(Minghui.org) Fue reportado que en una prisión en la provincia de Heilongjiang torturaron a un practicante de Falun Gong casi causándole su muerte.
Esta noticia me preocupó mucho, me recordó cuando rescaté a un practicante encarcelado muchos años atrás. Estoy compartiendo mi historia aquí con la esperanza que muchos practicantes se involucren en el rescate de compañeros practicantes en prisión.
Los Fashen del Maestro nos asistirá
El Sr. Qiang (alias), era un compañero practicante en mi ciudad hace muchos años. Estuvo en confinamiento solitario por muchos días, fue torturado y casi pierde su vida.
Los familiares del Sr. Qiang pudieron visitarlo sólo tres veces durante sus primeros cinco años de prisión. Muchos de sus familiares eran practicantes y muchos fueron arrestados y detenidos también muchas veces. Por ejemplo, la madre fue forzada a dejar su hogar y deambular por muchos años. Los guardias de la prisión aún amenazaban con encarcelar a los familiares de Sr. Qiang cuando lo visitaban.
La noche después que escuché de la situación del Sr. Qiang, fui incapaz de dormir.
El Maestro nos dijo:
"Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también". (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002)"
Para rescatar al Sr. Qiang, convencí a mi marido de visitar juntos la oficina administrativa de la prisión en la capital provincial. Mi marido no es un practicante, pero puede articular bien en cualquier situación. Estuvo de acuerdo en acompañarme tres días después. Aún así, después miré hacia dentro y encontré que estaba dependiendo de una persona común, así que decidí ir sola.
El Maestro dijo:
"Shifu afirma lo que hacen los Dafa dizi, mientras estén haciendo las cosas con el deseo de validar el Fa y salvar seres conscientes yo afirmo todo lo que hagan. Además, sean mis Fashen o dioses, si lo haces, amplifican este asunto, aun más magnífico, aun más extraordinario, y les asistirán". (Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008)
Apoyo y confianza
Mientras mantenía pensamientos rectos, iba a la capital provincial. Mi esposo bromeaba y me decía que estaba yendo a una trampa. Mis compañeros practicantes eran proactivos y enviaban pensamientos rectos para ayudarme. Sabía que el Maestro estaba apoyándome.
Al llegar a la capital, encontré un lugar apartado donde pude rectificar mi mente. Sentía que había una energía poderosa rodeando mi cuerpo, lo cual me dio confianza.
Cuando paré en el sector de oficinas administrativas, sentí que mi cuerpo estaba muy grande y que la gente era mucho más chica. El Maestro me dio confianza.
Todos tenían que registrarse para entrar. Sin embargo, el guardia de seguridad en la puerta no me pidió que le muestre ninguna documentación, ni hizo mención a mi registración. Sólo sonrió y preguntó a qué unidad de trabajo pertenecía.
Le dije que necesitaba hablar con el jefe de los guardias de la prisión. Cuando me estaban diciendo que solo a los familiares les estaba permitido visitarlo, respondí que los padres del Sr. Qiang habían pedido que viniera.
El guardia de seguridad me llevó al cuarto de recepción y le habló a la gente en mi nombre. Me dijo que les dejó saber que los padres de Sr. Qiang me pidieron que viniera.
En defensa del compañero practicante
El recepcionista rehusó mi requerimiento porque no era familiar del Sr. Qiang. Le respondí que estaba siendo torturado y que si algo le pasaba, él (el recepcionista) tendría que aceptar su responsabilidad. Entonces le pedí hablar con su supervisor.
El supervisor vino y me dio la mano. Le dije que el Sr. Qiang estaba en confinamiento solitario, torturado y denegadas las visitas familiares. El hombre me preguntó si tenía alguna prueba de mis acusaciones. Le respondí si podía llevarlo a un hospital para una revisión, sus lesiones deberían ser suficiente evidencia.
Me pidió que tomara asiento y me relajara. “¿Cómo puedo no estar agitada?”, le dije. “El Sr. Qiang fue puesto en confinamiento solitario y torturado. Llamé a su gente muchas veces y aún nadie se ha ocupado de esta situación. Si estuviera en mis zapatos. ¿que haría?”.
Durante esta conversación envié pensamientos rectos.
Alrededor de cinco minutos después, me dijo que el Sr. Qiang fue liberado de su pequeña celda y que su familia podía reunirse con él al día siguiente. Uno de los familiares del Sr. Qiang me dijo después que de hecho él lo llamó de la prisión y le confirmó su liberación.
Interferencia
El jefe de la prisión llamó a los familiares del Sr. Qiang tres veces y les argumentó que se había herido a sí mismo. Entonces, no podían visitarlo por otras dos semanas. Su familia entonces pensó que sería mejor no verlo.
El Maestro enseñó:
"...si te cultivas y refinas verdaderamente hacia el camino recto, nadie se atreve a tocarte imprudentemente; además, tienes la protección de mis Fashen, así que no aparecerá ningún peligro". (Zhuan Falun)
No acepté su actitud y les dije que debían visitarlo mañana. Este era nuestro derecho y no debemos renunciar a nuestros esfuerzos, les recordé.
“Nuestros esfuerzos no son sólo para rescatar al Sr. Qiang” dije: “sino también ayudar a resolver toda la maldad y eliminar la persecución de practicantes en esa prisión”.
Los familiares del Sr. Qiang llamaron a mi casa y hablaron con mi marido. Estaba shockeado al oír nuestro plan. Me llamó muchas veces para pedirme que fuera inmediatamente a casa. Sin embargo, mi único pensamiento era que tenía que rescatar al compañero practicante y que no tenía tiempo para temer.
El Maestro nos dijo:
"Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente". (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance II)
Mi marido llamó a la mañana siguiente y me dijo que había llegado a la capital. Dijo que estaba tomando un taxi a las oficinas administrativas de la prisión. Me preocupé y le pedí al Maestro para que me ayudara a parar a mi marido la llegada a la prisión.
El Maestro también nos dijo:
"...sólo manteniéndose inamovibles podrían manejar todas las situaciones". (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá, 2005)
Pronto, uno de mis familiares me llamó y me dijo que a mi marido le fue ordenado hacer un importante trabajo por su jefe. Puse mis manos juntas y agradecí al Maestro.
Aliento
Fui a la oficina que supervisa todas las prisiones en la región, mientras que la familia del Sr. Qiang fue a la prisión. Después de llegar allí, me dijeron que no podían ver al Sr. Qiang. Perdí contacto con ellos en ese punto por cerca de media hora. Estaba preocupada que los familiares podrían haber sido también arrestados.
Una residencia cerrada estaba localizada al lado de la oficina. Caminé hacia allí y accidentalmente señalé la puerta. Un guardia de seguridad abrió la puerta con una sonrisa en el rostro.
Caminé hacia dentro para encontrar un lugar donde sentarme. Comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar del mal tras los guardias de la prisión y le pedí al Maestro fortalecer los pensamientos rectos del Sr. Qiang y su familia.
Tres niños corrieron hacia mi dándome una flor. También apilaron un racimo de flores silvestres sobre el banco donde estaba sentada. Sabía que El Maestro, otra vez, estaba alentándome.
El último minuto disponible
Todavía no había hecho contacto con la familia del Sr. Qiang. Sin embargo, fui a la oficina y le dije al recepcionista que quería reunirme con el supervisor. Unos pocos minutos después, el supervisor le dijo que el Sr. Qiang estaba reunido con su familia.
Uno de los familiares del Sr. Qiang en ese momento me confirmó que estaban yendo a reunirse con él. Sin embargo, los guardias retrasaron el encuentro por cerca de tres horas. Sólo después que enfrentaron la presión de su jefe permitieron que el encuentro tomara lugar.
Cuatro de los familiares del Sr. Qiang caminaron en la prisión. Seis guardias los observaban y les quitaron sus bolsos y celulares.
El Sr. Qiang estaba demacrado y sus manos y piernas estaban heridas. Aunque a la familia le fue permitido verlo, estaban separados de él por un vidrio. Los guardias también cortaron la conexión antes que el Sr. Qiang tuviera una oportunidad de responder muchas de las preguntas de su familia.
Tres días después, la familia fue a visitarlo de nuevo. Esta vez, los guardias no eran tan poco cooperativos como lo fueron antes.
La familia del Sr. Qiang y yo fuimos a la oficina poco después de esto. Un oficial dos niveles más alto que el ex-supervisor habló con nosotros. Pero, quizá todavía teníamos un apego del que estaba tomando ventaja el mal, pues este oficial decidió que el Sr. Qiang tenía que cumplir su condena completa.