(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa con mis padres cuando tenía cinco años. Era muy fácil para mí sentarme en posición de loto y no tenía muchas nociones humanas. Muchos practicantes ancianos me decían que quisieran ser como yo.
A medida que tuve contacto con más cosas ordinarias, mis pensamientos se volvieron gradualmente más complicados. En la universidad, muchos de mis compañeros utilizan frecuentemente dispositivos para conectarse a las redes sociales a través del Internet, y yo hacía lo mismo.
Cada año surgen nuevas palabras de Internet, y yo seguí la misma línea, utilizando esas palabras para mostrar que estaba manteniendo el ritmo. Nunca pensé sobre el origen de estas palabras, y tampoco usé los estándares de Falun Dafa para evaluarlas. Utilizaba estas palabras con frecuencia y pensaba que, si no lo hacía, mis compañeros me tratarían de manera diferente.
En mi último año de universidad, tuvimos un curso en donde hicimos un proyecto de equipo. El profesor nos dio más de 20 temas a seleccionar y elegí el tema "palabras insultantes en Internet". Se lo recomendé a los miembros de mi equipo y ellos lo aprobaron por unanimidad.
No sé cómo me surgieron tantas ideas buenas acerca de cómo diseñar el cuestionario, cuáles preguntas hacer, qué palabras populares de Internet seleccionar, y cómo analizar los datos. Por lo general no era un líder, pero para este proyecto me convertí de manera natural en el líder de nuestro equipo. Todos pensaban que mis sugerencias eran muy buenas.
Mientras estuvimos preparando el cuestionario y analizando los datos, he descubierto que muchas de las palabras de Internet se originan en los insultos. En el caso de algunas palabras, se atenuó su pronunciación. Para otras palabras, se cambió su uso, y en otros casos cambió la naturaleza de las palabras.
Independientemente de cómo habían cambiado, el significado ofensivo de estas palabras no cambió. La gente utiliza estas palabras todos los días, pero no se da cuenta que insulta a los demás, porque sus valores morales se han deteriorado. Hasta ese momento, no me daba cuenta que yo estaba también a la deriva junto con esa corriente.
Nuestro equipo hizo un buen trabajo. El profesor quedó satisfecho, y quiso que redactáramos un artículo entre todos. Él también nos permitió omitir otras labores, así que tuvimos más tiempo para trabajar en este proyecto. Esta situación fue realmente de mucha ayuda, puesto que tenía bastante tarea. Al final, obtuve una calificación muy buena en este curso.
Más tarde me di cuenta que Shifu me había dirigido a elegir ese tema por lo que pude aprender el origen de las palabras populares en el Internet. Me di cuenta que usar esas palabras era lo mismo que usar palabras insultantes.
Cultivando el habla y eliminando las malas palabras
Nunca había utilizado palabras vulgares, ni siquiera cuando era niño. Así que me quedé impactado cuando descubrí que esas palabras populares de Internet eran en realidad palabras sucias. Los cultivadores no deben usar ese tipo de lenguaje. Decidí corregir este mal hábito, pero el proceso no fue tan simple como pensé que iba a ser.
Algunas palabras se habían convertido en mi mantra, y las usaba con frecuencia. A menudo volaban de mi boca antes de que pudiera detenerme. Algún tiempo después de haberme dado cuenta que no debería hacerlo, continué diciendo esas palabras, y esta situación me molestaba.
Vivía en un dormitorio de la escuela, y muchos estudiantes utilizaban esas palabras populares que se vertían en mis oídos aunque no quería escucharlas. Era muy difícil cambiar mis hábitos del habla. No miraba hacia adentro, en cambio culpaba a los demás y a mi entorno.
Durante las próximas semanas, me levanté muy temprano cada mañana para estudiar el Fa seriamente y leer las conferencias de Shifu. Shifu nos dice que miremos hacia adentro y lo hice, analizado por qué estaba usando esas palabras populares de Internet.
Encontré que no estaba siendo estricto conmigo. No prestaba atención a cada uno de mis pensamientos y no los corregía. No consideraba si lo que decía perjudicaba a otros y tampoco pensaba si a los demás les gustaba escuchar lo que decía. Sólo me enfocaba en lo bien que me sentía usando esas palabras.
Después de que me di cuenta de mi problema, me pude contener antes de hablar, y pude rectificar mis pensamientos antes de abrir la boca. Poco a poco, empecé a sentirme incómodo cuando las malas palabras se deslizaban de mi boca accidentalmente. Finalmente, logré controlarme y no dejarlas que salgan y, con el tiempo, estas palabras se eliminaron de mi mente por completo.
Encontré otra razón por la que había utilizado esas palabras populares de Internet. Consultaba con regularidad las redes sociales. Todas las mañanas, en lugar de estudiar el Fa, lo primero que hacía era iniciar la sesión en estos sitios web, para ver si había ocurrido algo nuevo. Me estaba contaminando. Después de darme cuenta de esto, eliminé mis cuentas de redes sociales.
Cada vez que surgía un apego en mi mente, enviaba pensamientos rectos para eliminarlo. Me decía que aquel apego no era mi pensamiento verdadero. En poco tiempo, fui capaz de eliminar el deseo de visitar estos sitios web.
Esta tribulación me ayudó a comprender algo que dijo Shifu:
“Durante tu práctica de cultivación, no importa qué tipos de problemas encuentres, siempre que comiences por examinarte a ti mismo buscando las causas, serás capaz de resolver cualquier clase de problema. Cuando te enfrentes a problemas, debes buscar en tu interior. Como dije antes, no es que otros te traten inapropiadamente, sino, que existe algo que anda mal de tu parte. Por ejemplo, el gran cuerpo cósmico se encuentra en armonía, pero hay discordancia de tu lado y una situación enredosa ocurre sólo donde tú estás. Tú eres quien no está en armonía con los demás. Cuando encuentras la causa dentro de ti mismo y corriges el problema, la situación se volverá armoniosa y tranquila; todos te tratarán bien nuevamente. Utilicé un ejemplo simple para ilustrar este principio”. (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica)
Solía pensar que mis compañeros me tendrían aversión si no utilizaba esas palabras. Por otra parte, en vez de mirar hacia adentro, pensaba que se me dificultaba eliminar el uso de malas palabras debido al ambiente en que vivía.
Después de que cambié, mis compañeros ya no usan esas palabras tampoco, y nuestras relaciones no fueron afectadas de ninguna manera. A mis compañeros de clase les gusta hablar conmigo, y me buscan si tienen dudas acerca de las tareas.
Los practicantes jóvenes pueden ser afectados más fácilmente por el Internet porque están acostumbrados a comunicarse a través de ese. Me gustaría recordarles a los jóvenes practicantes que presten atención al habla y piensen en el origen de las palabras antes de usarlas.
También he notado que algunos practicantes maldicen acerca del clima. Me doy cuenta ahora que los seres superiores están a cargo del tiempo. Por lo tanto, al maldecirlo, es como insultarlos a ellos, lo que es algo grave y se debe corregir.
Nada de lo que suceda en la cultivación es una cosa trivial. He utilizado mi ejemplo de cultivar el habla para animar a otros practicantes a mejorar juntos.