(Minghui.org) En un área montañosa de nuestra ciudad, está nuestro pueblo con más de 80 practicantes de Falun Gong. Después que comenzó la persecución el 20 de julio de 1999, el director de la oficina 610 de nuestro pueblo hizo un montón de cosas malas a los practicantes.
Varios parientes del director practicaban Falun Gong, y él le pidió ayuda a su esposa para lavarles el cerebro en una sesión, incluso quería que ella los convenciera que renunciaran a Falun Gong.
Su esposa se quedó unas semanas con sus parientes y se dio cuenta cuán honestos y considerados eran todos. Incluso estableció una buena amistad con ellos. Poco después le pidió a su esposo que renunciara a su trabajo, y ella nunca más volvió a intentar lavarles el cerebro a los practicantes.
El director reflexionó sobre sus experiencias con los practicantes y se dio cuenta que eran diferentes de la mayoría de la gente, que todos tenían altos valores morales y eran verdaderamente amables y afectuosos. Viendo su determinación genuina en defender su derecho a practicar Falun Gong, él admitió para sí: “Solo Falun Gong, con sus altos estándares morales, puede generar tal tipo de buenas personas”.
Después de darse cuenta de esto, el director decidió tratar amablemente a los practicantes. Incluso le pidió a su esposa que fuera a sus casas a disculparse. Le pidió a los practicantes que no lo culparan, porque a él lo forzaron a hacer lo que antes hizo. Renunció como director a la oficina 610.
También invitó a los practicantes a comer a su casa. Si ellos no iban, él decía: “¿No me perdonan? Estoy realmente arrepentido. No haré más eso incluso si implica que termine sin trabajo”.
Policía de un área montañosa: “Falun Gong es tan bueno”
A principios de diciembre de 2009, otro practicante y yo fuimos a un área remota de la montaña para repartir materiales de Falun Gong. Mientras estábamos allí, alguien nos denunció a la policía. Varios autos de policía aparecieron y bloquearon el camino y nos atraparon.
Mientras estábamos en la comisaría, enviamos pensamientos rectos y recitamos Lunyu y Hong Yin. La policía allí había visto y escuchado la propaganda del partido comunista contra Falun Gong, pero nunca habían encontrado practicantes de Falun Gong en persona.
Como no sabían la verdad de la persecución, les explicamos y les pedimos que renuncien al PCCh. Les dijimos que Falun Gong es de la Escuela Buda y que Falun Gong trajo honor a China al practicarse en todo el mundo.
Cuanto más hablaba, más fuerte se hacía mi voz. Quería que la gente de afuera me escuchara, y cada vez más gente se juntó alrededor. Un oficial dijo: “¿Qué haces? ¿Cómo es que eres tan buena hablando? En mi opinión podrías ser el secretario del partido de la ciudad”.
Otro oficial dijo: “Si sigues hablando, querré practicar Falun Gong, también”.
El jefe de policía dijo: “Si hubiera sabido que Falun Gong es tan bueno, no hubiera llamado al equipo de seguridad doméstica por ustedes. Ahora están en su camino hacia aquí. ¿Qué tal si los dejo ir?”.
Yo dije: “Pero todavía no hemos comido”.
Otro oficial respondió: “No hay más comida aquí, pediré unos fideos para ustedes”.
Y cuando los oficiales del equipo de seguridad doméstica llegaron para llevarnos, tres oficiales de la comisaría nos alentaron para que los ayudemos a renunciar al partido también.
El jefe de policía trajo dos cartones de cigarrillos para los oficiales de seguridad doméstica, y les pidió que nos trataran amablemente. Él nos escoltó en persona todo el camino al centro de detención. Le dijo a mi esposo: “Deberías ir a buscar a alguien que ayude a tu esposa a salir de ahí. Ella ahora es famosa en nuestra ciudad”.
Sonreí al ver la amabilidad en su corazón hacia los practicantes de Falun Gong.