(Minghui.org) Me gustaría compartir algunos entendimientos sobre el apego a la vanidad.
A mi entender, la vanidad es un sentimiento de gloria u orgullo superficial. Es una noción humana que tenemos por el propósito de ganancia, reputación y honor no merecidos. Por lo que veo, la vanidad existe en muchos practicantes.
Por ejemplo, a menudo no escatimamos esfuerzos para dejar claro a otros nuestras fortalezas. Por otro lado, haríamos cualquier cosa para cubrir o minimizar nuestros defectos. No nos comportamos de manera diferente que los otros cuando estuvimos en prisión por nuestra fe. Cuando salimos, resaltamos nuestra experiencia en la prisión como heroica y hablamos sobre nuestros actos rectos que nos ayudaron a salir del lugar.
En el movimiento de demandar a Jiang Zemin, le contamos a la gente cómo íbamos a hacer esto de una manera muy recta, pero algunos de nosotros nos rehusamos a usar nuestros nombres reales o dar detalles específicos.
Nos gusta visitar mucho a otros practicantes. A donde íbamos, presumíamos sobre cuántas cosas hicimos y cuánta información obteníamos. Buscábamos elogio y reputación entre los practicantes.
La verdad es que, lo que dice una persona es el reflejo de su carácter y nivel moral.
Cuando trabajamos, tenemos que dar lo mejor, ser honestos, prácticos, y trabajar duro. Cuando interactuamos con personas, debemos ser humildes y no exagerar. Ser humilde y simple es característico de una persona virtuosa, culta, mientras que ostentar y fanfarronear son cosas que una persona insegura y superficial haría.
Si una persona de linda apariencia actúa como si no estuviera consciente o preocupada por lo bien que luce; si una persona muy talentosa contribuye al bien público en silencio sin ostentar, es una persona que se ha cultivado bien y moralmente sana. Cuando una persona no puede parar de hablar de sí mismo y está constantemente alardeando, incluso si él es talentoso de verdad, el talento será tapado en su intento de presumir.
Como practicantes de Falun Dafa, tenemos beneficios que nadie más tiene, pero deberíamos tener la actitud de un don nadie. Mientras ayudamos al Maestro a rectificar el Fa, ayudamos a formar lo que significa ser una persona muy virtuosa. Vivimos en un tiempo extraordinario de la historia, e incontables seres en el universo están viendo de cerca cada pensamiento nuestro. Con todos mirando, ¿sigue estando la necesidad de vanagloriarse y ostentar?