(Minghui.org) La oficina 610 de la ciudad de Langfang recientemente envió un mensaje en la red social, WeChat china, acusando a Falun Gong del desorden mental de un ex practicante.
El supuesto mensaje aún está circulando en la ciudad de Langfang. Por eso, es necesario aclarar los hechos y exponer la verdad sobre la persecución que sufrió la Sra. Cui Yanqiu y la verdadera razón de su estado actual.
Fe firme en Falun Gong
Antes de practicar Falun Gong, la Sra. Cui Yanqiu tuvo meningitis severa por una fiebre alta en la secundaria. Debido a su pobre salud, falló dos veces los exámenes de ingreso a la facultad.
Sin embargo, siguiendo a sus padres, comenzó a practicar Falun Gong en 1995 y su salud mejoró dramáticamente. Pronto aprobó los exámenes de ingreso con excelentes notas y fue aceptada en la universidad de docentes de Hebei.
La Sra. Cui se graduó de la universidad en 1999, el mismo año que el partido comunista chino lanzó la persecución a Falun Gong. La Sra. Cui con coraje se mantuvo firme y fue a Beijing para apelar por su derecho a practicar Falun Gong.
Sin embargo, sus padres tuvieron miedo de la brutal represión del PCCh y renunciaron a la práctica. Para hacer que su hija hiciera lo mismo, cooperaron con la oficina 610 y enviaron a su hija al centro de lavado de cerebro de Langfang. Incluso pagaron 5000 yuanes de sus limitados ingresos para enviarla.
En el centro de lavado de cerebro, forzaron a la Sra. Cui a quedarse parada por largas horas, y no le permitieron dormir por varios días. Los guardias la forzaban a que mantuviera los ojos abiertos, usando palitos de fósforos en sus párpados. No obstante, sin importar cuánto la torturaran, ella se negó a renunciar.
Inyectada con sustancias desconocidas
Dos meses después, la Sra. Cui Yanqiu fue sentenciada a dos años de trabajo forzado. Fue detenida en el campo de trabajo forzado de Tangshan y en el de Shijiazhuang, donde sufrió maltrato constante. Fue liberada después de cumplir la sentencia de dos años.
Sin embargo, menos de un año después, fue de nuevo llevada al campo de trabajo forzado de Shijiazhuang.
La Sra. Cui fue brutalmente torturada en ese campo. La colgaron y otras veces la forzaron a sentarse de cuclillas o parada por largas horas. Los guardias no le permitieron dormir y le inyectaron drogas desconocidas. También la amenazaron constantemente: “Si no renuncias a Falun Gong, te desvestiremos en público”. Siendo una joven soltera, y bajo tales amenazas, tortura, e inyección de drogas, finalmente cedió y renunció a Falun Gong.
El estado mental de la Sra. Cui comenzó a alterarse en este ambiente de terror y bajo tales tratos y amenazas, presión. Después de ser liberada, se quedó en la casa todos los días y se negó a ver a nadie. No retomó la práctica de Falun Gong. A veces cuando estaba temporalmente clara, se decía a sí misma: “La colgaron y golpearon”, y “Le inyectaron veneno”, murmuraba algunas de las cosas que recordaba le sucedieron en detención. Ahora, la Sra. Cui tiene 39 años de edad, aun en un estado de trance, con síntomas de desorden mental que empeoran.
El caso de la Sra. Cui no es algo aislado. Varios practicantes de Falun Gong locales han tenido experiencias similares: les inyectaron drogas desconocidas o los alimentaron con sustancias desconocidas después de ser arrestados. Quedaron con problemas mentales en diferentes grados.
Por ejemplo, el Sr. Jin Litao, en sus 30, de la ciudad de Baozhou, fue arrestado el 8 de mayo de 2005. Fue detenido en el centro de lavado de cerebro de Langfang por más de 20 días. Fue golpeado, maldecido, no lo dejaron dormir, lo alimentaron con sustancias tóxicas, y le inyectaron drogas desconocidas. También quedó con desorden mental.