(Minghui.org) Desde que era pequeña, mi esposa tuvo una salud muy pobre. Padeció múltiples enfermedades y tomó medicinas diariamente.
En noviembre de 2010 escuchamos sobre Falun Dafa y de sus beneficios para la salud, por lo que comenzó a practicar de inmediato. Ahora no tiene ninguna enfermedad y está llena de energía.
Viendo estos maravillosos cambios en su persona, apoyo su práctica a pesar de la brutal persecución por parte del partido comunista chino (PCCh).
De hecho, noté que después que comenzó a practicar, muchas cosas buenas sucedieron en nuestra familia: mi bronquitis desapareció y la vida de mis hijos transcurre sin problemas en todo sentido.
Yo no empecé a practicar, sin embargo ahora que soy un maestro jubilado, me he tomado el tiempo para leer los libros de Falun Dafa y sé que esta es una disciplina muy buena y virtuosa.
Ante la persecución, mi esposa se unió a muchos practicantes de Falun Dafa en China para informar la verdad a la gente mediante la distribución de folletos y persuadirla para que renuncie al PCCh.
Mi hijo y yo donamos más de 20.000 yuanes para volantes a sus pequeñas imprentas establecidas en hogares.
Luego que la masiva influencia global de demandar a Jiang Zemin comenzó, ella también presentó un reclamo criminal en su contra por lanzar la persecución.
Un día, estando solo en casa, tres agentes golpearon la puerta. Vinieron a interrogarnos sobre la demanda. Revisé sus credenciales y los dejé pasar. Previamente, mi esposa y yo habíamos estado hablando sobre que debíamos ser amables y educados con todo el mundo, incluyendo la policía.
Cuando preguntaron sobre la denuncia les dije la verdad. “La libertad de creencia, de expresión y de correspondencia son derechos de todos los ciudadanos en virtud de la constitución”, manifesté. “Y estos deben ser protegidos por la ley”.
Les conté sobre los beneficios de la práctica. “Mi esposa y yo solo nos arrepentimos de no haber conocido antes a Falun Dafa. Esta enseña a las personas a ser buenas, mientras mejora su salud. Si el gobierno no la estuviera persiguiendo, más gente se beneficiaría”.
Escucharon sin interrupción. Hablé por más de una hora, y partieron con buen ánimo. Pude sentir los cambios en sus actitudes.
Si todos pudieran seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia, creo que el mundo sería un lugar mucho mejor.