(Minghui.org) Mi esposo y yo comenzamos a practicar Falun Dafa en 1998. Luego de que el partido comunista chino comenzara a perseguir Falun Dafa en el año 1999, él dejó la práctica. Poco después, si salud empeoró progresivamente. Le dije varias veces que debería retomar la práctica, pero siempre se negaba porque tenía miedo de ser perseguido.

En el año 2014 le diagnosticaron cáncer terminal en los pulmones. Los doctores dijeron que sólo le quedaban de 3 a 6 meses de vida. Tenía un adenocarcinoma pulmonar, el cual no podía ser tratado con quimioterapia. Nuestros hijos de igual forma hicieron que fuera por cuatro fases de quimioterapia, y le removieron más de 10 litros de fluido de sus pulmones. Perdió más de 10 kilos. Los doctores dijeron que podía morir en cualquier momento.

Al ver a mi esposo llegar al fin de su vida, me arrodillé ante la foto de Shifu y le pedí que lo salvara. Le dije a mi esposo: "Practica Falun Dafa conmigo. Shifu te salvará". Esta vez, accedió sin vacilar.

Escuchó las lecciones de Shifu. Luego de la Lección Primera se sintió un poquito mejor. Le enseñé nuevamente los ejercicios. Tal vez porque realmente quería retomar su cultivación los recordó rápidamente, y sólo tuve que hacer pequeñas correcciones a sus movimientos.

Estaba muy débil cuando salió del hospital, pero continuó leyendo libros de Dafa y haciendo los ejercicios todos los días a pesar de las dificultades físicas.

Al comienzo estaba demasiado débil para sostener el libro Zhuan Falun, así que lo puso sobre sus piernas. Le sugerí que hiciera lo mejor por sostener el libro con sus manos para mostrar respeto hacia Falun Dafa. Él estuvo de acuerdo, y se disciplinó con el principio de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, corrigiendo su comportamiento a diario. Gradualmente se sintió mejor y mejor y su apetito también mejoró.

Siempre que surgían síntomas del cáncer, estudiaba el Fa con él y le motivaba a que lo enfrentara como un cultivador en vez de un paciente. Mi esposo entendió bien las enseñanzas de Falun Dafa y tuvo fe en ellas siempre que surgían los síntomas.

Dos meses luego de regresar a casa, fue al hospital para hacerse un chequeo. El tumor estaba mucho más pequeño, ya no había más fluido en su pecho. Todo estaba de regresando a la normalidad y había recuperado su peso. Toda la familia estaba maravillada. Mi esposo no ha tomado medicinas desde ese entonces. Ya han pasado dos años y medio, y este hombre que una vez estaba por morir puede ahora contar a todos cómo Falun Dafa le salvó la vida.

Comenzamos nuestra rutina a diario levantándonos a las 3:40 a hacer los ejercicios de Falun Dafa. Durante el día, cuido de nuestra nieta y hago la mayor parte de los quehaceres de la casa, para que él pueda tener más tiempo para estudiar el Fa. Cada noche, vamos a distribuir materiales que cuentan los hechos sobre Falun Dafa a la gente. Mi esposo es muy bueno colgando pósteres en los árboles y poniéndolos en las paredes.

Nuestros amigos y parientes son testigos de la milagrosa recuperación de mi esposo y nos apoyan mucho. Cuando las autoridades locales no nos permitieron emitir una demanda en contra de Jiang Zemin, quien comenzó la persecución a Falun Dafa, mi yerno se ofreció a hacerlo por nosotros.

La determinación y diligencia de mi esposo me ha motivado. Solía ser la única practicante de Falun Dafa en la ciudad. Al comienzo me sentía sola y vulnerable. Pasé por mucho trabajo instalando el software para sobrepasar el bloqueo al Internet en China, que me permitió acceder al sitio web Minghui y leer noticias y experiencias sobre Falun Dafa. Por cinco años, descargué archivos de Minghui para crear volantes y DVD que clarificaban los hechos sobre Falun Dafa y los distribuí por mi cuenta.

Ya no estoy sola, porque mi esposo y yo nos hemos convertido en un cuerpo. Ahora hacemos los ejercicios juntos, leemos una Lección de Zhuan Falun a diario, y compartimos nuestras experiencias sobre cómo mejorar. También leemos las otras lecciones de Shifu cuando tenemos tiempo. Por ayudar a mi esposo a regresar a Falun Dafa y motivarlo a progresar, fui recompensada por un ambiente grupal y una familia que me apoya.