(Minghui.org) Continuación de la Parte 1
Euforia en la ciudad de Changchun
El 5 de marzo de 2002, a las 7:19 p.m., ocho canales de televisión por cable en la ciudad de Changchun comenzaron a transmitir los programas “¿Autoinmolación o fraude?” y “Falun Dafa se difunde por el mundo”. Al principio, los televidentes quedaron atónitos. Muchos llamaros a sus familiares y amigos, diciéndoles que encendieran sus televisores para ver los programas de Falun Gong.
Cuando Zhang Zhongyu, editor asistente de la revista local Lantaineiwai, entró caminando a una pequeña tienda de conveniencia, se encontró con un grupo de personas reunidas frente a un televisor hablando con excitación. Cuando el propietario observó a Zhang, que se veía como un funcionario de gobierno, cambió de canal apresuradamente. Pero en todos los canales estaban transmitiendo el mismo programa: “¿Autoinmolación o fraude?”.
“Es un buen programa. Deberíamos verlo”, dijo Zhang al propietario, por lo que todos se relajaron y se acomodaron para ver el programa.
El anfitrión del programa analizaba una noticia emitida por la televisión central china (CCTV) en la que se afirmaba que un grupo de practicantes de Falun Gong se habían prendido fuego en la Plaza Tiananmen. Se señalaba cada falla encontrada en el programa de la CCTV. Los televidentes pronto entendieron que la llamada “noticia” se trató de una escenificación utilizada como propaganda para difamar a Falun Gong. Y en el proceso, la vida de una de las “actrices” encontró su final.
El siguiente programa fue “Falun Dafa se difunde por el mundo”, que mostraba miles de certificados y menciones otorgadas a Falun Gong por gobiernos y organizaciones alrededor del mundo. El video también mostraba evidencias de cómo Falun Gong fue acogido en más de 100 países y regiones.
El 6 de diciembre de 2010, la revista The Weekly Standard publicó un largo artículo titulado “Dentro de la señal: cómo un puñado de mártires chinos socorrieron a la causa de la libertad en el mundo”.
La historia describió los eventos que tuvieron lugar aquella noche:
“La transmisión de Falun Gong se reprodujo en ocho canales de televisión durante 50 minutos, llegando a una audiencia de más de un millón de personas, el índice de televidentes creció por el boca a boca, las personas se llamaban unas a otras para decirse que encendieran sus televisores inmediatamente. En algunos vecindarios, los funcionarios locales del partido se desesperaron y cortaron la energía, dejando las calles a oscuras.
“En otros sitios, como en las cercanías de la Plaza de la Cultura, Las personas salieron a las calles para celebrar. ¡La prohibición terminó! ¡Rehabilitaron a Falun Gong! Algunos practicantes emergieron de sus escondites y fábricas, y repartieron abiertamente materiales informativos. Vecinos, niños, extraños, incluso ancianas con el brazalete rojo se acercaron a ellos, todos hablaban entre sí, bromeando, riendo, jugando y felicitándose.
“Algunos sospecharon de que se tratara de un programa oficial, pero aún así sonreían abiertamente y decían: ‘¿Cómo lo hicieron? ¡Ustedes, los de Falun Gong, son asombrosos!’. Todos empezaban a creer que Falun Gong había sido rehabilitado después de todo, y las risas y la euforia no cesaban, ni siquiera a las 10 p.m.”.
Las personas de Changchun aprendieron que la verdad estaba del lado de Falun Gong, y maldijeron a las autoridades por acorralar a buenas personas.
En un pequeño almacén dentro de un edificio, una clienta preguntó al propietario: “¿Vio usted anoche el programa de Falun Gong?”, él respondió que sí, y ella agregó: “Yo anoche no pude ver la televisión. ¡Que lástima!”.
Un residente de la ciudad de Changchun, el Sr. Wei Lisheng, dijo: “En la mañana del 6 de marzo, tan pronto como entré a la oficina, mi jefe me dijo: ‘Falun Gong es tan poderoso. Ahora todos están discutiendo el fraude de la autoinmolación de la Plaza Tiananmen. Falun Gong dijo en la televisión que todo eso se trató de una mentira fabricada por el partido comunista para difamar a Falun Gong, y que la disciplina es conocida en todo el mundo’”.
Un régimen en pánico
La propaganda del régimen censuró deliberadamente la alegría pública general y se concentró en las 2.000 llamadas telefónicas hechas a las comisarías locales, alertándolas de la transmisión.
Dado el tamaño de la población –alrededor de un millón- y a las decenas de miles de miembros del partido comunista y los funcionarios fuera de servicio que vieron el programa, el número de llamadas telefónicas realizadas a las autoridades, de hecho, representaron un porcentaje muy pequeño.
Y este número relativamente bajo de llamadas dejó ver lo siguiente: la mayoría de los miembros del partido, de los cuadros gubernamentales y los policías simplemente se encontraban viendo el programa en lugar de molestarse en advertir a las autoridades.
El 6 de marzo estaba planeado un juicio a 10 practicantes de Falun Gong que fueron arrestados por distribuir materiales de aclaración de la verdad. Luego de observar la transmisión de la noche previa, miles de civiles se acercaron a los tribunales para ver cómo las autoridades se las ingeniaban para encubrir sus mentiras.
Algunos observadores en el exterior hablaron entre ellos: “Los volantes de Falun Gong simplemente se trataban de la verdad. ¿Cómo puede ser ilegal decir la verdad? ¿Qué tipo de sentencia pueden darle a estas personas inocentes?”. En respuesta a los miles de observadores, las autoridades posicionaron vehículos de policía y a las fuerzas armadas para “proteger” los tribunales.
Pero la población no sabía que el entonces secretario general del partido comunista chino, Jiang Zemin, estaba tan enojado que dio la orden secreta de “asesinar a todos los practicantes involucrados en el caso”. Liu Jing, jefe máximo de la oficina 610, una organización establecida en cada nivel de gobierno con el fin exclusivo de perseguir a Falun Gong, voló a Changchun durante la noche para supervisar las rondas masivas de búsquedas y arrestos.
Batallones militares ingresaron en la ciudad de Changchun esa misma noche. Se ordenó a todas las fuerzas policiales arrestar a todo practicante de Falun Gong conocido, y todos los oficiales tenían una cuota de arrestos que cumplir. Si alguno fallaba en cumplirla, perdería su trabajo.
La orden de las autoridades superiores era simple: “No se necesita respetar las leyes para arrestar a los practicantes”. Un policía dijo una vez: “Los superiores nos ordenaron concentrarnos en arrestar a practicantes de Falun Gong, así que nos despreocupamos por los asesinatos o incendios provocados”.
En la primera ronda de arrestos en masa, cerca de 5.000 practicantes fueron detenidos. Los interrogatorios y torturas para descubrir a los involucrados en la intromisión a la televisión por cable comenzaron de inmediato.
Héroes arrestados y torturados
Lei Ming
Siendo el último en marcharse del punto de intercepción de la señal, Lei Ming fue el primero en ser arrestado. Fue detenido alrededor de las 8:00 p.m., poco después de la transmisión, y fue llevado a la comisaría de Qinming. Los periodistas pronto se enteraron del arresto y llegaron a la estación, pero fueron corridos por los policías. Esa misma noche, el Sr. Lei fue trasladado a la comisaría de la ciudad.
Ilustración de tortura: banco del tigre.
Allí fue golpeado, pero ni se inmutó. Autoridades de alto nivel pronto intervinieron. Vendaron los ojos del Sr. Lei y lo llevaron al sótano del hotel Jingyuetan. Las habitaciones del sótano estaban equipadas con todo tipo de dispositivos de tortura: un banco del tigre, picanas eléctricas, bolsas plásticas para cubrir la cabeza, hierros al rojo vivo, altavoces, etc. Luego de cinco horas, el Sr. Lei quedó al borde de la muerte.
Pero las autoridades no querían que muriera tan rápido, así que fue torturado durante cuatro días y cuatro noches. Cuando lo trasladaron al centro de detención de Tiebei, los guardias quedaron impactados por lo hinchado que estaba su cuerpo y por su apariencia grotesca, y se negaron a recibirlo, pero los policías dijeron que se trataba de un “caso especial” y les ordenaron hacerlo.
En la celda de detención, los prisioneros contaron las marcas de quemaduras de las barras de hierro, de las picanas eléctricas y los golpes en el cuerpo de Lei. El prisionero en jefe dijo: “Antes, no creía que Falun Gong fuera perseguido tan severamente; ahora, sin duda lo creo. Y también creo que el partido comunista chino está condenado”.
El Sr. Lei fue sentenciado ilegalmente a 17 años de prisión luego de un juicio falso.
Liu Chengjun
En la noche del 23 de marzo, 20 vehículos de policía rodearon el poblado de Shanhoutun, en el condado de Qianguo. Los policías irrumpieron dentro de la casa del tío de Liu y llevaron a su primo a la comisaría más cercana para interrogarlo. También amenazaron con arrestar a su abuela de 84 años. Bajo presión, el joven dijo dónde se encontraba el Sr. Liu.
A la 1 a.m. del 24 de marzo, siete vehículos de policía regresaron al poblado y rodearon la casa del tío. Los oficiales prendieron fuego a una gran pila de leña y Liu salió de su escondite, luego lo maniataron y comenzaron a golpearlo con macanas frente a sus familiares y vecinos.
Cuando el Sr. Liu se retorcía en el suelo, el policía Li Bowu de la comisaría de la ciudad, le disparó en la pierna dos veces y le gritó: “¡Muéstrame ahora cuán lejos corres!”.
Lugo lo metieron en el maletero de uno de los vehículos, y también se llevaron a su tío y a su tía.
El tío, la tía y su primo quedaron presos en el centro de detención del condado Qian Guo durante 1 día. Su primo fue gravemente golpeado, y a su tío lo golpearon hasta que los músculos de su muslo se desprendieron del hueso.
Más tarde el Sr. Liu fue sentenciado a 19 años de prisión, donde eventualmente falleció a causa de las torturas.
Esta es la ultima foto conocida de Liu Chengjun. En ella, puede verse que su brazo izquierdo no está dentro de la manga. No podía sostenerse en la silla por sí mismo y tuvo que ser apoyado contra la pared.
Masacre en la ciudad de Changchun
Alrededor de 5.000 practicantes de Falun Gong fueron apresados en los arrestos masivos de la ciudad, y al menos 6 murieron en pocos meses por las torturas. La gran mayoría de los arrestados no estaban involucrados en el incidente televisivo.
La Sra. Li Rong, de 35 años de edad, trabajaba en el Instituto de Investigación Farmacéutica de la provincia de Jilin y era graduada de la Universidad de Jilin. Las autoridades dijeron que murió luego de saltar de un edificio para escapar del arresto, pero la verdadera causa de su muerte continúa siendo objeto de investigación.
La Sra. Shen Jianli, de 34 años, fue una profesora de matemáticas en la Universidad de Jilin, perteneciente al departamento de Matemáticas Aplicadas. Fue arrestada el 6 de marzo y murió a finales de abril, luego de ser torturada. Su esposo, el Sr. Zheng Weidong, también practicante de Falun Gong, fue igualmente detenido.
Un practicante desconocido, cercano a los 30 años de edad, fue golpeado hasta la muerte el 16 de marzo mientras permanecía bajo custodia en manos de la brigada de investigación criminal de la comisaría de Jincheng, perteneciente el departamento de policía de la ciudad de Changchun. Su cuerpo quedó cubierto de múltiples heridas y sus órganos internos fueron dañados.
Liu Yi, de 34 años, fue arrestado el 18 de marzo y murió bajo la custodia de la división de policía criminal de la comisaría de Luyuan.
La Sra. Li Shuquin, de 54 años, fue arrestada por el departamento de policía de carretera de Changjiu y falleció en el tercer centro de detención de Changchun.
El Sr. Liu Haibo, que conoció a Liang Zhengxing en un campo de trabajo forzado, era un radiólogo en el hospital de Chuncheng. Fue arrestado en la noche del 10 de marzo y falleció a las 10 a.m. de la mañana siguiente mientras permanecía bajo custodia policial. Según lo dicho por un ex policía, las autoridades le introdujeron una picana eléctrica por el recto para electrocutar sus órganos internos. Murió a los pocos minutos, pero las autoridades dijeron que murió por un fallo cardíaco. Su cuerpo fue incinerado en secreto.
Liu Haibo y su esposa.
Muchos practicantes apenas sobrevivieron a las torturas.
Una practicante escribió en una carta al sitio web de Minghui: “Al principio las autoridades sospecharon que yo estaba involucrada en la transmisión y me etiquetaron como ‘persona importante’. Fui secuestrada cuando dejaba mi oficina y detenida en la comisaría de Luyuan. Fui golpeada por siete u ocho policías.
“Más tarde, en la división de policía criminal, fui maniatada y colgada del aire con los dedos de mis pies apenas rozando el suelo. Los nervios de mis brazos quedaron dañados, y perdí la sensibilidad por más de 40 días.
“Al final, me trasladaron al sótano del hotel Jingyuetan, donde las habitaciones estaban repletas de elementos de tortura, como la banca del tigre. Allí, dos policías (Gao Peng y Zhang Hang) eran extremadamente malvados. Les gustaba electrocutar a las practicantes en sus pezones y partes íntimas. Zhang y otro policía, Jiang Zhong, me electrocutaron por todas partes, desde el cuello hasta los pies. Deliberadamente presionaban y sostenían las picanas eléctricas sobre mi piel por más y más tiempo para profundizar las quemaduras tanto como fuera posible. Y repetidamente me asfixiaban con bolsas negras hasta que perdía el conocimiento.
“En el centro de detención conocí a Wang Yuhuan y a Chen Yuanmei. La Sra. Wang me contó que cuando fue interrogada, las autoridades la electrocutaron con largas picanas eléctricas. En una de las torturas, la amarraron con cuerdas como si fuera un gran tronco, y dos oficiales la arrojaron repetidamente contra un árbol. Ella sintió que estuvo a punto de morir”.
Juicios absurdos
El 1 de abril de 2002, los noticieros chinos informaron que 18 personas estaban involucradas en la transmisión televisiva del 5 de marzo ocurrida en las ciudades de Songyuan y Changchun. Pero cuando se iniciaron los juicios, solo había 15 personas en la lista de acusados. Sobre la base de los seis casos conocidos de muertes bajo custodia luego de los arrestos masivos e interrogatorios, se cree que los otros tres fallecieron mientras se encontraban detenidos.
Uno fue Hou Mingkai. Lo arrestaron el 20 de agosto de 2002, junto a otros tres practicantes. Más tarde uno de ellos relató lo ocurrido aquella noche durante los interrogatorios:
“Las autoridades de la oficina 610 de la ciudad de Jilin y la división de seguridad nacional arrestaron a Hou Mingkai, a otros dos practicantes y a mí. Yo fui esposado a una cañería conectada a una estufa. La calefacción de la habitación estaba apagada y la puerta estaba abierta. Podía oír el ruido de los golpes provenientes de la habitación al otro lado del pasillo. Cuando los policías se cansaron, vinieron a la habitación donde yo estaba a tomar agua.
“Uno de ellos dijo: ‘Este tipo es realmente resistente’. La mujer policía dijo: ‘¿Cómo puede ser que el gas lacrimógeno no lo afectara? Yo misma estaba a punto de llorar. Este tipo es duro’.
“Cerca de una hora y media después, oí a los policías de la otra habitación entrar en pánico y gritar algo como: ‘Hou Mingkai no responde. Está muerto’. Creo que más tarde trataron de encubrirlo de alguna manera cuando un oficial entró en mi habitación y dijo: ‘Hou Mingkai saltó por la ventana en un intento de escape’. Estábamos en un sexto piso y su habitación estaba repleta de policías, por lo que Hou no podría haberse arrojado por la ventana. Sé que fue golpeado hasta su muerte”.
Una foto de la esposa e hija de Hou Mingkai hallada entre sus pertenencias.
El 18 de septiembre de 2002, la corte intermedia de Changchun juzgó a los 15 acusados y sentenció a cada uno hasta 20 años de prisión. En ese momento, estas sentencias fueron las penas más largas impuestas sobre practicantes de Falun Gong desde que comenzara la persecución en julio de 1999.
(Continúa en la Parte 3)