(Minghui.org) El 12 de septiembre de 2016, la corte del distrito de Guangzong en la provincia de Hebei tuvo la segunda audiencia contra los practicantes de Falun Gong, Sr. Lu Gang y Sra. Cai Yun.
El Sr. Lu y la Sra. Cai, llegaron a la corte encadenados y esposados, y luego los ataron a la silla para evitar que se muevan. Los abogados protestaron y demandaron que les quiten las esposas y las cadenas, argumentando que no eran criminales para ser tratados de esa manera. Después de una hora de idas y vueltas, les quitaron las cadenas.
“Mi hijo no cometió ningún crimen”, dijo la Sra. Lu al juez. “¿Por qué no lo liberan?”.
Unos cuantos alguaciles de la corte la sacaron de la sala. Su esposo fue a ayudarla y golpeó accidentalmente una mesa. Un alguacil ordenó que lo arrestaran.
Sus abogados negociaron con la corte, demandando que liberaran de inmediato al padre del Sr. Lu. La policía lo trajo de nuevo, pero solo lo liberarían si se disculpaba por escrito. El padre se negó y se lo llevaron de nuevo. La corte notificó a la madre por la tarde que el padre sería detenido por 15 días.
La madre del Sr. Lu colapsó por el estrés generado por la situación.
Alguien denunció el hecho a la comisión de inspección de disciplina del condado de Guangzong. La corte se preocupó y llevó a la madre al hospital para una revisión. Luego la llevaron a su casa, pero le exigieron que echaran a su abogado.
Muchos practicantes fueron al juicio, pero el personal de la corte intentó evitar que entraran.
Cuando les dijeron que sus acciones eran ilegales, uno de ellos respondió: “No me hables de la ley a mí”.
Alguien de la multitud comentó: “¿Cómo le puedes llamar corte si no puedes hablar de la ley?”.