(Minghui.org) Soy de la ciudad de Jinan, provincia de Shandong, y tengo 54 años. Durante 10 años, mi esposo y yo estuvimos muy ocupados manejando nuestro negocio hasta que experimenté problemas de salud en 2009. Me diagnosticaron cáncer, y a pesar de la cirugía mi condición empeoró.
A menudo tenía fiebre y estaba sin apetito. Después que perdí mucho peso, fui al hospital provincial para un chequeo y me diagnosticaron la enfermedad. Me sometí a una cirugía en la cual me extirparon la vesícula biliar, el duodeno y la mitad del páncreas.
Luego mi condición empeoró y padecí muchos estados. No podía comer bien, mi pecho estaba hinchado y tenía hipo continuamente. El efecto secundario de la quimioterapia incluía vómitos. No podía enderezar la espalda por la incisión quirúrgica. Fue tan doloroso que esperaba morir.
Única esperanza: practicar Dafa
Cuando estaba en el peor momento, recordé Falun Dafa. Me había cruzado con la práctica en 1999 y aún recordaba que requiere ser una buena persona. Además se dijo que un practicante podía recuperarse de las enfermedades.
Dejé de practicar después que el partido la prohibió el 20 de julio de 1999 y lanzó la persecución. Me di cuenta que practicar Dafa era mi única esperanza.
Inmediatamente, me puse en contacto con un practicante que pudiera enseñarme los ejercicios. Fue duro al principio. Cada vez que traté de hacerlos vomité. Debía tomarme un descanso luego de cada movimiento. Fue extremadamente doloroso cuando hice la meditación. Sin embargo, estaba decidida a continuar. Gradualmente, pude hacerlos por más tiempo. Mi salud mejoró y dejé las medicinas, como también la quimioterapia.
Poder de Dafa
Tuve dolor de estómago y no pude comer nada por tres días, luego de los cuales me sentí recuperada y con apetito. Ingerí dos panqueques grandes y no sentí molestias.
Pasaron seis meses, y yo era otra persona. El cáncer había desaparecido, así como las demás afecciones: artritis, hombro rígido, migraña y gastritis. Gané peso y retorné a mi antiguo estado saludable.
Después de seis años de retomar la disciplina, ya no me preocupé por las enfermedades. Sobreviví e incluso prosperé. Mi familia y la gente de la aldea fueron testigos de mis cambios y recuperación después de practicar Dafa.