(Minghui.org) A la tarde, después de un día ajetreado, parado en la ventana, podía ver las luces sombrías y la gente aun dando vueltas en el laberinto. Me venció la emoción al sentir la urgencia de salvar seres conscientes y la importancia de cultivarnos bien mientras asumimos tales enormes responsabilidades.
Siempre recuerdo que cuando enfrento el atareado mundo lleno de tentaciones e interferencias no debo involucrarme mucho, y debo siempre medirme con los requerimientos del Fa y considerar las cosas amargas como oportunidades de la cultivación.
Debo estudiar el Fa con mi corazón y fundirme en el Fa para que cada partícula de mi cuerpo esté sumergida en los principios del Fa, y las cosas de la gente de hoy en día no tengan lugar en mi mente o cuerpo. En mi corazón, solo está Dafa que me guía en mi cultivación y los seres conscientes que esperan desesperadamente ser salvados.
Cuando nuestra mente está en el Fa, todo puede cambiar
Solía hacer muchas cosas con un practicante en nuestra área, pero más tarde él fue por mal camino y delató a unos pocos compañeros practicantes, quienes en consecuencia fueron arrestados. Escuché que el mencionó mi nombre en particular. Estaba bajo mucha presión en ese tiempo. Sin embargo, sabía que no debía dejar que el mal venciera.
Era un día gris y estaba lloviznando cuando arrestaron a esos practicantes. Mi corazón se sentía muy pesado, pero continué haciendo lo que tenía que hacer. Camino a lo de un practicante para traer una computadora e instalar un software, seguía mandando pensamientos rectos y recordé las enseñanzas del Maestro:
Si cada Dafa dizi tuviera acciones y pensamientos rectos mientras hace las cosas, y pudiera ver la cosas con pensamientos rectos bajo cualquier circunstancia, ninguno de ustedes tendrá miedo al enfrentarse con la persecución. Si así es como son, ¡quién se atreverá a perseguirte! ("Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005")
De repente me di cuenta de que mi vida pertenecía a Dafa y a los seres conscientes. Vine a este mundo humano con la misión de salvar a la gente que ha sido engañada por mentiras, y mi vida no tiene nada que ver con las viejas fuerzas.
Inmediatamente sentí una fuerza invencible dentro mío conectada con el Fa, y nadie podía hacer temblar mis pensamientos rectos. El sentimiento de ansiedad, que tenía antes, desapareció sin dejar rastro.
Mis familiares estaban terriblemente asustados por el arresto en masa, y desesperados me urgieron que dejara mi casa para evadir daños. En calma les expliqué, en una manera que pudiesen entender, lo que pensaba.
Al final se calmaron y me dijeron: “Tuvimos una discusión y pensamos que no estarías a salvo en cualquier lugar que quisiéramos que vayas. Es más seguro tenerte cerca”. Supe después que el plan que tenían las viejas fuerzas había fracasado.
(Noveno Fahui de China en Minghui)