(Minghui.org) Una señora de 71 años de edad de Harbin, provincia de Heilongjiang no fue liberada bajo tratamiento médico sino hasta que cayó en coma. La Sra. Yang Ruiqin nunca pudo recuperarse de los problemas de salud que le produjeron las torturas. Murió cinco meses después.
La Sra. Yang fue sentenciada a tres años en abril del 2014 por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino. Fue detenida esta vez luego de haber sido enviada dos veces a campos de trabajo forzado.
Trabajaba en una compañía farmacéutica. La torturaron física y psicológicamente en la prisión para mujeres de Heilongjiang. Su salud se deterioró rápidamente y tuvo que ser enviada al hospital en varias ocasiones para ser resucitada.
Perdió la conciencia el 31 de diciembre del año pasado. Sólo entonces fue que la prisión le informó a su familia que tenía que pasar a buscarla. Sus seres queridos quedaron deprimidos al verla reducida a piel y huesos.
Permaneció hospitalizada durante sus días finales y falleció el 24 de mayo.
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