(Minghui.org) Un niño de cuatro años en Beijing soportó las 36 horas más terribles de su corta vida. Estaba con su madre cuando un grupo de oficiales se apersonaron. La policía recibió denuncias de que la Sra. Liu Gexin estaba hablando con la gente sobre Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.
Un camión de la policía golpeó al pequeño Xiaoyu por accidente y lo dejó tirado en el suelo. Sufrió moretones y lastimaduras en su rostro, brazo y rodilla.
El pequeño Xiaoyu fue atropellado accidentalmente por la camioneta policial.
Madre e hijo fueron trasladados a la comisaría a las 20 horas del 3 de junio. Mientras la Sra. Liu era interrogada, el pequeño se encontraba en una sala por separado para ser interrogado también.
Los oficiales intentaron sacarle el nombre de los padres, ocupación, su práctica de Falun Gong y su dirección al pequeño Xiaoyu.
La familia de Liu recibió un llamado de la policía una noche después, pidiéndoles que recojan a Xiaoyu por el orfanato local, que alberga a los niños cuyos padres se encuentran en prisión.
La familia estaba allí una hora después, y la policía les informó que habían cambiado de opinión.
La policía no entregó a Xiaoyu hasta las 20 h del 5 de junio. Mientras se recupera de esta traumática experiencia, su madre permanece detenida por negarse a renunciar a Falun Gong.