(Minghui.org) Después que el partido comunista chino (PCCh) lanzó la brutal persecución a Falun Dafa y la policía destruyó nuestros medios para obtener los libros y los materiales de Dafa, los practicantes de otras ciudades me ayudaron a instalar un sitio de producción de materiales en nuestra área.
Estaba tan preocupada con la producción y distribución de materiales que bajé el ritmo de mi cultivación. Fui arrestada por la policía en mayo de 2003.
Me golpearon brutalmente y mi cara se deformó. Cuando me enviaron a un centro de detención, toda la gente en mi celda estaba asustada viendo los moretones en todo mi cuerpo. Pensaron que debí haber peleado con alguien.
Expliqué que la policía me había golpeado por practicar Falun Dafa. “Quien lo hizo realmente debe ser una persona indigna”, decían algunas de las internas. “¡Qué vergüenza!”.
Madre angustiada
Esa noche en la celda, una mujer en sus cuarenta estaba llorando en su cama. Parecía tan triste y angustiada.
Me contó que ella y su hija de 14 años vivían en un suburbio y pidieron ayuda al gobierno para llegar a fin de mes. Desafortunadamente, el dinero que les dieron fue robado por un oficial del gobierno local. Fue a la oficina gubernamental todos los días con la esperanza de conseguir su dinero de vuelta, pero al final fue enviada al centro de detención con cargos de perturbar el orden público.
Estaba muy preocupada por su joven hija, que estaba sola y desamparada en su casa.
Hablamos sobre que estábamos viviendo en un mundo oscuro y problemático y cómo el PCCh educó a sus oficiales corruptos sin importarle el bienestar de la gente.
Le conté que era una practicante de Falun Dafa y cómo fui cruelmente abusada por ser una buena persona, siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Le mostré los moretones en todo mi cuerpo. También le dije: “Hay decenas de miles de practicantes de Falun Dafa que han experimentado una persecución incluso peor del PCCh”.
Después de escuchar mis palabras, finalmente dejó de llorar. Le pedí que mantuviera en su mente las palabras: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
Joven mujer con un brazo roto
Noté una joven mujer con un brazo vendado. Estaba teniendo dificultades en el cuidado de sí misma, así que le ofrecí ayuda para peinar su cabello, lavar su cara y lavar sus prendas todos los días.
Se conmovió hasta las lágrimas. “Eres realmente una buena persona. Ni siquiera mi propia hermana fue tan amable conmigo”.
Mujer de mediana edad al borde del colapso
La atmósfera en el cuarto se ponía tensa a veces, cuando una cierta mujer de mediana edad hacía ruido y se enfadaba ruidosamente.
Averigüé que había sido acusada de un intento de encubrir un asesinato cometido por su hija y su yerno. Su hija y su yerno habían sido sentenciados a muerte. Esta mujer estaba al borde del colapso.
Intenté ayudarla a pensar más claramente acerca de las acusaciones hechas contra ella. También le recité el poema del Maestro: “Una persona recta”, de Hong Yin. Toda la gente en la celda se reunía alrededor de nosotras y escuchaba silenciosamente. El espíritu del poema llegó a todas. Muchas querían aprenderlo en sus corazones, así que lo tallé en la pared.
Cuidando chicas arrestadas
No mucho después, tres jóvenes mujeres fueron arrojadas a la celda. Habían sido acusadas de prostitución.
En la noche no les habían dado frazadas, así que les ofrecí la mía. Podía dormir toda vestida y no me preocupaba mucho esto. La guardia de la noche también vio esto y dijo: “¿Vieron todas eso? Los practicantes de Falun Dafa son realmente maravillosos. Es un ejemplo excelente para seguir nosotros”.
Incluso una de las detenidas expresó su deseo de aprender más de Falun Dafa tan pronto como fuera liberada. Me pidió mantenerme en contacto con ella y dejarle la dirección de mi casa.
La chica vendiendo divisas falsificadas
Un día, una chica de 20 años estaba llorando miserablemente cuando fue llevada a la celda. Había sido arrestada por vender divisas falsificadas.
Sentí mi compasión surgir cuando fui sobre ella. Le dije que su comportamiento fue de verdad malo y que podría afectar a toda la gente en su vida. Entonces le aconsejé volver a ser ella misma y establecer una correcta perspectiva de la vida.
Le expliqué por qué ser considerado hacia los demás nos lleva mucho más lejos en la vida que cualquier otra cosa. Ella asintió y dejó de llorar.
Desagotando el baño
Era un húmedo y caluroso día de verano cuando el baño se tapó en la celda.
Había sólo dos opciones para solucionar el problema. Una era que podíamos pagar 30 yuanes por persona para que un plomero lo arreglara; la otra era que podíamos desagotar el baño nosotras mismas. Pero ninguna estaba dispuesta a tomar el sucio y agotador trabajo.
Sin quejarme, ofrecí mi ayuda. Envolví mis brazos y manos con dos grandes bolsas plásticas y lo desagoté.
En un rato, el baño fue reparado. El guardia dijo fuertemente: “Una vez de nuevo, fuimos testigos cuán maravillosa es la gente de Falun Dafa”.
Miró a todas en el cuarto. “Todas deben aprender algo de ellos”.
No puedo olvidar aquellos días. Siempre que hacía los ejercicios de Falun Dafa, la gente en la celda incluso me ayudaba a tapar la vista de los guardias.
Dejando el centro de detención
El día que fui transferida del centro de detención al campo de trabajos forzados, Me encontré rodeada por todas. Aún estaban reacias a decirme adiós.
Cuando un guardia me sacó fuera de la celda, una detenida le gritó. “¿Cuál es el problema con Falun Dafa?”, le gritó. “¡Eres cruelmente malo! ¡Sabemos que el partido comunista chino es brutal y vicioso!”.
Luego, cuando un familiar me visitó en el campo de trabajo, me contó que un guardia en el centro de detención me había mandado sus mejores deseos y dijo que Falun Dafa es bueno.