(Minghui.org) Habiendo practicado Falun Dafa por 20 años, he disfrutado de muy buena salud, una sonrisa radiante, y una tez brillante. Mis parientes me apodaron “el hada buena” porque tengo el deseo de ayudar a otros. Nunca podría agradecer lo suficiente al Maestro Li por todo lo que ha hecho por mí.
Una niñez dura
Nací en 1959. Cuando tenía 6 años, mi padre fue tildado de “contra-revolucionario” por el PCCh. Fue encarcelado y sometido a la tortura “de la mazmorra de agua” por tres años solo porque tenía un hermano que vivía en Taiwán.
Tengo muchos parientes, y mis abuelos vivían con nosotros también. Mi madre era la única que traía el pan a la mesa y tenía que mantenernos a todos. Éramos tan pobres que tenía que ir al mercado todos los días para buscar sobras de comida para comer.
Cuando tenía 9 años, mi padre había perdido el uso de sus piernas como resultado de la tortura de la mazmorra bajo agua. El gobierno no lo quería seguir manteniendo así que lo liberó. Mi madre tuvo que renunciar a su trabajo para poder cuidarlo. Nos llevó a todos al campo, donde vivimos los próximos 11 años. Como granjero, tenía que trabajar muy duro todos los días.
Cuando crecí, todo ese trabajo y miseria me dejaron artritis reumatoide, colitis, y otras enfermedades gastrointestinales. Seguí empeorando y eventualmente me diagnosticaron con cáncer de pulmón. Mi futuro no lucía bien.
Pero a solo tres meses de practicar Falun Dafa, mis enfermedades desaparecieron. Volví a ser una persona saludable y optimista.
Mi hijo también se ha beneficiado de practicar Falun Dafa. Cuando estaba en la escuela primaria, iba en su bicicleta por la noche camino a una clase nocturna, cuando una moto lo chocó. Salió volando por el aire, y su bicicleta quedó hecha pedazo. Sorprendentemente, no se lastimó. Me dijo que cuando salió volando por el aire, sabía que Shifu lo protegería.
Sufriendo la brutal persecución
Me han llevado arrestada y mi casa ha sido saqueada cinco veces desde que comenzó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999. También me han retenido en el centro de lavado de cerebro y pasé dos años en un campo de trabajo forzado.
Durante mi encarcelamiento, no permitieron a mis padres y familia visitarme a pesar de haber venido desde otras ciudades. Los guardias en el campo de trabajo forzado me señalaron como “jefa de los contra-revolucionarios”. Mi padre estaba tan angustiado por mi maltrato en detención que murió.
Mi hijo también fue perseguido por su creencia. No lo dejaron entrar en el ejército ni ser funcionario porque practicaba Falun Dafa. Aunque no era practicante, es una política del PCCh que, si alguien practica Falun Dafa, todos en la familia quedan implicados.
El 25 de marzo de 2000, me enviaron al campo de trabajo forzado para mujeres de Nanchang. Todos tenían que presentar un examen físico antes de ser admitidos. Ellos descubrieron que tenía cáncer de pulmón y se negaron a admitirme. El 11 de abril me liberaron porque tenían miedo que muriera en el centro de detención. Antes de liberarme demandaron 4000 yuanes por “fianza médica” a mis padres y más de 200 yuanes por gastos diarios y 250 yuanes por el examen.
El médico que me examinó me dijo que solo tenía tres meses para vivir por el cáncer. Mis extremidades estaban paralizadas, y estaba con un dolor insoportable todo el tiempo. El médico dijo que todo lo que podía hacer era darme un medicamento para el dolor.
En el hospital me confirmaron que iba a morir, pero mi familia aún quería llevarme al hospital de Shanghái para tratarme. Les dije que me pondría mejor si me dejaban retomar mi práctica de Falun Dafa. Una vez que estaba bajo el cuidado de mi familia, hice los ejercicios dos veces por día y leí Zhuan Falun. Después de dos semanas de práctica y estudio del Fa consistente, recuperé mi salud completamente y estaba llena de energía. Shifu me salvó de nuevo.
Atestiguando el poder de Dafa
Eventualmente tuve que irme de casa para conseguir un trabajo. Mientras estaba trabajando en una huerta un día, cuatro perros lobos vinieron a atacarme por detrás. Tan pronto como me di vuelta, mi cuerpo entero emitió unos rayos de luz dorada hacia los perros. Se dieron vuelta en el piso y se fueron corriendo.
Otros colegas vieron los rayos y se preguntaron cómo fue posible. Les dije que, porque practico Falun Dafa, los seres divinos me cuidan. Les conté sobre Falun Dafa, y se dieron cuenta que la persecución es incorrecta.
Dafa ayudó a mi familia entera
Una vez contraté a un anciano con su carrito para que me ayudara a mudarme. Le hablé de Falun Dafa. Creyó en lo que le dije y renunció al PCCh y sus organizaciones.
Cuando lo vi más tarde, me contó que a su hijo se le rompió una vértebra lumbar en un accidente de auto y ya no podía trabajar en el campo ni conducir. La familia gastó todos sus ahorros en médicos y hospital para ayudarlo, pero no tuvo resultado. Finalmente su padre le sugirió renunciar al PCCh y repetir “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Su hijo tomó su consejo, y su espalda se curó. Ahora puede conducir y trabajar en el campo de nuevo.
A pesar de estar en sus 70, el anciano tiene un mucha energía. No necesita usar demasiado abrigo en el invierno porque camina rápidamente.
Su esposa solo fue a la escuela dos años. Tenía muchas enfermedades y no podía trabajar en el campo. Le di una copia de Zhuan Falun, y comenzó a leerlo todos los días. Su salud mejoró, y ahora puede trabajar. El hombre me dijo: “Falun Dafa es verdaderamente maravilloso. Ha beneficiado a toda mi familia”.
¡Gracias Maestro Li Hongzhi!