(Minghui.org) Antes, creía que me estaba cultivando diligentemente. Sin embargo, recientemente, varios acontecimientos me han señalado mi grave brecha.
Colaborando con los demás
Una practicante anciana estaba teniendo conflictos a causa de su xinxing y no sabía cómo resolverlos. Hablé con Fang, otra practicante, sobre esto y decidimos que la practicante Hu, que vivía cerca suya, podría ayudarle.
Varios días después, Fang me contó que Hu había visitado a la anciana y la había ayudado. "Te agradezco que le hablaras a Hu sobre esto", dijo.
Le respondí: "No hablé con ella. Simplemente ha pasado después de que lo pensara".
En ese momento, no pensé mucho sobre aquello. Pero, más tarde, cuando lo recordé, me avergoncé de mi: El Maestro es el único que nos puede ayudar a todos y arregló que Hu hablara con la practicante anciana. ¿Por qué me quería atribuir el mérito?
El Maestro cuida de cada uno de nosotros, mucho más de lo que pensamos. Sólo somos conscientes de este hecho en algunas ocasiones. Como discípulos de Dafa, deberíamos agradecerle esto con toda sinceridad y humildad. De otro modo, nuestros egos y apegos a validarnos podrían causarnos muchos problemas.
En Escrituras esenciales para mayor avance, el Maestro dijo: "Tengan mucho cuidado: las fanfarronadas intencionales o no intencionales hasta podrían alarmar a un fo". Tenemos que tomar esto con seriedad.
Repartiendo materiales
Otras cosas que me sucedieron también apuntaron directamente a esta cuestión. Un día tuve un accidente de coche. Con la ayuda del Maestro, no resulté herida aunque mi pie izquierdo se inflamó. Dos días después, fui a repartir materiales, a una zona rural, con otra practicante.
Cuando regresábamos, esta practicante me elogió porque caminaba muy rápido. Dijo: "Parece que no estás cansada en absoluto".
"No solo no estoy cansada, sino que ¿sabías que hoy, antes de repartir materiales, estuve de pie durante cuatro horas en la boda de una practicante?". Le respondí, añadiendo de lo que era capaz.
Se quedó en silencio, pero pude sentir cómo mi cara se ponía colorada. De pronto, me di cuenta de que era el Maestro el que me estaba ayudando para que le pudiera contar los hechos a la gente, ¿Cómo podía presumir de eso?
Recordando quiénes somos
Este mismo asunto afloró muchas veces cuando hablaba con otras personas sobre Falun Dafa.
Un día, conocí a una pareja que estaba dando un paseo. Tuvimos una buena conversación y le conté un montón de cosas sobre Falun Dafa y sobre cómo los practicantes, aún siendo inocentes, estaban siendo reprimidos. La pareja se conmovió mucho e incluso la mujer lloró. Sin embargo, cuando estudié el Fa esa tarde, me sentía bien conmigo porque había podido hablar con ellos tranquilamente. No me pude concentrar. De nuevo, me estaba atribuyendo el mérito del éxito. Olvidaba que es el Maestro el que hacía todos los arreglos.
En otra ocasión, una compañera del trabajo, me agradeció muchas veces que le hubiera hablado sobre Falun Dafa. Entonces, sentí una oleada de ostentación y no podía calmarme, este estado duró mucho tiempo. Había vuelto a olvidar los arreglos y la ayuda del Maestro. Me había vuelto a atribuir todo el mérito.
En Zhuan Falun, el Maestro dijo: “La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu”. El Maestro nos ha ayudado mucho y no debemos olvidarlo. Debemos abandonar nuestros egos, la ostentación y el apego a mostrarnos, de lo contrario nuestra cultivación acabará arruinándose.