(Minghui.org) Una mujer de 58 años de la ciudad de Shuangyashan, finalmente se decidió tras haber aguantado tanto. Ha presentado una demanda contra Jiang Zemin, el ex dictador chino que comenzó la persecución a Falun Gong en 1999.
Tras la persecución, la Sra. Sun Shujie fue arrestada 14 veces y la enceraron en tres ocasiones en campos de trabajo forzado, siempre por practicar Falun Gong. Mientras estaba en los campos y debido a la incesante tortura fue llevada a la sala de emergencia 10 veces.
La persecución a Falun Gong también ha ejercido una gran presión sobre su familia. Frecuentemente las autoridades la acosaban a ella y a su familia, tanto que su marido ingresó en el hospital con un ataque al corazón. En 2003 se divorció mientras estaba encarcelada. Este trauma, sumado a los daños nerviosos por las inyecciones de drogas recibidas allí, la empujaron a sufrir una crisis nerviosa.
En junio de 2014 fue el arresto más reciente de la Sra. Sun. El 21 de enero de 2015 fue juzgada y condenada a cinco años.
En el momento del juicio estaba demasiado débil para caminar, un evidente resultado de la tortura. Fue trasladada en secreto a la prisión de mujeres de Harbin, donde a pesar de su mala salud, todavía está siendo torturada. Informes relacionados:
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Antecedentes
En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a los miembros del comité permanente del politburó y comenzó una violenta persecución hacia Falun Gong.
La persecución ha provocado la muerte de muchos practicantes de Falun Gong desde hace 17 años. Muchos han sido torturados por sus creencias e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y la continuación de la brutal persecución.
Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano de seguridad ilegal, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización pasa por alto a las fuerzas policiales y al sistema judicial llevando a cabo las instrucciones de Jiang respecto a los practicantes de Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus ingresos financieros y destruirles físicamente.
La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en casos criminales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo su derecho presentando sus demandas criminales contra el ex dictador.