(Minghui.org) En julio de 2015 fue ilegalmente arrestada por presentar una querella criminal contra Jiang Zemin. Mi casa fue saqueada y me detuvieron por 15 días. La policía me llamó en diciembre y me pidió que fuera a recuperar las cosas que se habían llevado de mi casa: una computadora, grabadores de DVD, y otros accesorios.
Demandando a Jiang Zemin
En abril de 2015 escuché que los practicantes estaban demandando a Jiang Zemin por su rol en la persecución a Falun Gong. Estaba muy feliz de que finalmente alcanzamos esta etapa después de ser perseguidos por 16 años.
Al principio me pareció que como no fui perseguida físicamente, demandar a Jiang Zemin no tenía mucho que ver conmigo. Luego cuando estudié “Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015” llegué a un mejor entendimiento.
Shifu dijo:
“Efectivamente, hay que hacerle juicio (fuertes aplausos de los dizi); toda la humanidad debería hacerle juicio. Ha dañado a todos los chinos, además de a mucha gente en otras regiones de todo el mundo. Tantas personas serán arrastradas al infierno debido a sus mentiras”.
Me di cuenta de que todavía tenía el apego al miedo. Shifu ya explicó el Fa al respecto, solo necesitaba seguirlo.
Presenté una querella criminal contra Jiang Zemin vía correo expreso en la oficina postal. Dos días después recibí la confirmación de recepción de la procuraduría suprema popular de China.
Arresto y detención
En julio, la policía de la división de seguridad doméstica irrumpió en mi casa y la saqueó. Tenían la querella que había enviado. Me esposaron y me llevaron a la comisaría. Me negué a cooperar con ellos.
“No importa si nos hablas o no, o si firmas el documento o no. Demandaste a Jiang Zemin, así que te detendremos y usaremos lo que te haremos a ti, como ejemplo para advertir a otros. Nos puedes demandar si quieres”.
Fueron muy agresivos y me esposaron las manos detrás de la espalda.
No obstante permanecí calmada cuando llegué al centro de detención. Recordé las enseñanzas de Shifu:
“No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal. Si todos hicieran esto, el ambiente no sería así”. (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos – Escrituras esenciales para mayor avance II)
Me negué a firmar algún documento, a usar uniforme, a responder a los llamados de rutina, o a sentarme como castigo. Cuando el guardia me hablaba, le expliqué que Falun Gong está siendo tratado injustamente. Él dijo: “Muchas veces recibimos llamadas telefónicas o mensajes de texto de practicantes de Falun Gong. Sé sobre esto”. Esa fue la única vez que los guardias me molestaron cuando estuve detenida.
Otro recluso, que había estado encarcelado por nueve años, me dijo que en el año 2000 los guardias pegaban brutalmente a los practicantes de Falun Gong, sea en un centro de detención o en una prisión. Él vio a un guardia colgar a un practicante de Falun Gong de una canasta de basquetbol para dejarla expuesta al sol ardiente. Ese practicante luego murió. Sin embargo, dijo que ahora las cosas están cambiando, y los guardias ya no molestan a los practicantes de Falun Gong. “Los practicantes de Falun Gong reciben el mejor trato aquí”.
Pensé que, ya que estaba aquí, no podía perder la oportunidad. Miré hacia dentro para buscar apegos. Hablé con los reclusos de mi celda sobre la persecución a Falun Gong, y les expliqué por qué es urgente renunciar al partido comunista y sus organizaciones. Catorce personas renunciaron al partido, mientras que cinco nunca habían sido miembros. Les dije que recordaran que “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Muy a menudo repetían estas frases.
Coordinar como uno para salvar a más gente
Conocí un practicante que también estaba detenido. Después de ser liberado, a través de él, me uní a un grupo de practicantes. Antes practicaba sola, y no conocía a ningún practicante. Un día tuvimos un pequeño intercambio de experiencias. Estuvimos de acuerdo en que:
La policía toma la iniciativa de regresar artículos confiscados
El policía que me esposó durante el arresto luego me llamó en diciembre para decirme que fuera al departamento de policía a retirar los artículos que me habían confiscado. Cuando lo vi, tenía una gran sonrisa en su cara. Le dije que no era fácil para ninguno de los dos y que teníamos que ser compresivos. Pude ver que estaba conmovido. Quería ayudarme con las cosas, y actuaba como una persona totalmente diferente de hace unos meses atrás.
Nunca hubiera esperado que la policía me devolviera la computadora. Yo la usaba para hacer los materiales para aclarar la verdad sobre la persecución. Los practicantes de Falun Gong no tienen enemigos. Ellos tomaron la iniciativa de devolverme la computadora y expiar por su crimen. ¡Estoy tan feliz por ellos!
Sin tiempo para esperar
La situación está cambiando rápidamente. El número de personas que renuncia al PCCh y sus organizaciones aumenta. Algunos practicantes de nuestra área hacen los ejercicios abiertamente en los parques.
Practicantes, si no han demandado a Jiang Zemin, apresúrense. La policía ha dejado de interferir con nosotros, y el correo ya no es interceptado. Incluso las cosas que nos confiscan, son devueltas. ¿Puedes aun no dar el paso adelante?
Para finalizar me gustaría compartir con los practicantes unas palabras de Shifu:
“Y dije hace tiempo, ¿hasta cuándo van a esperar? ¡¿Hasta cuándo van a esperar?! No hay más tiempo”. (Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco 2014)