(Minghui.org) Cuando tenía unos cuarenta años de edad consideré suicidarme, porque vivir debilitada por problemas de salud era mas agonizante que la muerte. Afortunadamente me encontré con Falun Dafa en ese momento más crítico. La practica me dio una nueva vida, y ahora, 19 años después, sigo estando más saludable que nunca en mi vida. Falun Dafa también restauró la salud y felicidad de muchas otras personas que conozco.
Mi historia: el regalo de una nueva vida
Tengo 63 años de edad, soy de la ciudad de Daqing en Heilongjiang. Mis amigos dijeron que luzco más joven que antes, y que mi complexión se volvió rozagante. No he tenido problemas de salud desde que comencé a practicar Falun Gong.
Yo padecía toda clase de enfermedades, como cardiopatía, presión baja, tiroides, y traqueítis. A veces tenía calores tan fuertes que tenía que recostarme en el piso. Sudaba todo el día. Fue en esta época en que pensé en quitarme la vida.
Desde que comencé a practicar Falun Gong en 1997 todo dio un giro; viví la felicidad de estar saludable nuevamente. Tengo tanta suerte de haber encontrado Dafa. Siempre le cuento a mis amigos: “Mi vida me la dio el Maestro de Dafa, de otro modo, no estaría viviendo en esta tierra”.
80 años de edad, pero un corazón de 40
Mi tía tiene más de 80 años de edad. Ha estado practicando Falun Gong por más de diez años.
Luce enérgica y su piel es suave. Me dice que hace todo por su cuenta.
Recientemente tuvo un dolor repentino en la columna, y su familia le rogó que por su edad vaya a ver a un médico. Ella los complació, pero el médico no encontró nada malo en ella. En cambio, se sorprendieron al descubrir que su corazón era tan fuerte como el de una señora de 40 años.
Ella le dijo al médico que practicar Falun Gong hizo que se volviese saludable.
El cabello de la tía Chen volvió a ser negro
La tía Chen tiene 78. Ha estado practicando Falun Gong por más de 10 años. Su cabello pasó de ser gris a negro.
La tía Chen tiene una hermana menor que sufrió de enfermedad renal. Cuando la vida de la esposa de su hermana estuvo en riesgo, la tía Chen la animó a practicar Falun Gong. Sus hermanas comenzaron a practicar, y ella se recuperó.
Su cuñado no creía que practicar Falun Gong podría curar enfermedades. Sin embargo, cuando fue testigo de los milagros que le ocurrieron a su esposa, comenzó a practicar también. Su hijo e hija vieron el poder de Falun Gong y también comenzaron a practicar.
Un jorobado se vuelve derecho
La tía Li tiene 82 años de edad y solía está enferma que estaba postrada. Le dije que se beneficiaría de recitar “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Toleranci
Luego de recitar esto durante un tiempo, su cabello gris comenzó a ponerse negro. Gradualmente pudo sentarse, y finalmente pudo moverse dentro de la casa. Ahora puede caminar con muletas. Solía tener una joroba de unos 90 grados, pero ahora su espalda se ha vuelto derecha.