(Minghui.org) Cuatro practicantes de Falun Gong fuimos a pueblos remotos en las montañas el 20 de septiembre de 2015, para hablar con la gente sobre Falun Gong y ayudarlos a renunciar al partido comunista chino (PCCh).
El camino que tomamos nos llevó a un gran poblado. Hablamos con la gente en el camino, repartiendo material informativo sobre Falun Gong y hablando con la gente sobre la práctica y la persecución.
Conocimos a una mujer de 88 años que era miembro del PCCh y había sido funcionaria del partido. Hablamos con ella sobre Falun Gong, su principio de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, la persecución y la corrupción del PCCh. Renunció al partido y dijo “Falun Dafa es bueno” dos veces.
Hablamos con un hombre mayor en un puente y le dimos un folleto para que lleve a casa y comparta con sus familiares.
Un joven se detuvo a hablarnos mientras andaba en bicicleta. Al conocer los hechos sobre Falun Gong usó su nombre verdadero para renunciar a la liga juvenil, una asociación vinculada al partido comunista. Algunas personas eligieron renunciar con un seudónimo al PCCh por temor a represalias de las autoridades.
Mientras caminamos más conocimos a una pareja que estaba cosechando maíz en el campo. Ofrecimos al hombre un folleto pero se negó a tomarlo.
Poco después, dos policías en una patrulla nos detuvieron.
Sabíamos que alguien había informado a la policía, pero no tuvimos miedo y no cooperamos con sus demandas.
Intentamos persuadirlos para que se fueran pero no nos escucharon. Les dije: “No tendremos miedo incluso si nos llevan a la comisaría. La policía del lugar ya sabe que Falun Dafa es bueno y nos liberarán. Pero, si nos liberan ahora, tendrán buena fortuna porque fue vuestra decisión dejarnos ir. También recibirán gran virtud por sus acciones.
Un policía mayor dejó de gritarnos y suavizó su tono. Pero el joven no escuchaba y estaba determinado a llevarnos a la comisaría.
Cuando llegó el patrullero a la comisaría, los dos oficiales del auto nos llevaron a la división de seguridad nacional. En la oficina, nos preguntaron nombre y dirección y fuimos liberados de inmediato frente a los dos oficiales.