(Minghui.org) Hay una persecución malvada en China contra Falun Dafa. Un practicante de Falun Dafa de mi zona murió en 2012 como resultado directo de esta persecución. Cuando su esposa e hija apelaron por la justicia fueron enviadas a un campo de trabajo forzado. Los practicantes pidieron a los residentes locales que firmen una petición para solicitar la liberación incondicional de la esposa y la hija.
"Quiero defender la justicia, y ni siquiera temo por mi vida"
Fui a más de 20 hogares y la mayoría de las personas firmaron la petición. Algunos expresaron su apoyo pero temían ser perseguidos. Dijeron que no querían firmar la petición pero dieron dinero para ayudarnos.
Me conmovió su bondad y dije: "Entiendo tu miedo. El partido comunista chino (PCCh) es tan corrupto. Nadie se atreve a defender la justicia por temor a ser arrestado, golpeado, enviado a un campo de trabajo o condenado”.
Fui a la casa del señor Li y le expliqué el propósito de mi visita. Su esposa, claramente asustada, dijo que no podía ayudar porque era demasiado arriesgado. El Sr. Li la interrumpió y dijo que sí firmaría la petición.
Su esposa gritó: "¿Estás loco? Estás usando tu nombre real en esa petición. No hay lugar donde esconderse. ¡Las autoridades podrían incluso confiscar tu tierra asignada!".
El Sr. Li se mantuvo firme y dijo: "No tengo miedo. Quiero alzar la voz para reclamar justicia y ni siquiera temo por mi vida”.
Realmente hemos sido testigos de la naturaleza bondadosa de la gente durante esta campaña de petición.
"Usted es cien por ciento buena persona"
Presenté una demanda contra Jiang Zemin - el ex jefe del PCCh quién lanzó y dirigió la persecución y fui arrestada.
Al ser arrestada, mis vecinos salieron y pidieron a los oficiales que me dejaran ir, diciendo: "Ella es una buena persona. ¿Por qué la están arrestando?
Persiguieron al patrullero y cuando llegaron a la comisaría el jefe de policía les dijo que se fueran a casa y que sería liberada en 15 días.
El jefe de policía me dijo: "Tus vecinos deben realmente estimarte y respetarte”.
Le dije al jefe que los practicantes de Falun Dafa son buenas personas y los que nos conocen son los mejores testigos.
Dijo que había tratado con los practicantes a lo largo de los años, y admitió: "Es verdad, ustedes son cien por ciento buenas personas".