(Minghui.org) El director de un departamento de policía me dijo: “Has repartido materiales de información de Falun Gong aquí varias veces. Te vi y debí haberte detenido, pero no lo hice”. Este comisario había entendido los hechos sobre Falun Gong.
Me topé con él mientras estaba en el mercado distribuyendo el libro Zhuan Falun, el Semanario Minghui y otros materiales informativos de Falun Gong a la gente.
A un vendedor de muebles le había entregado una copia de Zhuan Falun y lo estaba leyendo. Cerca, un desconocido miraba con curiosidad el libro. Se lo quitó al comerciante y comenzó a leerlo. Caminé hacia él y le pregunté: “¿Hola, qué está haciendo? ¿Le gustaría tener algunas copias? ¿No renunció a su membresía del PCCh aún?”.
El vendedor comentó: “Es el director de la comisaría local”.
“¡Un jefe de policía también deber ser salvado!”, dije.
"Entregar materiales a la gente aquí está bien y te dejaré hacerlo. Pero, no entiendo por qué imprimen esos mensajes de Falun Gong en los billetes”, comentó el policía.
“El PCCh ha estado fabricando mentiras para perseguir a Falun Gong a través de sus diferentes máquinas propagandistas durante mucho tiempo”, le respondí. “Todos los canales para expresarnos acerca de esta injusticia han sido bloqueados. Imprimimos estos mensajes en billetes para dejar que más gente sepa la verdad. Cuando más gente entiende los hechos sobre la persecución de Falun Gong, más personas pueden despertar. También serán bendecidas si usan el dinero con los mensajes de Falun Gong”.
Un vendedor de pescado interrumpió: “Tía, tienes razón. El dinero con mensajes de Falun Gong ha traído buena fortuna a mi negocio. Cuando los uso vendo mucho más pescado”. El director sonrió.
Le di dos libros. Uno era 9 Comentarios sobre el Partido Comunista y el otro Vida y esperanza renovadas – El poder curativo de Falun Dafa.
Los tomó y dijo: “Ya leí este libro, 9 Comentarios sobre el Partido Comunista. Quiero leer aquel, Vida y esperanza renovadas – El poder curativo de Falun Dafa”.
Lo guardó y agregó: “Has repartido materiales de información de Falun Gong aquí varias veces. Te vi y debí haberte detenido, pero no lo hice”. “Ahora debes partir”. Más tarde me contaron que el comisario ya había renunciado a su membresía del PCCh.
El vendedor de muebles me dijo que, cuando le di el material de Falun Gong, dos policías estaban cerca mirando. Después que partí, se le acercaron y le pidieron ver los cuadernillos. Cuando se los devolvieron, dijeron: “Nadie más está a cargo de estas cosas”; quisieron decir que ya nadie iba a detener la distribución de materiales informativos de Falun Gong en el mercado.
Más y más personas han entendido los hechos sobre Dafa. Hasta los oficiales de policía están despertando.