(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en enero de 2014, después de haber sido testigo de la recuperación de un practicante de una serie de problemas de salud.
En abril de 2015, en un sueño, una mano negra atrapó mi cabeza y un campo negro me rodeó. En la desesperación, recordé que un practicante me había aconsejado que en momentos de peligro llamara al Maestro. Entonces grité: “¡Maestro, sálvame!”. Instantáneamente la mano negra desapareció.
Le conté a mi compañero sobre el sueño.
“El Maestro estaba preocupado por ti, te dio un indicio y te pidió que practicaras diligentemente”, me dijo. “Debes unirte al grupo de estudio del Fa”. Su casa se encontraba bastante lejos, por lo que me prometió encontrar una solución.
Algunos días más tarde, una nueva familia que practica Falun Dafa se mudó a mi comunidad. Fue un arreglo del Maestro y le agradecí.
El poder de Dafa
Tengo más de 50 años y no podía leer un pequeño impreso sin anteojos. Llevarlos todo el tiempo era bastante problemático.
Una semana en la práctica y pude ver claramente sin ellos. En ese momento, sentí una corriente cálida en aumento desde el corazón. Fui testigo del poder de Dafa.
Después que mi visión se recuperó, uno de mis colegas y su hermana me pidieron una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Los tres estudiamos juntos el Fa durante el descanso del almuerzo. Luego nuestro jefe también consiguió una copia y compró reproductor de cedé/devedé. Podíamos escuchar el Fa cuando no estábamos ocupados.
Participando de las actividades grupales
Durante el verano de 2015, la policía arrestó a varios practicantes y programó llevarlos a juicio. Otros fueron a la corte para enviar fuertes pensamientos rectos. Fue la primera vez que participé en esta clase de actividad grupal. Nadie realmente la organizó. Rodeamos el palacio de justicia y los enviamos.
Vi partículas del tamaño de semillas de sésamo negras cayendo del cielo. Pensé que los seres malvados detrás estaban siendo desintegrados. En la tarde, los practicantes que habían estado en la sala de audiencias nos contaron que los detenidos debían defenderse a sí mismos.
Nuestros pensamientos pueden reforzar los pensamientos rectos para los compañeros practicantes y mejorar su situación.
Negando los arreglos de las viejas fuerzas
Cuando pasé por la primera experiencia de ye de enfermedad, mi cabeza estaba a punto de explotar y me picaba. Me sentía mal en todas partes. Me fui a casa alrededor de las 4:00 p.m.
Allí escuché el audio de la versión de Zhuan Falun hasta el final, desde la Lección Primera hasta la Lección Novena. Envié fuertes pensamientos rectos cada hora. Me sentí un poquito mejor, pero la mitad del cuerpo aún me dolía al atardecer.
Compañeros practicantes enviaron fuertes pensamientos rectos para mí. A media noche envié también para eliminar los arreglos de las viejas fuerzas, afirmando que solo seguiría el sendero de cultivación que el Maestro arregló. Al día siguiente, estaba completamente recuperado.
Durante esta prueba de yeli de enfermedad, descubrí muchos de mis apegos. Ahora entendí que, en tanto crea en el Maestro y en Dafa, no hay nada que no pueda lograr.
Contándole a la gente sobre Dafa
Cuando comencé la cultivación, pensé que era suficiente si estudiaba Zhuan Falun y hacía los ejercicios todos los días. Un practicante me recordó que también debía estudiar las otras enseñanzas del Maestro.
Luego de hacerlo me di cuenta que necesitaba ayudar a salvar a la gente. En un comienzo tenía miedo de hablarle, incluyendo a mi familia, sobre Falun Dafa por la persecución.
A medida que pasó el tiempo, estudié más el Fa. Traté de contarle a mis familiares y compañeros la verdad sobre Dafa.
Me enteré que una compañera que hacía 30 años que no veía, había caído de un segundo piso y quedó paralizada. Entonces pensé en salvarla.
Unos días antes de visitarla, envié fuertes pensamientos rectos, le pedí al Maestro que me dé fortaleza y la deje obtener el Fa. Cuando le pregunté si había oído hablar de Falun Dafa, dijo que sí y que no estaba en contra. Le conté que Falun Dafa enseña a las personas a ser buenas. Sintió mi sinceridad, aceptó el libro Zhuan Falun y otros materiales de Dafa. Ahora estudia el Fa todos los días.