(Minghui.org) Mi madre, una practicante de Falun Dafa en sus 70 años, decidió establecer un sitio de producción de materiales de Dafa, así que la ayudé a conseguir una computadora e impresora.
Le enseñé lo básico para operar una computadora, navegar por Minghui, y bajar el material e imprimirlo.
En vez de mirar hacia dentro
La primera vez que mi madre encontró problemas, le di una mano, aunque se trataba de una hora de viaje en transporte público. Tenía toda clase de problemas con la impresora, y tuve que hacer un viaje largo para ayudarla.
Mi madre era lenta para aprender. Si la impresora hacía un pequeño ruido, se asustaba. Al principio, podía mantener mi xinxing. Antes de ir a su casa, enviaba pensamientos rectos. Pensaba por dentro: “Elimino mi intolerancia; también elimino cualquier brecha creada por las viejas fuerzas”.
Sin embargo, después de un tiempo, no pude mantener más mi xinxing, y hubo veces cuando ya no quería ir a ayudarla. Sin embargo, me di cuenta de que quizás se atrasaría con el trabajo de imprimir materiales para aclarar la verdad, así que iba igual.
Luego me malhumoraba, la ignoraba, arreglaba el problema con unas cuantas palabras. A veces, incluso me quejaba: “No tienes miedo de entregar materiales en mano. ¿Por qué tienes miedo cuando la impresora hace un pequeño ruido? Si no dejas este miedo, ¿cómo puede andar bien este aparato?”.
O sea, no miraba hacia dentro para ver qué necesitaba mejorar yo.
Como estábamos peleadas, la impresora funcionaba intermitentemente. Cuando no se podía arreglar, comprábamos otra, y en solo tres años, reemplazamos cuatro impresoras.
Había llegado al límite de mi tolerancia y ya no quería ir a arreglar su impresora. Entonces me preguntó cómo arreglar el problema. Sin embargo, ella solo quería contarme qué pasó y no escuchaba mis explicaciones. Perdí mi temperamento, di rienda suelta a mi naturaleza demoníaca, y le grité.
Después de eso dejamos de hablar por un tiempo. Sabía que yo estaba equivocada, pero simplemente no podía elevar mi xinxing. Me aferré a mi resentimiento.
Después de un tiempo, me llamó y me dijo que tenía otro problema con la impresora y quería comprar una nueva. Yo estaba comprando una computadora con otro practicante, así qué compré una impresora para mi madre.
Fuimos a su casa, instalamos y probamos la impresora. Yo estaba de mal humor aún; cada vez que hablaba sonaba enojada, y nos fuimos tan pronto como pudimos.
Cambiando mi actitud
Camino a casa, el otro practicante me dijo que no debería tratar así a mi madre, y que tenía que cambiar mi actitud. Aunque no respondí, el hielo sólido en mi corazón comenzó a derretirse.
Después de eso, mi madre le pidió a un pariente no practicante que me entregara unos billetes y una nota. La nota decía que la impresora tenía el papel atascado y que no podía imprimir mensajes de aclaración de la verdad en los billetes, que lo hiciera yo y se lo entregara a este pariente.
Cuando vi la nota, me alteré. “¿Cómo le pide algo así a un no practicante? ¿qué pasaría si alguien perverso lo viera? Tengo que llevarle yo las cosas”. Me surgieron todo tipo de pensamientos.
Como estaba estudiando el Fa diligentemente, todos esos pensamientos pararon. Mi verdadera naturaleza emergió. Miré calmadamente mis nociones y las dejé ir. Imprimí los mensajes en los billetes y decidí ir a lo de mi madre para revisar la impresora.
La semana siguiente, fui a su casa y quité el papel atascado. Cuando probé la impresora, no funcionaba bien.
Mi madre también parecía haber cambiado. Como no habló mucho, me pude concentrar y enviar pensamientos rectos. Sin embargo, era medianoche y el problema seguía sin resolverse.
Cambié mi táctica en ese momento y me di cuenta que el problema no se resolvería meramente usando una técnica.
“La impresora es tu herramienta del Fa”, le dije. “Te está ayudando a asistir a Shifu a rectificar el Fa. ¿Has pensado alguna vez en usar pensamientos rectos para protegerla para que el mal no la ataque?”.
“Has remplazado cuatro impresoras en tres años, y ahora vas por la quinta. Eso no está bien. Todas esas impresoras que tiraste antes no habían terminado su periodo de vida útil. ¿Tendrá algo que ver contigo y conmigo? ¿Acaso no deberíamos mirar hacia dentro y encontrar nuestro problema de xinxing?”.
Permanecimos calmadas y ninguna se echó culpa. Tal vez aceptó lo que le dije. Antes no era así, porque encontraba todo tipo de excusa para defenderse.
Al final, cambié mi actitud. “Solo podemos hacer esto por hoy. Por favor, mira hacia dentro y pide ayuda a Shifu para que la impresora funcione. Si no funciona, la llevaremos al taller”. Mi madre dijo que pediría ayuda a Shifu.
Cuando la llamé al día siguiente, dijo que la impresora funcionaba bien y que ella tenía que creer verdaderamente en Shifu y Dafa. Dijo eso dos veces.
Agradecí a Shifu desde lo profundo de mi corazón. También le recordé que no desarrollara un corazón de exultación. En ese momento, me iluminé que tanto mi madre y yo nos habíamos elevado en la cultivación.
Dejando ir los apegos
Mirando el proceso entero de los eventos, mi madre y yo pudimos dejar ir muchos apegos. Mi madre dejó de depender de mí y del miedo, mientras que yo dejé ir el resentimiento y la búsqueda de resultados. También dejé ir mi apego a reparar aparatos enfocada solo en mis habilidades técnicas, en vez de pedir ayuda a Shifu.
De hecho, leí muchos artículos en Minghui que se dirigían a nuestro problema. Para que la impresora o computadora de uno funcionen bien, uno tiene que cultivar la mente.
Cuando mi madre y yo prestábamos más atención a cultivar nuestro xinxing y mirar hacia dentro, Shifu nos ayudaba, y las viejas fuerzas y factores perversos no tenían excusas para tomar ventajas de nuestras brechas. Este entendimiento quedó comprobado cuando la impresora finalmente funcionó después que dejamos ir nuestros apegos.
Olvidando la lección aprendida
Un día después que escribí este artículo, mi madre me llamó por otro problema con la impresora.
Me pareció haber revisado todo en términos de mantenimiento, así que comencé a compartir con ella. Le pedí que dejara de hacer todo lo que estaba haciendo, que no se preocupara por la impresora, sino que se enfocara en el estudio del Fa, en enviar pensamientos rectos y ajustara su mentalidad. Ella aceptó.
Por la noche, me dijo que todo volvió a la normalidad. Desde entonces, la impresora funciona bien. Me iluminé que tanto mi madre como yo verdaderamente elevamos nuestro nivel por medio de la cultivación, para que Shifu pueda eliminar el mal que nos interfiere en otras dimensiones.
¡¡Gracias Shifu!!