(Minghui.org) Un día de 2007, fui al banco para hacer una transferencia de dinero. Cuando entregué mi documento a dos empleadas jóvenes, me miraron una y otra vez mientras lo revisaban y murmuraban en voz baja.
No sabía qué estaba sucediendo y les pregunté si todo estaba bien. Una de ellas dijo: “Luces como alguien de 30 años, pero en tu foto pareces mucho mayor. El documento dice que tienes 46, pero no pareces la misma persona”.
Sonreí y les dije que la foto del documento era de cuando tenía 30 años, pero parecía de 50 en ese entonces, debido a los problemas de salud. Ahora tengo casi 50 y parezco de 30.
Las dos empleadas estaban envidiosas y querían saber mi secreto. Les dije que practico Falun Gong, una práctica de cultivación de cuerpo y mente. Se quedaron sorprendidas, ya que habían escuchado la propaganda estatal que era totalmente diferente de lo que veían con sus propios ojos.
Como no había nadie esperando para ser atendido, me acerqué para hablar con ellas sobre cómo Falun Gong enseña a la gente a manejarse con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y cómo el partido comunista chino (PCCh) ha estado persiguiendo brutalmente a los practicantes de Falun Gong. También les conté sobre la falsa "auto inmolación" en la Plaza Tiananmen. Se veían agradecidos por conocer la historia real.
En otra ocasión, la dueña de un salón de bellezas me preguntó a qué salón solía ir que lucía tan bien. Le dije que nunca gasté un centavo en cosméticos, y que mi apariencia juvenil provenía de practicar Falun Gong. Se quedó sorprendida. Años atrás cuando estaba muy enferma, ella me ayudó a conseguir un médico para tratarme y conocía muy bien mi pobre salud.
En 2003 estaba muy enferma antes de comenzar a practicar Falun Gong. Mi estómago e intestinos, como también mi útero, no funcionaban bien, tenía un dolor agudo en las articulaciones. Los médicos me dijeron que tratara de pasarla bien porque mis días estaban contados. Así que empecé a comprar ropa cara, incluso vestidos que costaban lo mismo que yo ganaba por mes. Pero tenía solo 40 años y no quería terminar así.
Un amigo me presentó Falun Gong cuando vio lo mal que la estaba pasando. Como también tenía problemas en los ojos, no podía leer los periódicos y mirar la TV, así que no sabía nada de Falun Gong, o la persecución.
Como confiaba en este amigo, comencé a manejarme según los principios del libro de Falun Gong. Me convertí en Dafa dizi durante el tiempo cuando la persecución era más severa. Pronto, todas mis enfermedades desaparecieron y me sentía liviana y relajada. Por primera vez en un largo tiempo, experimenté cómo se siente tener buena salud.
Todos los que me conocían se enteraron de la verdad de Falun Gong a través de mis cambios y dejaron de creer las mentiras del PCCh sobre Falun Gong.