(Minghui.org) Soy un joven discípulo de Falun Dafa que comenzó a practicar en 2011. Fui a visitar a mi abuela, que practicaba Dafa desde 1995, porque tuve el presentimiento y la intuición que era muy importante hacerlo. Después de entrar a su casa, le pedí que me leyera los libros de Dafa. Sonrió, apartó Zhuan Falun, tomó uno con historias de cultivación y comenzó a leerlo en voz alta.
“Pero esas son solo historias de cultivación”, dije. “¡Quiero leer Zhuan Falun!”. Lo tomé y comencé a leerlo. “¡Este libro es maravilloso! ¿Por qué no me lo dejaste leer antes?”, le pregunté. Poco después, mi cuerpo comenzó a ser purificado, como está descrito en el libro.
Protegido del peligro
En mi camino a la escuela yendo en bicicleta, en dos ocasiones me golpeó una moto que transitaba a toda velocidad. Una vez me caí y mi cara aterrizó en el medio de la carretera. El conductor de la moto parecía muy asustado. Su tanque de gasolina se dañó. Sin embargo, yo tuve una herida menor en la piel.
Cuando le describí el accidente a mi abuela, dijo que el Maestro me había protegido. Dado que no hacía mucho tiempo que practicaba, la práctica de mi abuela me debe haber beneficiado.
En otra oportunidad, fui con mi padre a una corta excursión. Me tropecé, perdí el equilibrio y caí cuesta abajo del cerro. Mi padre observó horrorizado cómo rodé 80 metros hasta el final. Pensó que me había muerto, pero vio que me paré. Descendió tan rápido como le fue posible. Cuando me alcanzó, notó algunos rasguños en mis brazos y piernas, pero no eran lesiones tan serias.
Me abrazó y sollozó. Había revivido al ver que el daño no era tan grave. ¡Supe que fue el Maestro quien me había protegido nuevamente! Luego del incidente, mi padre no objetó más que practicara Dafa con mi abuela.
Sabiduría abierta
Antes de practicar Dafa, mis calificaciones eran muy pobres. En la escuela primaria, estaba dentro de los últimos ocho de mi clase. Comencé la práctica en el primer año de la secundaria. Al final del primer semestre, publicaron un ranking de aproximadamente 3.000 estudiantes. Muchos se empujaban en el camino para ver la pizarra de anuncios buscando sus nombres. Al principio, tenía miedo de ver mi calificación. Finalmente, fui capaz de verla. Busqué mi nombre comenzando por el final, pero no lo vi. ¡Estuve eufórico al encontrarlo entre los tres primeros de la clase!
Ahora estoy en mi tercer año. Mis notas están entre las seis primeras. Fue un gran salto para mí. Esto se hizo realidad porque el Maestro me dio sabiduría. ¡Estoy muy agradecido al Maestro!
Una inflamación aguda curada
Una de mis tías también practica Falun Dafa. Contó una historia que aconteció en un lugar de trabajo:
Un día, su compañía contrató a tres trabajadores temporarios para hacer el mantenimiento del techo. Se apuraron en terminar el trabajo para poder tomar el tren de regreso a su ciudad natal al día siguiente. Uno de ellos corrió hacia el baño porque sufría una aguda inflamación en el intestino delgado. Mi tía le dijo que descanse y recite: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Tomó el consejo y en los diez minutos siguientes, se sintió mucho mejor y retornó a su tarea.
Los obreros continuaron trabajando hasta las 10:00 esa noche, y el que sufría la afección no necesitó usar el baño más de lo normal. Dijo que se había recuperado de su enfermedad.
Antes de partir al día siguiente, le preguntó a mi tía: “¿Podría repetirme las dos oraciones que me dijo que recitara? Estoy regresando a mi ciudad natal. Quiero recordarlas y decírselas a todos mis familiares”.
Se las dijo y además, le dio materiales de aclaración de la verdad. El trabajador se los agradeció.
Mi abuela también me contó muchas historias de cultivación a través de los años. ¡Creo que Dafa verdaderamente en maravilloso! Continuaré cultivándome diligentemente.