(Minghui.org) Tuve una operación para sacarme un tumor cancerígeno del colon el 31 de mayo de 2012. Después de la cirugía, una amiga, que practica Falun Gong vino a verme. Me contó a mi y a mi familia acerca de Falun Gong, cómo esta práctica de meditación mente y cuerpo está siendo brutalmente perseguida por el gobierno chino. Le creímos, pero no pensé en practicar Falun Gong.
Seis meses después, el tumor volvió. Fui hospitalizada por un mes, y la enfermedad solo empeoró. El doctor dijo que mi columna se había vuelto hueca y que el más leve impacto podría romper mi espalda. Me inyectaron cemento acrílico en la columna para mantener mis huesos juntos.
Después de la inyección, fui hospitalizada por otros nueve meses. La inyección de alguna manera me causó una infección en la columna. Aplicaron terapia láser para tratar la infección, pero la terapia quemó mi estómago y mi sistema digestivo. No podía tragar nada.
Con mis ahorros y cuerpo agotados, decidí ir a casa no importa a qué. El doctor le dijo a mi marido que esperaban que viviera cerca de tres meses más.
Llegué a casa el 1 de diciembre de 2014. Cuatro amigos vinieron a verme. Uno era quién me había contado anteriormente de Falun Gong. Mientras les hablaba, me mantenía vomitando (durante ese tiempo, vomitaba las 24 h, todos los días). En el almuerzo, sólo tenía unos pocos sorbos de sopa y cada sorbo me traía tremendos dolores.
Después del almuerzo, tres de mis amigas se fueron, pero la practicante de Falun Gong permaneció en mi casa por una noche. Mi hizo escuchar las grabaciones de audio de las conferencias del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Gong. Me pidió que me concentrara y escuchara cuidadosamente.
Al día siguiente, mi amiga fue a casa y me dejó la grabación de audio. Esa noche, escuché las conferencias otra vez hasta que me dormí. A la mañana siguiente, encontré que no vomitaba y estaba llena de energía. Era capaz de caminar como una persona saludable. Entonces intenté comer algo y fue encantador descubrir que tragar no me causaba ningún dolor. ¡Estaba sorprendida y feliz!
El 7 de diciembre, otro grupo de amigos vino a verme. Con un gran agradecimiento hacia el Maestro Li y Falun Gong, les conté del milagro que me había pasado. Era capaz de de comer comida y también hacer los trabajos domésticos comunes. También estaban muy sorprendidas. Difícilmente podían creer que una persona moribunda había vuelto a vivir repentinamente después de escuchar las conferencias del Maestro Li.
Todos esas amigas son muy educadas y líderes en la industria farmacéutica en nuestra provincia. Una dijo algo malo acerca de Falun Gong. Obviamente, estaba repitiendo algo que había escuchado de la propaganda del gobierno. Pero otra amiga le respondió inmediatamente: “La verdad está justo enfrente de nosotras. Falun Gong es obviamente beneficioso”.
Me gustaría tomar esta oportunidad para agradecer al Maestro Li otra vez por renovar mi vida. También comencé a practicar Falun Gong.