(Minghui.org) Me pone muy feliz leer informes sobre lo bien que es recibido Shen Yun alrededor del mundo. Hemos leído sobre cómo se han vendido las entradas a sala llena, y sobre cómo han tenido que agregar asientos y funciones. Sinceramente espero que en Corea el show sea todo un éxito también.
Sin embargo, recientemente tuvimos interferencias cuando fuimos a alquilar un teatro para que Shen Yun actúe en Seúl, y esto pasó en los últimos años y en otras ciudades de Corea. Los practicantes de Corea han tenido que enfrentar esto cada año.
¿Es acaso una interferencia de las viejas fuerzas? Lo dudo. Puede que ese haya sido el caso hace muchos años cuando aún estas estaban desenfrenadas, pero ahora que la rectificación del Fa está llegando a su fin, las viejas fuerzas han sido casi completamente eliminadas. Yo considero que debemos mirarnos internamente para encontrar la fuente de la interferencia.
Un practicante japonés compartió sus pensamientos hace unos días conmigo. Su tianmu está abierto, y el vio a las viejas fuerzas utilizando las brechas entre los practicantes para interferir con el alquiler del teatro.
Él puso énfasis en que esta brecha es un tema serio. En base a mi experiencia como practicante chino que vive en Corea, siento que esto es un llamado de atención.
Trabajé con una practicante coreana en un proyecto de medios de comunicación hace unos años. Ella varias veces criticó lo mal que yo hablaba en coreano. Esto impulsó mi mentalidad de competencia, y le respondí tajantemente: “¿Por qué no aprendes chino tú? ¡Este es un medio de comunicación chino después de todo!”.
“Si los practicantes coreanos pusiesen hablar en chino”, respondió, “no necesitaríamos un practicante chino en el medio”. Su respuesta me golpeó duro.
Aunque sus palabras no tuvieron la compasión de un practicante, decididamente yo necesitaba mirarme internamente para descubrir por qué los practicantes coreanos tenían una impresión tan negativa de los practicantes chinos.
Veo muchísimos problemas entre los practicantes chinos, como ser descortesía y mala educación.
Poco después de haber venido a Corea a estudiar, mi profesor estaba disgustado conmigo porque hablaba fuerte por teléfono. Se me acercó y dijo: “Todos en el edificio pueden escucharte”. Me avergoncé, me di cuenta que me faltaban buenos modales y que tenía mucho de la cultura del partido que debía eliminar.
Durante un Fahui en Corea, por cuestiones de traducción, los practicantes que hablaban coreano estuvieron en una sala y el resto en otra.
Un practicante extranjero sentado entre los chinos me dijo mas tarde que le había sorprendido cómo, en una ocasión tan solemne, varios practicantes de China continental vinieron en pantuflas, minifaldas, y tenían su cabello teñido de amarillo.
Algunos andaban con sus celulares, o hablaban fuerte entre ellos mientras los practicantes sobre el escenario compartían sus experiencias.
Otra practicante coreana me dijo que vio a una practicante china en la Banda Marchante de la Tierra Divina con el uniforme que salía de un baño con los pantalones bajos antes de subir su bragueta en un evento público.
Estos incidentes generaron y agrandaron la brecha entre practicantes coreanos y chinos.
Sinceramente espero que los practicantes chinos presten más atención a los modales y la cordialidad y que eliminen la cultura del partido.
También espero que los practicantes coreanos sean más tolerantes hacia los practicantes chinos y no los miren con desprecio cuando les faltan modales, educación, o son pobres.
Shen Yun ha sido muy popular en Corea anteriormente, y habrán nuevamente shows a sala llena. Creo que cuando eliminamos nuestros apegos, podemos realmente cerrar la brecha entre chinos y coreanos.
El tiempo no espera. Para salvar a más seres conscientes, comencemos con el cambio dentro de nosotros mismos.