(Minghui.org) El mes de enero del 2016 marcó mis veinte años de practicar Falun Dafa. No hay palabras para describir la pureza, la grandeza y la gloria que he experimentado en Dafa. Quiero compartir unas cuantas historias cortas de cuando empecé a practicar Falun Dafa. Mi objetivo es alentar a los compañeros practicantes, y también alentarme, a mantenernos tan diligentes como solíamos ser en nuestros primeros días de cultivación.
El sitio de practica en el Campus del Sur de la Universidad de Jilin
Era una estudiante de posgrado de 22 años en la Universidad de Jilin cuando empecé a practicar Dafa en 1996. Había un sitio de práctica de Falun Dafa en el Campus del Sur. Mi primera visita al sitio de práctica fue en el invierno, cuando las temperaturas de -10 grados Celsius eran comunes.
Había una esquina relativamente más abrigada en el sitio de práctica, pero nadie trataba de ocuparla. En vez de eso, los practicantes veteranos y los asistentes del grupo se hacían cargo de mantener esta mejor zona para los practicantes nuevos. Algunas veces si alguien nuevo no usaba guantes, los practicantes veteranos inmediatamente se quitaban los guantes y se los pasaban a la persona nueva. Esto creó un ambiente de consideración hacia otros, por lo cual uno podía ver la bondad de los practicantes de Falun Dafa.
En ese tiempo, hacíamos los ejercicios de pie durante una hora en la mañana, el segundo ejercicio durante cuarenta minutos después de la cena, y la meditación después del estudio del Fa en la noche. Cada uno en el sitio de práctica era muy diligente.
Mi vida entera, había sido bastante consentida, exigente y le tenía miedo al trabajo duro. Era natural para mi dormir un poco más en la mañana. Un día, dormí un poco más cuando era hora de hacer los ejercicios. Soñé que el asistente de mi grupo estaba haciendo los ejercicios en la nieve, lo cual me recordó que ya no podía ser perezosa. Me di cuenta que mi pereza era una forma de demonio.
Hubo varios días ventosos en abril, lo cual hacía aún más difícil hacer los ejercicios afuera durante el frío invierno. El viento soplaba la arena hacia arriba contra nuestras caras y bocas. Un día después de la cena, luego de notar el cielo lleno de polvo amarillo, decidí perdonarme y no asistir una vez a hacer los ejercicios en grupo de la tarde.
Al poco rato, una compañera practicante tocó a mi puerta: “Vamos a hacer los ejercicios en grupo”. Me negué y ella se fue. No pasaron más de dos minutos, y otra compañera practicante se acercó: “Vamos a la practica grupal”. Sonreí. Parecía que Shifu no quería que me pierda los ejercicios aquella tarde.
De camino al sitio de práctica, un estudiante universitario de la provincia de Hubei se nos unió. Le comenté: “Mira la tormenta de arena en nuestra ciudad de Changchun. No existe la primavera aquí, a pesar que es llamada la ciudad de la eterna primavera”.
El universitario sonrió: “No sabes cuanto envidio que seas de Changchun, el cual es el lugar de nacimiento de Dafa. La ciudad se convertirá en un lugar sagrado en el futuro, a donde gente de todo el país vendrá en peregrinaje”. Al escuchar esto, me di cuenta de cuán pobre era mi entendimiento de la importancia de Falun Dafa.
En otra ocasión cuando estábamos haciendo el segundo ejercicio y sosteniendo la rueda en frente de la cabeza, el equipo de audio se quedó sin batería. El asistente del grupo dijo: “Continuemos. Por favor escuchen mis instrucciones”. Nos sentimos especialmente pacíficos y serenos, como si el tiempo se hubiese detenido, y nos mantuvimos en un reino espiritual muy hermoso. Después de los ejercicios, el asistente del grupo sonrío y dijo: “Hoy todos hicieron la postura de la estaca parada por más de una hora”.
En aquellos días, la mayoría de los practicantes jóvenes tenía mentes muy puras. Hablaban sinceramente sobre pasar tribulaciones, sobre sus errores y sus experiencias de cultivación. Cuando veíamos apegos humanos en los compañeros practicantes se los señalábamos directamente, mientras que los compañeros practicantes estaban abiertos a aceptar consejos. En nuestro grupo de estudio del Fa cada uno era capaz de sentir la confianza, la libertad, la alegría y la franqueza de ser abiertos los unos con los otros.
Los practicantes en nuestro grupo se beneficiaban de nuestro intercambio de experiencias con franqueza. Por ejemplo, un practicante habló sobre como entender: “sin ningún pensamiento de distracción”. Dijo lenta y pacíficamente: “Cuando comemos, debemos enfocarnos solamente en comer; cuando trabajamos, debemos enfocarnos solamente en trabajar”. Esto le hizo recordar a algunos practicantes que tenían mal genio y eran ansiosos sobre lo que tenían que fortalecer en su cultivación.
En otra oportunidad, el jefe de una practicante le pidió que mintiera en uno de sus documentos de trabajo. Parecía que esto debía ser hecho; de otra manera el documento no podía ser aceptado. Esta practicante estaba sufriendo para decidir qué hacer. Luego ella comentó este asunto durante el estudio de Fa grupal, y un compañero practicante inmediatamente recitó la enseñanza de Shifu: “Soy una persona que no dice aquello que no quiere decir, pero aquello que digo, tiene que ser verdad”. (Zhuan Falun)
Otros practicantes también compartieron sus experiencias sobre este asunto. La practicante se fue a su casa con firmes pensamientos rectos y con confianza. Después de eso, supimos que su jefe ya no le pedía que fuera deshonesta en sus documentos de trabajo.
Nosotros los practicantes jóvenes no practicábamos Falun Gong para mantenernos en forma y curarnos de enfermedades. En vez de eso estábamos impresionados y convencidos sobre la pureza, la belleza y los principios de Dafa. Mis compañeros practicantes en la Universidad fueron todos excelentes en sus comportamientos y aprendizaje. Eran bien considerados por otros estudiantes. En los ojos de los compañeros de clase, yo era pura, a menudo sonreía y caminaba especialmente ligera. Me dijeron: “Si estábamos hablando sobre algo que no era tan bueno, cambiaríamos de tema si nos dábamos cuenta que te estabas acercando”.
Entre las tres estudiantes en mi habitación, dos practicaban Falun Dafa. La otra simplemente se ufanaba con sus amigos: “Miren, el campo de energía de mi cuarto es bueno”.
La mayoría de mis compañeros de clase habían leído Zhuan Falun y estaban al tanto de que Falun Dafa le enseñaba a las personas a ser buenas. No practicaban Falun Dafa por diferentes motivos; podía ser que sentían que Falun Dafa demandaba demasiado en términos de comportamiento, o tenían apegos los cuales no podían dejar ir. Sin embargo, nadie hacía comentarios negativos sobre Dafa.
Haciendo los ejercicios en la Plaza de la Cultura
En marzo de 1998, me gradué y me volví una conferencista en la Universidad de Jilin. Desde que me mudé del Campus del Sur, me uní al grupo de práctica de la Plaza de la Cultura.
En aquellos días, Dafa se difundía muy bien en Changchun. Había personas practicando los ejercicios en la mañana en cada parque, plaza, al lado del puente, y en las esquinas de las calles. En este tiempo materialista e impetuoso, con tantas personas tratando de ser buenas personas en la ciudad, parecía como si la ciudad realmente se hubiera convertido en una ciudad de primavera llena de esperanza.
En el sitio de práctica de la Plaza de la Cultura, entre 300 y 500 personas hacían los ejercicios cada mañana, lo cual era bastante notorio. Cuando un grupo de ejercicios a gran escala se llevaba cabo, el paisaje era magnifico y espectacular.
Cada mañana, los practicantes limpiaban muy bien el sitio de práctica y los alrededores, mientras que aquellos que llegaban temprano meditaban juntos. Cuando era la hora de hacer los ejercicios en grupo, todos se alineaban ordenadamente. Después de los ejercicios, el sitio de práctica se mantenía tan limpio y ordenado como antes.
Un día llegue más temprano de lo usual, cuando unos cuantos practicantes estaban meditando. A pesar que unos niños estaban jugando y haciendo mucho ruido, los practicantes continuaron meditando calmadamente. Uno de los niños se chocó con un practicante mayor que estaba meditando. Este practicante mayor, con paciencia y con una sonrisa, ayudó a que el niño se levante y continuó la meditación. Después de un periodo de tiempo, el cabello gris de este practicante se volvió negro, lo cual fue bastante sorprendente.
Nuestro grupo de estudio del Fa estaba localizado en el vecindario de la Plaza de la Cultura, con gente de todas las clases sociales: maestros en escuelas de enfermería, maestros de primaria, secundaria y universidades; ingenieros, doctores, personas que estaban antes en servicio militar, funcionarios del gobierno, trabajadores y amas de casa. Nadie se preocupaba de las diferencias de clase social en nuestro grupo. Todos nos cultivábamos en línea con Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Nos ayudábamos unos a otros a mejorar nuestro xinxing y compartíamos las experiencias de la cultivación entre nosotros.
Una practicante mayor compartió su historia una tarde y recibió muchos halagos. Era el final del otoño, cuando cada casa comenzaba a mantener algunos vegetales para ser consumidos durante el invierno. La practicante estaba manejando su bicicleta en la calle cuando se dio cuenta que un hombre mayor delante de ella había dejado caer un paquete de cebolletas de su bicicleta. Lo pasó y le dijo lo que había sucedido. Luego lo ayudó a amarrar las cebolletas a su bicicleta nuevamente y el hombre estaba muy agradecido con ella. Pero justo en ese momento, la esposa del hombre llegó y le habló de muy mala manera a la practicante. La situación atrajo muchos espectadores, lo cual era bastante embarazoso.
La practicante mayor le explicó educadamente a la esposa lo que sucedió, pero ella la ignoró. Entonces, la practicante se subió a su bicicleta y se fue. Le dijo a los compañeros practicantes: “Me olvidé de eso después que pasé el puente; solo me acordé cuando los escuché hablar sobre cómo pasar pruebas”.
Un practicante compartió: “Esas cosas han pasado constantemente. Muchos practicantes tienen esta clase de problemas y los resuelven muy bien. Tienen mentes abiertas y amplias y son capaces de mantenerse calmados cuando las cosas empeoran, y no sentir que habían sido tratados injustamente después. Eso no es posible para la mayoría de las personas”. Era justo como lo que nos ha enseñado Shifu:
“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente.
Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría.
Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones”.
(“Grado de conciencia” Escrituras esenciales para mayor avance)
Si podemos lograr el estado de no estar descontentos, no tener odio, y tomar las dificultades como alegrías, entonces somos benevolentes. De lo contrario, estaríamos lejos del nivel establecido por Dafa.
Había un electricista en mi grupo de estudio del Fa. Cuando al principio se unió a nuestro grupo, era regordete, débil y no hablaba muy amablemente. Antes de practicar Falun Dafa, solía ir de pesca e incluso usaba electricidad para matar a los pescados. Una vez, incluso hizo que su mujer abortara por golpearla. Después de estudiar Falun Dafa, se volvió calmado y era capaz de pensar en otros primero. Sus relaciones familiares se volvieron cada vez mejores.
Desde 1998 hasta la víspera de la persecución de Falun Dafa, fuimos testigos de sus cambios durante dieciocho meses. Se volvió más saludable, fuerte, amable y más educado que antes. Halagábamos sus logros. Después que empezó la persecución, hizo peticiones a los organismos del gobierno provincial. Cuando discutimos sobre cómo brindar ayuda a los practicantes que venían de visita de los condados de los alrededores para peticionar, él ya había entrado en acción y había cocinado unas cuantas ollas de huevos y los había distribuido.
Sentía que nuestro grupo de estudio del Fa era realmente una tierra pura que era difícil de encontrar. Cada uno en el grupo valoraba muchísimo este ambiente.
Disfrutando de la calma y libertad cultivadas en Dafa
A fines de marzo de 1999, tomé un examen para ingresar a un programa de doctorado. Durante el periodo de preparación, no sentí ninguna presión que no fuera capaz de manejar. Lidié con el examen con la calma cultivada en Dafa, y al final logré el puntaje más alto en el examen.
Luego supe que la mayoría de los candidatos al doctorado habían estado bajo una tremenda presión antes del examen. Algunos reservaron una habitación en el mejor hotel del campus diez días antes del examen, simplemente para tener un buen periodo de preparación; algunos visitaron a sus consejeros para ganarse su favor; algunos experimentaron noches sin dormir, y a algunos, debido al nerviosismo, se les quedaron las mentes en blanco durante la entrevista.
Por el contrario, yo me quedé en un hospedaje de bajo costo durante el periodo del examen. Después del examen, ayudé a mi compañera de cuarto para prepararse para su defensa oral en la disertación de su maestría.
Hablé con ella sobre Dafa y la llevé a un grupo de estudio del Fa. Algunas personas envidiaban mi actitud positiva de mantenerme calmada. En realidad me di cuenta que era Dafa que me bendijo con la calma debido a que no le prestaba atención a la fama.
Cuando estudiaba para mi doctorado, a pesar que era la más joven en mi clase, a menudo le ofrecía ayuda a otros en la universidad y en la vida diaria. Me llamaban “santa”. Una vez, cuando caminaba con mi compañera de cuarto del salón de clases a nuestro dormitorio, ella estaba temblando, me quité mi abrigo y se lo puse en los hombros. Durante la caminata de diez minutos, podía sentir un gran Falun (rueda del Fa) girando en mi espalda, calentándome. Me di cuenta que Shifu me estaba cuidando y me sentí extremadamente agradecida. Mi compañera de cuarto me preguntó: “¿No sientes frío acaso?”. Le dije como me sentía en mi espalda, lo cual la convenció.
Uno de sus buenos amigos era un poderoso funcionario en la ciudad. Un día, le dijo a este funcionario: “Por favor no te involucres en perseguir a Falun Gong. Te digo esto porque mi compañera de cuarto es una practicante de Falun Gong y no puedo ver a nadie mejor que los practicantes de Falun Gong”.
Oficial de policía: Su Shifu es a quien más admiro
Después que la señal de televisión local fue interceptada con información sobre la persecución de Falun Dafa el 5 de marzo del 2005, el gobierno llevó a cabo arrestos a gran escala de practicantes de Falun Dafa. También fui arrestada. A pesar que logré escapar en un día con la ayuda de Shifu y los pensamientos rectos de los compañeros practicantes, perdí mi trabajo en la Universidad, abandoné mi doctorado y me fui de Changchun. En la estación de policía, le dije a un joven oficial asistente que se busque otro trabajo en vez de perseguir a los practicantes de Falun Dafa. Me susurró: “La persona que más admiro es a tu Shifu. Tantos profesores y estudiantes de doctorado lo siguen, y no lo difaman, incluso a costa de perder su futuro. ¡Un Shifu tan notable!”.