(Minghui.org) Mi sobrino y su familia fueron bendecidos por creer que Falun Dafa es bueno.
Él vive en el condado de Lanxi en Heilongjiang. Su familia tiene más de 64 hectáreas de cultivos.
Un día a fines de junio de este año, sin ninguna advertencia, una gran tormenta azotó el área. Granizos del tamaño de la yema de un huevo cayeron en su granja.
La familia entera estaba preocupada. Un año entero de trabajo duro podría haberse desvanecido.
El hijo de mi sobrino de repente recordó las palabras que yo le enseñé. Comenzó a decirlas en voz alta: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Falun Dafa es bueno!”.
Poco después, sus padres se le unieron. Todos estaban gritando “¡Falun Dafa es bueno!”. Lo hicieron así durante toda la tormenta.
Poco después, el cielo se puso celeste de nuevo. La familia se apresuró a ir al campo para inspeccionar el daño. Pero no había daño. Estaban tan contentos y no podían creer lo que veían.
Sin embargo, los cultivos de los campos aledaños quedaron seriamente dañados por la granizada.
Los aldeanos que fueron testigos de esto, estaban confundidos.
Preguntaron: “¿Por qué sus cultivos no se dañaron con la granizada?”.
El hijo de mi sobrino les contestó: “Cuando comenzó la tormenta, gritamos sinceramente ‘Falun Dafa es bueno’. Es por eso que nuestros cultivos se salvaron; ¡Es asombroso!”.
La familia de mi sobrino ya sabía de Falun Dafa porque les aclaré la verdad y reconocen la bondad de Dafa. También renunciaron a su membresía al partido y sus organizaciones.
Sus vidas ahora están bendecidas.