(Minghui.org) Una joven practicante tiene el tianmu abierto desde una edad muy temprana. Lo siguiente es parte de lo que ha visto en su nivel de cultivación.
Seres divinos están por todos lados en los Cielos y sus ojos están observando de cerca los pensamientos de cada uno en la tierra. Cuando un practicante está validando el Fa, dos dioses rectos en otras dimensiones están junto a ellos. Uno anota todo lo que el practicante hizo sin perder ningún detalle, mientras el otro protege al practicante.
Cada practicante tiene al menos un Fashen, algunos tienen varios. Son muy sagrados y solemnes.
La joven estaba sorprendida cuando vio por primera vez a un Fashen. Algunos Fashen sostienen un hacha arriba de su cabeza y algunos un gran martillo. Con varios tipos de herramientas del Fa, cada uno de los Fashen es extraordinariamente valiente e incomparablemente majestuoso.
No debemos tener miedo
Cuando la joven practicante y su padre distribuyen materiales informativos de Dafa, tan pronto como el miedo surge en su padre, ella le dice: “No estés temeroso. Los Fashen no sostienen una gran hacha por nada”.
Además, el Maestro pone un escudo sobre cualquier cosa que un practicante atraviese, para que los demonios o espíritus podridos no puedan entrar ni interferir.
Un día, cuando distribuían material informativo, un gran perro se lanzó hacia ella, ladrando. Ella le dijo al perro: “¡Quieto! ¡Vine aquí para salvarte a ti y a tu dueño!”. El perro paró de ladrar y comenzó a menear la cola. Ella sonrió y acarició la cabeza del perro. El perro dio la vuelta y se fue.
Otra vez, iba a colocar afiches autoadhesivos de Dafa, pero su miedo apareció. De repente aparecieron los Fashen del Maestro y le sonrieron. Su miedo desapareció inmediatamente y terminó colocando los afiches.
Enviando pensamientos rectos
Algunas veces, su padre no podía despertarse a la medianoche para enviar pensamientos rectos y aún le gritaba después que lo despertaba. Ella lloró y una vez dijo: “¡Papi, un alambre de púas está alrededor de tu cuello! Debes eliminarlo. ¡Que estás esperando!”.
Cada vez que su padre estaba medio dormido cuando enviaba pensamientos rectos, veía a un espíritu podrido al lado de él intentando interferir. Entonces le gritaba para que despertara. Tan pronto como él salía de su estado somnoliento, el espíritu era eliminado en un instante.
Después del Año Nuevo Chino, esta joven practicante salió afuera. Las calles estaban llenas de gente. Vio con su tianmu que muchos tenían un círculo rojo sobre su cabeza con el carácter “muerte” escrito dentro. ¡Se dio cuenta que iban a ser eliminados y eran la mayoría! Aquellos que fueron salvados a través de los esfuerzos de la clarificación de la verdad tenían una soga azul yendo hacia el Cielo, pero había muy pocos de ellos.
Su abuela no era practicante, escuchó las conferencias del Maestro por dos meses antes de que muriera. En el funeral, esta joven practicante vio que dos dioses llevaban a su abuela con ellos. Las ropas de su abuela se volvieron coloridas y bellas en un instante, similares a las que visten las doncellas celestiales. Entonces, su abuela se convirtió en una mujer joven y hermosa.
También ha visto que después de que un practicante veterano muere debido a yeli de enfermedad, el Maestro envía a un Fashen para llevarlo a los Cielos y le permite sentarse a su lado sobre un loto.
Lo anterior son solo unas pocas visiones que la joven practicante ha visto con su tianmu.