(Minghui.org) Mi esposo y yo comenzamos a practicar Falun Dafa hacer más de diez años. Desde entonces, nunca más necesitamos tomar medicamentos.
En 2013, a la hermana de mi esposo le diagnosticaron cáncer de colon y la operaron. En 2014 desafortunadamente el cáncer reapareció, y se expandió por todo su cuerpo. Mientras estaba hospitalizada, sufría dolores abdominales insoportables. Sus dos hermanos estaban muy preocupados y se turnaban para visitarla en el hospital.
Su médico comentó la idea de hacerle otra cirugía complementaria para extirpar las lesiones cancerígenas. Sin embargo, ella no quería hacer eso otra vez, porque ya estaba en sus 60 y con mala salud.
Fue un momento extremadamente emocional para ella y su familia. Mi esposo y yo le hablamos de practicar Falun Dafa, diciéndole que nosotros sentíamos que esto podría ayudarla a recuperarse. Sin embargo, dudaba mucho de que el cáncer pudiera ser curado sin tomar medicamentos.
Una noche, mi esposo le dijo a su otro hermano de traerla a nuestra casa. “Tú sabes, los médicos no tienen manera de curar la enfermedad de nuestra hermana”, le explicó. “Tiene miedo de morir de otra cirugía y le preocupa que su hijo quede solo en su casa. Ojala pudiera practicar Dafa con nosotros. Podemos cuidarla. Por qué no hablas con ella y ves si le parece una buena idea”.
Al día siguiente, mi cuñado la visitó en el hospital. Ella aceptó intentar con Dafa. Por nuestras conversaciones previas sobre los beneficios de Falun Dafa, ella sabía que la práctica es muy poderosa.
Cuando mi cuñada le dijo al médico que quería ser dada de alta del hospital, inicialmente no quiso. Le permitió salir recién cuando ella aceptó tomar un medicamento prescripto, y firmar un documento liberando al hospital de posibles culpas.
Cuando ella y su hermano dejaron el hospital, fueron directamente a su casa, empacaron una valija pequeña y luego fueron a nuestra casa.
Mi esposo y yo leímos una lección de Zhuan Falun con ella todas las noches. También le enseñamos los ejercicios. Nunca le dijimos que dejara de tomar sus medicamentos.
Después de 20 días, mi cuñada exclamó: “Creo que estoy mejor ahora. No siento dolor en ninguna parte del cuerpo. ¡Esto es maravilloso! ¡El Maestro Li salvó mi vida! Puedo cuidarme sola y cuidar de mi hijo. Debería ir a casa”.
Antes de irse, nos dijo: “No tomé ninguno de los medicamentos que el médico me recetó cuando salimos del hospital. ¡Falun Dafa me curó! Ahora, finalmente entiendo por qué ustedes permanecieron firmes en la práctica de Falun Gong, a pesar de la severa persecución. ¡Falun Dafa salva vidas! ¡Falun Dafa es bueno!”.
Después de atestiguar los efectos de la práctica de Dafa, su hermano firmó la petición para pedir el fin de la persecución a Falun Dafa y a la práctica de la sustracción de órganos forzada a los practicantes vivos de Falun Gong. Dijo: “Siempre apoyaré a Falun Gong”.
Su hijo estaba sorprendido por su pronta recuperación y aceptó renunciar a la liga juvenil comunista. Incluso ayudó a su madre a hablar de las renuncias al PCCh con sus parientes y amigos. Les decía: “Por favor, recuerden que Falun Dafa es bueno”: