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Carta de Wang Zhiwen: Lo que sucedió después de mi liberación en 2014

Ago. 16, 2016 |   Por un corresponsal de Minghui

(Minghui.org) Danielle Wang tenía 19 años cuando su padre, Wang Zhiwen fue arrestado el 20 de julio de 1999 y después condenado a 16 años de prisión.

El Sr. Wang de 67 años, uno los principales coordinadores de la principal Asociación China de Falun Dafa fue arrestado cuando el partido comunista lanzó la persecución a la práctica espiritual el 20 de julio de 1999.

Unos dos años después de la liberación del Sr. Wang, su hija y yerno, ambos ciudadanos americanos, viajaron a China para ayudarle con los documentos de inmigración para acompañarle de vuelta a los Estados Unidos.

De izquierda a derecha: Jeff (marido de Danielle), Sr. Wang y Danielle.

La Sra. Wang dijo: “Al principio estaba muy feliz y optimista, como obtuve su pasaporte y visado de inmigración con facilidad. Estaba segura que seríamos capaces de llevarle fuera de China”.

Su sueño se desvaneció en el control fronterizo de Guangzhou, provincia de Guangdong el 6 de agosto. Dijo al reportero: “Sin ninguna razón, cortaron una esquina del pasaporte de mi padre. Me dijeron que el ministerio de seguridad pública ordenó la cancelación del pasaporte”.

Mientras padre e hija fueron separados de nuevo, el Sr. Wang se las arregló para enviar el siguiente relato personal a Minghui.org.

***

Soy Wang Zhiwen, los siguiente es lo que me sucedió después de mi liberación.

Fui llevado derecho a un centro de lavado de cerebro en el condado de Changping en el mismo día de mi liberación, el 18 de octubre de 2014. No me permitieron volver a casa hasta una semana después.

Había cuatro cámaras de vigilancia instaladas cerca de mi apartamento, con dos personas encargadas de vigilarme durante todo el día. Todos mis vecinos sabían po qué estas personas estaban allí cada día.

El comité local de la calle y la oficina de la propiedad también me vigilaban todo el tiempo. Mi teléfono fue intervenido también.

La constante vigilancia diaria no solo interfería con mi vida diaria sino que también hacía duro que tuviera interacciones sociales normales con otras personas.

Había estado pensando irme con mi hija a los Estados Unidos, desde mi liberación, pero mi primera solicitud de pasaporte en noviembre de 2014 fue denegada, sin ninguna explicación. La policía simplemente me dijo que no cumplía los requisitos porque estaba todavía bajo arresto domiciliario.

Lo intenté de nuevo en enero de este año, y para mi sorpresa la solicitud fue aprobada.

Un mes después, Li Yajun y Wang Tongli, ambos oficiales de la comisaría de Yuetan, me ordenaron que registrara de nuevo el pasaporte. Me prometieron que me lo devolverían siempre que lo necesitara. Me negué a obedecer y les dije: “Dado que mi pasaporte ha sido aprobado, esto significa que está todo legal, y no tienen derecho a quitármelo”.

Después lo intentaron otra vez, y me negué de nuevo. No mucho después, me dijeron “anularemos tu pasaporte”.

A principios de julio de 2016, las autoridades intensificaron las vigilancias. Tenían a dos personas siguiéndome a todos lados. Antes, los agentes solían mantener una distancia de vigilancia, pero ahora iban a mi lado.

Cuatro oficiales vinieron a mi casa la mañana del 31 de julio y me avisaron: “No puedes dejar China mientras estés bajo arresto domiciliario. Debes presentar una solicitud en la comisaría cada vez que quieras viajar fuera de Beijing”.

Contesté: “No voy a admitir lo que dicen. Realicé los tramites legales para obtener mi pasaporte. No he ido en contra de la ley. Puedes volver a revisarlo tu mismo”.

Uno de los oficiales dijo que habían intentado comunicarme el problema de la mejor manera posible. Cuando reclamé sobre la interferencia de la vigilancia policial, me dijo que presentara un queja hacia arriba.

Me las arreglé para escaparme esa noche y embarqué de viaje a Guangzhou para solicitar mi visado de inmigración.

Me localizaron porque fui a pasar unos exámenes requeridos en un centro médico de Guangzhou.

El 5 de agosto, más de dos docenas de agentes se presentaron en mi piso de alquiler. Afortunadamente, el casero les echó fuera.

A la mañana siguiente, estaba preparado para dejar China rumbo a los Estados Unidos, cuando fui detenido en el aeropuerto. El agente del control de aduanas me vio en su ordenador y se asombró. “¿Has perdido tu pasaporte? El sistema dice que ha sido anulado”.

Continuó diciendo, “No hay ninguna razón indicada. Simplemente dije que fue cancelado por el ministerio de seguridad pública”. Después cortó la esquina de mi pasaporte.

Ha sido un largo camino desde que comencé a planear mi viaje a los Estados Unidos. Me ha llevado más de dos años para obtener los documentos legales requeridos.

No esperaba que mi viaje terminara así. Comparto mi experiencia con el público para que la gente sepa lo que esta haciendo el régimen chino para evitar que los ciudadanos se reúnan con sus familias.

Wang Zhiwen

7 de agosto de 2016.