a ser fácil para él romper los tallos de sorgo en pedazos, y sus manos ya no se hinchaban.
Después su maestro le dijo que quemara bambú de la misma forma. El obedeció las palabras de su maestro y quebró el bambú con sus manos en pequeños trozos antes de ponerlo en el fuego. Tras otro periodo de esmerado trabajo, él pudo romper el bambú con sus manos desnudas.
Más tarde su maestro le dijo que rompiera la madera en pequeños trozos para mantener el fuego encendido. De nuevo hizo lo que su maestro le dijo al cien por ciento.
Muchos años pasaron volando. Él pasó cada día haciendo lo mismo. Un día de pronto se dio cuenta que no había hecho nada, sino solo mantener el fuego de la cocina, sin embargo su maestro no le había enseñado artes marciales todavía. Él le suplicó a su maestro que le enseñara artes marciales.
Su maestro sonrió y dijo: “Ahora es tiempo de que abandones la montaña”.
Él no dijo nada, solo dejó la montaña y regresó a casa.
De regreso a su hogar en el pueblo
La gente en su pueblo le preguntó: “¿Cuáles artes marciales aprendiste en la montaña en todos estos años?”.
Él lo pensó por un momento y contestó: “Aprendí a hacer fuego para cocinar”.
Se rieron de él diciendo: “No necesitas ir a la montaña para aprender tan solo cómo hacer un fuego. Pudiste simplemente quedarte en casa y aprender por ti mismo”.
La gente pensó que era torpe y tonto, lo miraron con desprecio y lo insultaron.
Derrotando a los bandidos y protegiendo al pueblo
Un día, unos bandidos vinieron al pueblo y le robaron a la gente. Nadie se atrevió a detenerlos y se quedaron de pie mirando cómo los bandidos se aprovechaban de ellos.
Cuando los bandidos llegaron a la casa del aprendiz, él se levantó y se defendió. Uno de los ladrones se le acercó con un bastón. El aprendiz le arrebató el palo y lo rompió fácilmente.
Los bandidos lo rodearon, pero él no tenía miedo y luchó contra ellos. No tuvo ningún problema en destruir sus bastones de madera. Los bandidos se sintieron intimidados y huyeron del pueblo.
Él había protegido a los aldeanos y todos se maravillaron de las habilidades y lo miraron como a un héroe.
Él no fue consciente de sus extraordinarias habilidades en artes marciales hasta ese momento. Entonces recordó el tiempo con su maestro en la cueva de la montaña. Ahora comprendía el corazón de su maestro y pudo apreciar los esfuerzos de su maestro para entrenarlo.
Reflexiones acerca de seguir las palabras del Maestro
El relato anterior ilustra un asunto muy importante en la cultivación: seguir las palabras del Maestro al cien por ciento
Abandona la búsqueda y cree en el maestro al cien por ciento
Si el maestro del aprendiz hubiera revelado en el inicio que romper bambú en pedazos es en realidad practicar Kung Fu, él lo hubiera hecho con el apego de búsqueda y no hubiera alcanzado el nivel al que llegó.
Además tuvo que ser probado para ver si tenía la confianza firme en su maestro y podía seguir las palabras de su maestro.Este fue un elemento clave en cuanto a si podía aprender o no la verdadera habilidad de su maestro.
Sabemos que mediante la práctica de Falun Dafa, un practicante puede llegar más allá del reino de los seres humanos y finalmente lograr la perfección. Es la cosa más solemne.
El que un practicante pueda creer en el Maestro al cien por ciento y seguir las palabras del Maestro para hacer bien las tres cosas, determina si puede alcanzar la perfección.
Apreciar la oportunidad preciosa de cultivar Dafa
Algunos practicantes que conozco todavía no ven la importancia de la cultivación y cumplen pobremente como practicantes.
Algunos piensan que el estudio del Fa es aburrido y encuentran excusas para evadirlo. Algunos no quieren hacer los ejercicios por miedo al dolor. Algunos no han hecho los ejercicios por varios años. Algunos absolutamente tienen problema haciendo los ejercicios. Algunos no se sientan en meditación y todavía no se pueden sentar en la postura de loto. Algunos se sientan en meditación por solo 20 o 30 minutos cada vez.
Algunos practicantes solo distribuyen materiales para la clarificación de la verdad de vez en cuando. Ellos ven eso como cultivación.
Tales practicantes no aprecian la oportunidad preciosa de cultivar Dafa. Están perdiendo el tiempo extra que el Maestro nos ha dado al soportar tremendo sufrimiento. Está llegando el final, pero ellos todavía no aprecian este tiempo.
Cuando la rectificación del Fa venga, cuando los genuinos practicantes de Dafa manifiesten sus poderes divinos; ¿Podrán tales practicantes ser capaces de alcanzar la perfección?
El camino de cultivación de cada practicante está pavimentado por el corazón y los sufrimientos del Maestro. ¿Quién puede, verdaderamente, entenderlo?
El Maestro quiere dotarnos con las mejores cosas del universo, pero algunos practicantes simplemente no quieren avanzar por miedo al dolor y al sufrimiento. Ellos no están siguiendo las palabras del Maestro, sino que siempre siguen sus propios pensamientos.
Debemos tener siempre en la mente: es el Maestro quien está salvando a la gente, y nosotros, necesitamos seguir su guía.
Lo anterior es solamente mi entendimiento. Por favor señalen cualquier cosa que encuentren inapropiada.