(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa mayor. Todos los días salgo a aclarar la verdad a la gente en las calles.
En julio, fui de compras al mercado cuando me topé con dos compañeros practicantes. Charlamos brevemente, y justo cuando cada uno iba a tomar su camino, fuimos rodeados por policías.
Nos llevaron a los tres a la comisaría. Mi bolso contenía billetes con mensajes impresos sobre Falun Dafa, por lo que lo aferré a mí cuando trataron de buscar dentro, y uno de los oficiales se burló.
Lo miré y dije: “Se supone que los oficiales de policía protegen a las personas. ¿Por qué usaste ese lenguaje tan grosero? Tengo edad suficiente para ser tu madre, ¿no tienes respeto?”. Se quedó callado.
Me llevaron a la sala de interrogatorio, donde me amarraron a una silla. Me senté en la posición de doble loto y comencé a enviar pensamientos rectos.
Estaba muy calmada y no sentí miedo. Una fuerte energía me rodeó, y la atmósfera se volvió muy tranquila.
Un policía dijo en voz alta: “¿No le duelen las piernas en esa posición? Solo relájese”. Y me desataron.
Otro oficial me preguntó sobre los ejercicios. Le conté que Falun Dafa tiene cuatro series de ejercicios de pie y una meditación sentada. Entonces les mostré cómo sentarse en posición de doble loto.
Todos los policías en la habitación se sentaron e hicieron lo mejor para hacerlo en doble loto.
Un tercero consultó: “¿Debemos decir algo mientras estamos sentados de esta forma?”.
Sí, respondí: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".
Les hablé sobre cómo Falun Dafa le enseña a la gente a ser buena y que se practica en más de 100 países. ¡Solo el gobierno chino no lo permite! También les conté que el ex jefe del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin lanzó la persecución debido a sus propia envidia. Su pandilla fue tan lejos como hasta llegar a matar a miles de practicantes para vender sus órganos.
Señalé que Jiang ya había sido demandado en docenas de países. Y que en China, más de 200.000 practicantes y familiares presentaron también denuncias en su contra.
Les aconsejé: “¡No sigan a Jiang y sus caminos malvados!”.
Un oficial dijo: “Vi información de Falun Gong en el exterior. Tienen carteles y distribuyen folletos. ¡Otros países tienen verdaderamente libertad de creencia!”.
Alguien comenzó a buscar en mi bolso y cuando encontró los mensajes impresos en los billetes, preguntó quién lo había hecho. Y de inmediato fue callado por un compañero policía.
Otro oficial consultó si podía quedarse con uno y dijo: “Es hermoso”.
Le respondí: “Por supuesto. “El mensaje impreso en el dinero es para difundir los hechos”.
Preguntaron dónde estaba mi Maestro. Les conté que en los Estados Unidos y que continúa dando conferencias y publicando artículos.
Claramente todos eran muy curiosos. Continué aclarándoles la verdad y les dije que repitan a menudo “Falun Dafa es bueno”. Luego les expliqué cómo renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Inmediatamente uno renunció al partido comunista chino y otros dos a la liga juvenil.
Uno de los que renunció a la liga estaba sentado cerca de mí.
Y exclamó: “¡Está rodeada por flores de loto. Puedo verlas!”.
Supe que era el Maestro quien le reveló esto. ¡Estaba siendo recompensado!
Aquella tarde los tres oficiales me llevaron a casa.
¡Agradezco al Maestro la oportunidad de ayudar a salvar a estos policías!