(Minghui.org) El 19 de agosto de 2015, estábamos en mi casa estudiando los libros de Dafa con practicantes. Después de que se fueron, alrededor de las 21:30 h, comencé a imprimir folletos sobre la persecución a Falun Dafa. De repente empecé a escuchar algunos ruidos y voces del exterior, pero no les presté atención. En su lugar, me concentré en lo que estaba haciendo.
Un momento después, los ruidos aumentaron y sentí muchísimo calor. Alguien gritó: “¡De prisa! ¿Cómo es que todavía no están aquí?”. Miré el reloj y eran las 23:10 h. Corrí las cortinas, miré por la ventana y quedé sorprendido: vi bolas de fuego frente a mi. Mi mente estaba en blanco. ¿Qué estaba pasando?
Me calmé y descubrí que el depósito de madera y carbón de la planta baja estaba en llamas. Escuché a alguien gritar: “Ya pasó una hora desde que hicimos la llamada de emergencia. ¿Cómo es que el camión de bomberos no está aquí?”. Entonces toqué mi ventana, el vidrio estaba caliente.
El edificio en el que vivimos es de siete pisos de altura. Oí cómo las ventanas de otros apartamentos se rompían y caían, y vi cómo algunos marcos también se quemaban.
Frente a esta grave situación, me pregunté qué debía hacer.
Tenía muchos libros de Dafa, fotos del maestro, DVD de Shen Yun y materiales de información en mi casa. También era el lugar donde estudiábamos el Fa en grupo. Sentía que había encontrado esta casa con la ayuda del Maestro. ¿Qué debía hacer?
En un instante, sentí que el Maestro estaba junto a mí. Me arrodillé frente al alfeizar de la ventana, junté mis manos frente al pecho, y rogué: “Maestro, soy su discípulo. Incluso aunque sigo teniendo muchos apegos y brechas que necesito eliminar, solo usted, mi Maestro, y Dafa, pueden ayudarme. Los seres malvados y las viejas fuerzas tienen absolutamente prohibido perseguirme e interferir conmigo. ¡Grandioso y benevolente Maestro, por favor, ayude a su discípulo!”.
Recité repetidamente: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
El alfeizar de la ventana estaba muy caliente para tocarlo. Las llamas eran incluso más altas que el edificio, y el fuego casi había llegado a mi departamento. De repente, se levantó un fuerte viento, y las llamas pegaron la vuelta. Me postré ante la imagen del Maestro.
¡Fui testigo de un milagro! Nuestro benevolente y magnífico Maestro me protegió y evitó una gran tribulación al no permitir que el fuego alcanzara mi hogar. Mi corazón se conmovió por la inmensa gracia del Maestro y no pude parar de llorar.
A las 23:20 h el fuego estaba más alto, y el camión de bomberos seguía sin aparecer. Sentí un poco de nervios y pensé que debía llevar los libros de Dafa a un lugar seguro. Llamé a una practicante y vino enseguida.
Enviamos pensamientos rectos juntos, y de golpe ciertas palabras del Maestro aparecieron en mi mente: “…con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer?”. (“Exponiendo el Fa en Sídney”) ¡Sabía que eso era cierto! El Maestro me había protegido muchas veces. Todo está arreglado por él. Creo en Él y en Dafa al cien por ciento. Me arrodillé delante de su foto y seguí recitando: “¡Falun Dafa es Bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡El Maestro es grandioso!”.
En un momento, llegó el camión de bomberos. Además empezó a llover fuerte. Como el fuego se había extendido por un área grande, se tardó un poco en extinguirlo. Ya era medianoche, momento para enviar pensamientos rectos. Mi compañera practicante y yo los enviamos calmadamente durante 15 minutos.
Al final, el fuego solo había roído la capa exterior de mi ventana, pero los otros departamentos del edificio fueron gravemente dañados. El fuego fue completamente extinguido para las 6:30 de la mañana. Bajé las escaleras y me enteré que mi apartamento era el único intacto.
Sentí profundamente la benevolencia y la protección del Maestro. Lo único que puedo hacer para pagarle es cultivarme diligentemente. En mi camino de cultivación, haré bien las tres cosas, y lo seguiré y lo asistiré con la rectificación del Fa.