(Minghui.org) Dan vive en el noreste de China. Se mantuvo a salvo durante un intento de robo gracias a su práctica de Falun Dafa, y convenció al ladrón para que cambie su actitud.
Dan se gana la vida haciendo muebles. Atardecía cuando había terminado su trabajo del día, ansioso por regresar a casa. En el camino, alguien se le abalanzó. Llevaba puesta una mascara y tenía un cuchillo en su mano. Iba a robar a Dan.
Dan gritó: “¡Shifu sálvame!”. Para su sorpresa, el ladrón dejó caer su cuchillo y se fue corriendo. Dan llegó a su casa a salvo.
Al día siguiente, en el mismo lugar, el mismo hombre lo detuvo. Dan le preguntó al ladrón: “¿Por qué intentas robarme nuevamente?”. El hombre negó con la cabeza y dijo: “No estoy aquí para robarte esta vez. Solo quiero preguntarte quién es tu maestro”. Dan le dijo: “El Sr. Li Hongzhi es mi maestro. ¿Por qué preguntas?”
El hombre dijo: “Tu maestro debe ser un Buda realmente. Anoche, cuando usted lo evocó para pedirle ayuda, vi a una persona muy alta vestida con una sotana amarilla que caminaba hacia mi. Es por eso que me asusté, dejé caer mi cuchillo, y me fui corriendo”.
Dan sintió que esta persona debía estar predestinada ya que pudo ver a Shifu. Lo convenció para que deje sus malos hábitos y se convierta en una buena persona. El hombre comenzó a practicar Falun Dafa y a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Logró abandonar su antigua vida para comenzar una nueva vida de una persona verdaderamente buena: un practicante de Falun Dafa.