(Minghui.org) Al menos siete practicantes de Falun Gong están actualmente encarceladas en la prisión de Kangjiashan en Shenyang, provincia de Liaoning.
Antes eran los campos de trabajo forzado de Yinjia y Kangjiashan, ahora la prisión de Kangjiashan es una prisión municipal bajo la jurisdicción del buró de justicia municipal de Shenyang.
Prisión municipal de Kangjiashan, Shenyang.
Además, de los Sres. Han Chunlong, Qi Yufu, Wang Shouchen, Xu Guangshu, Zhao Chenglin, Liu Junbo, y Du Changyin, todos los meses traen nuevos practicantes.
La prisión de Kangjiashan tiene cuatro pabellones y un hospital. Los tres primeros pabellones tienen un promedio de 130 reclusos. El cuarto pabellón es para ancianos y discapacitados, y tiene menos detenidos relativamente. Hay entre 400 y 500 reclusos en total sirviendo cinco años o menos.
Coerción y vigilancia estricta
Cuando un practicante de Falun Gong llega a la prisión, usualmente los reclusos lo llevan a una habitación donde no hay cámaras para amenazarlo a que renuncie a su fe. Si se niega, lo torturan.
Las formas más comunes de tortura incluyen:
- Descargas eléctricas con múltiples picanas
- Golpizas salvajes, especialmente en zonas sensibles, con botellas de plástico llenas de arena
- Privación del sueño o inanición
- Parado contra la pared incómodamente
- Sentado sin moverse en un banquito por largo tiempo
Ilustración de la tortura “separando las piernas”.
Tortura parado contra la pared.
Normalmente, cada practicante es vigilado las 24 horas por cuatro reclusos. Están rodeados de reclusos incluso cuando comen o duermen. No tienen permitido hablar con nadie ni hacer llamadas telefónicas a sus familiares.
Un recluso del segundo pabellón una vez dijo que un practicante murió torturado en el tercer pabellón por no renunciar a Falun Gong, pero la prisión nunca sufrió ninguna repercusión.
Visitas familiares estrictamente reguladas
La prisión tiene regulaciones estrictas con respecto a las visitas familiares de los practicantes, que a menudo vadean durante años antes de conseguir aprobación para ver a los practicantes.
Después que la familia del practicante llega a la prisión, la seguridad en la entrada tiene que informar a cada pabellón. Un guardia le dice a la familia que llene una planilla especial, solo para practicantes de Falun Gong, lo que incluye el nombre del practicante, el “crimen” y la sentencia. Todos los familiares también tienen que escribir sus nombres y número de identificación y verifican si practican Falun Gong ellos mismos. Si lo hacen, no tienen permitido entrar.
El formulario una vez lleno, es enviado al pabellón, luego a la oficina de administración, y finalmente al jefe de cada pabellón. Incluso después que la visita es aprobada, los guardias monitorean la sesión entera.
Trabajo forzado
Todos los practicantes y reclusos en la prisión de Kangjiashan tienen que hacer trabajo manual por largas horas todos los días sin paga. El primer y el segundo pabellón hacen más comúnmente bolsas para exportar a Japón, Corea del Sur, Rusia, Inglaterra, y México. El tercer pabellón hace lamparitas.
Los guardias golpean o electrocutan a cualquiera que no pueda terminar el objetivo diario. Muchos reclusos sufren problemas de salud a largo plazo como resultado de la extrema fatiga.