(Minghui.org) Recientemente una practicante de Tianjin fue arrestada. Después que la policía conoció sobre Falun Gong y la persecución, la ayudaron a conseguir la libertad.
La señora Wu, de cincuenta años, estaba en las calles diariamente para contarle a la gente sobre la disciplina y la persecución.
En los últimos días habló con un joven hombre que resultó ser un policía vestido de civil. Llamó a otros dos oficiales y la arrestaron.
La llevaron a la comisaría. Cuando el director fue a verla, la mujer le contó sobre las bondades de Falun Gong y cómo se curó de cáncer en su última etapa a través de la práctica.
Los oficiales en la habitación no dijeron una palabra luego de escucharla, pero no se animaron a liberarla y la enviaron al centro de detención.
Allí le realizaron un examen físico, que mostró alta presión arterial. Quisieron dejarla en libertad y pidieron al organismo penitenciario que les dieran una carta de rechazo basada en el resultado del chequeo médico efectuado. Los funcionarios de la institución se negaron, alegando que necesitaban una nota confirmando el diagnóstico.
Los oficiales trajeron de la casa de la señora Wu un documento de hace diez años, donde constaba el diagnóstico de cáncer. En el centro no lo aceptaron, ya que era antiguo. Luego los agentes encontraron un médico que la conocía, quien emitió el certificado. Cuando lo recibieron, los encargados del lugar, expidieron el rechazo de detención.
La policía mostró su alivio. “Ahora puede ir a casa”. Mientras se alejaba, el director le dijo: “¡Le deseo buena salud!”.