(Minghui.org) En una ocasión, le hablé a un pariente mío acerca de la bondad de Falun Gong y de la malvada persecución por el partido comunista chino (PCCh). Después de escuchar sólo unas pocas palabras, aceptó renunciar al PCCh, a la liga de la juventud y a los jóvenes pioneros. Entonces dejé de explicarle los hechos acerca de Falun Gong en profundidad.
Posteriormente, cuando Wang Lijun y Bo Xilai fueron arrestados, él recobró su confianza en el PCCh. Me dijo: "Sigo siendo un miembro del partido y todavía debo creer en el PCCh". Con ese pensamiento, se puso nuevamente en el barco del PCCh que se está hundiendo. ¡Esto es muy triste! Me culpo por no haberle explicado los hechos detalladamente, y por haber desperdiciado la oportunidad de ayudarle a comprender verdaderamente por qué debería renunciar al partido. Esta ha sido una lección.
Shifu dijo:
“…¿qué se hace? Pues, se necesita que ustedes los salven. Tienen que hablar desde los principios rectos, desde el Fa, desde por qué son perseguidos, para que a la gente le surjan pensamientos rectos, los dioses entonces reconocerán que esto es salvar a la gente”. (Fahui de Nueva York 2016)
En el futuro, debemos prestar atención a cada paso del proceso de aclaración de la verdad a la gente. No debemos buscar una cantidad de renuncias. Nuestro objetivo es, en primer lugar, ayudarles a entender los hechos, permitiéndoles comprender qué es Falun Gong, lo malvado que es el PCCh y por qué el PCCh persigue a Falun Gong. Esas conversaciones pueden despertar su naturaleza innata buena, y de esta manera podrán ser salvados.
Cuando hablamos con la gente en la calle, a menudo pasa que sólo podemos decirles unas cuantas palabras. Puesto que es difícil de explicar la verdad sobre Falun Gong en profundidad en un tiempo tan corto, a menudo solamente les ayudamos a renunciar al PCCh. Sin embargo, esto no necesariamente significa que se hayan salvado. Puede ser que algunos renuncian al partido para escapar de la catástrofe, y no como resultado de haber despertado sus pensamientos rectos y su bondad innata. Por lo tanto, al hablarle a la gente acerca de los hechos, debemos adaptar nuestras palabras a cada persona y lograr una conversación a fondo para ayudarles a entender realmente los hechos. Sólo entonces puede surgir su naturaleza buena y pueden ser salvados.