(Minghui.org) Hace diecisiete años el líder chino Jiang Zemin comenzó la persecución de Falun Gong, la que ha dejado decenas de millones de practicantes chinos inocentes y a sus familiares, en el frío y la oscuridad.

Al menos 3.900 practicantes perdieron sus vidas debido a las torturas recibidas estando bajo custodia policial, de acuerdo a la información publicada por el sitio web Minghui. Muchos más fueron detenidos, encarcelados, torturados, asignados a campo de trabajo forzado e incluso llegaron a ser víctimas de la sustracción forzada de órganos.

Zhou Yongkang y otros perpetradores del régimen de Jiang quienes participaron en la persecución, han sido arrestados y/o sentenciados a prisión en los últimos años, bajo varios cargos. Para el mismo Jiang, se presentaron más de 200.000 denuncias criminales desde el mes de mayo del último año, pidiendo que se lo responsabilice por los crímenes.

A comienzos de 2016, en China se vieron carteles apoyando las demandas en las provincias de Hebei, Heilongjiang, Shandong, Liaoning, Jilin, Hubei y Guangdong; en Mongolia Interior y Beijing.

Transeúntes miran un cartel en la ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei.

Cartel en la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang.

Cartel en la ciudad de Jinan, provincia de Shandong, exige el proceso a Jiang Zemin.

Cartel en la ciudad de Huludao, provincia de Liaoning, titulado: “Lleven a Jiang Zemin a la justicia”.

Cartel en la ciudad de Tangshan, provincia de Hebei.

Banderín en la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, con la frase “Falun Dafa es bueno”.

Dos peatones leen un cartel en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei

Cartel en Beijing.

Cartel en un área residencial de Mongolia Interior.

Cartel en la provincia de Liaoning.

Cartel en la ciudad de Shantou, provincia de Guangdong.

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